Capítulo 11

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Anteriormente...

La cena me hizo recordar a esas que teníamos cuando éramos una familia completa, cuando mi hermana mayor estaba en casa, cuando mis padres eran unidos y todo parecía ser perfecto. Incluso llegué a pensar que las cosas podrían llegar a cambiar.

—Charlie —Musitó Amanda con una sonrisa ida en el rostro.

— ¿Si? —Sonreí.

—Hay algo que queremos decirte, mamá, papá y yo—Okay, su tono de voz no estaba gustándome, para nada— No vine desde Inglaterra por nada, tengo una... seria misión aquí —Carcajeó.

—Que feo ¿Eh? —Carcajeé— pensé que estabas interesada en venir a vernos —Reí.

—Y estás en lo cierto, de hecho, volveremos para navidad —Sonrió.

Me quedé en completo silencio... ¿Había escuchado bien? ¿Volveremos? ¡Oh claro! Richard y Marie, su esposo y mi sobrinita de tres años, deben de estar en la ciudad también. En un momento creí que hablaba de mí.

— ¿Richard y Marie están aquí? —Sonreí y tomé un pequeño sorbo de mi coca cola.

—No. Charlie, trato de decirte que... Bueno, nuestros padres tomaron una decisión y... mañana nos vamos a Inglaterra. Tú y yo, Char —Me miró con tristeza.

Todas las palabras que tenía en la boca se habían esfumado y el mundo a mi alrededor había muerto. ¡No podía ser verdad!

Me quedé en silencio observando con detención cada rostro presente en la mesa, seguramente esperando un "¡Caíste!" más nadie expresaba ni una sola sílaba

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Me quedé en silencio observando con detención cada rostro presente en la mesa, seguramente esperando un "¡Caíste!" más nadie expresaba ni una sola sílaba.

— ¡Já! Ya, ya pueden decirme que es una broma —Sonreí y volví a tomar mi refresco. A pesar de parecer como si estuviera relajada, en el fondo sentía los nervios, la rabia y toda esa cantidad de sentimientos asquerosos florecer de una sola vez.

—Lamento decirte que no es una broma —Musitó mi madre alejando su vista de mí y ocultándola en su plato de comida.

—Ya basta de juegos... ¡No seas infantiles! —Carcajeé con la voz temblorosa y con mis expresiones de felicidad desapareciendo— no pueden llevarme a Inglaterra, tengo toda una vida aquí, déjense de tonterías y digan que todo esto es una broma, no tengo todo el día para esperarlos —Me negaría rotundamente a la nueva idea. ¿Yo en Inglaterra? Empezar toda una vida de nuevo, una vida sin... Mark. Por favor, tenían que decirme que no era más que una broma.

—Basta, Charlotte —Habló mi padre apoyando los servicios que llevaba en cada mano en la mesa— partes a Inglaterra mañana y no quiero escuchar un pero, tampoco interrogaciones ni excusas. Si ya terminaste tienes el permiso para ir a tu habitación y ordenar tus cosas, esta noche debes tenerlas lista —Volvió a concentrarse en su plato de comida.

Mi lugar eres tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora