Capítulo 6

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Anteriormente

— ¿Cómo amaneciste? —Pregunté con naturalidad, aun profundamente hundida en sus ojos almendrados.

—Como si no pudiera ser más feliz —Susurró con ternura y besó mi mejilla.

Volví a acurrucarme en su pecho, sintiendo como los latidos de su corazón ahora sonaban serenos.

—Espero no haber... hecho nada mal... anoche —Sonreí y estuve a punto de soltar una leve carcajada ante mi comentario.

Lo escuché soltar la carcajada que yo no dejé salir y me levantó, como si fuera una pluma, para mirarme a los ojos.

—Créeme que tengo la misma duda respecto a mí —Carcajeó y besó mis labios con dulzura.

Ambos reímos al separarnos y descubrir que había cierto interés por saber cómo había sido, más era mejor no saber y tener en mente que había sido maravilloso y a pesar de la torpeza por ser la primera vez... fue y siempre será, el recuerdo permanente, el más perfecto y de la vez... en que uno no se arrepiente jamás.

Esa mañana mi cuerpo parecía estar más liviano que nunca, a pesar de que el cansancio aún se escondía y rondaba por algunas partes de mi cuerpo, me sentía completamente libre, feliz y segura

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Esa mañana mi cuerpo parecía estar más liviano que nunca, a pesar de que el cansancio aún se escondía y rondaba por algunas partes de mi cuerpo, me sentía completamente libre, feliz y segura.

Mark tiró las sábanas hacia atrás y se puso de pie. Aún seguía desnudo y... no pude evitar recorrer todo... TODO su... este... cuerpo.

— ¿En qué momento te acostumbraste a que te viera desnudo? —reí con la vista perdida en varios... detalles.

Carcajeo un momento mientras negaba la cabeza y a la vez buscaba algo en el placard.

— ¿Qué hay de malo en el cuerpo humano? Ayer una señorita apareció desnuda frente a mí. Ahora es mi venganza por haberme quitado el aliento... o al menos... eso trato de hacer —Rió nuevamente, me lanzó una mirada traviesa y volvió a su búsqueda de alguna prenda.

— ¿No es evidente? —Carcajeé y salí de la cama para correr hacia él, tomarlo de los brazos y apegarlo contra una pared.

Acaricie su pecho y besé lentamente sus labios, de forma tranquila y juguetona a la vez. Podría que volviera a suceder y no era una mala opción, más Mark terminó por besar mis labios mullidamente y se separó.

— ¿Sucede algo? —Investigué buscando su mirada perdida en un punto equis.

Sus ojos se fijaron en los míos y suspiró. Tomó mis manos y me arrastró hacia la cama, me invitó a sentarme y sonrió.

—Sé que todo esto... es nuevo, es emocionante, es excitante, pero... no quiero que nuestra relación se convierta en sexo. No quiero que seamos de esas parejas cuales su relación está basada en sexo —Sonrió y acarició levemente mi mejilla— quiero que seamos los mismos de antes y que lo que pasó anoche, no nos cambie. No niego que fue maravilloso y que en cualquier momento vuelva a pasar, pero no quiero que se transforme en un vicio.

Mi lugar eres tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora