Aneurisma Cerebral

¿Una cita?

*FLASHBACK*

-James, cariño despierta.- poco a poco abrí mis ojos para ver quién me estaba llamando.

-Buenos días mamita, ¿qué hora es?.-le pregunté mientras estrujaba mis ojos.

-Son las 8 de la mañana, pero levántate mi amor, tengo algo que enseñarte.- despertó en mi la curiosidad así que me puse tan ansioso que empecé a preguntarle.

-Primero que nada tienes que lavarte la boca y después llega a la sala.- entonces más rápido que flash fui al baño me lave la boca y mientras baja por las escaleras de brinquito.

-Mami ya terminé.-miré muy curioso esa caja que había en medio de la sala.-Mami, ¿qué es eso? ¿qué hay dentro esa caja?.- mi curiosidad me mataba solo quería abrirla.

-Es un regalo ven abre la caja.- no lo tuvo que decir dos veces rápido la abrí y cuando mire dentro de ella. Había una bolita de pelos muy chiquita en una esquina de la caja. Al alzar su cabecita un perrito.

-¡¡¡AHHHHHHHH ES UN PERRITO!!!.-lo tomé, lo abracé y le di muchos besos.-Gracias mami te amo mucho.-la besé y le di un abrazo fuerte.

-No es nada mi pequeño.- me abrazó.

*FIN DEL FLASHBACK*

Después de revisar a los pacientes pude salir temprano. Todavía mi tía no ha llegado y por decido pasear por el parque con mi fiel amigo Pablo. A veces el quería correr por eso tenía que aguantarlo. Siempre me han gustado los perros, los empecé amar desde que mi madre me regaló a Nerón un pequeño rottweiler que fue mi amigo fiel.

Pasaba por unos pequeños establecimientos que estaban alrededor del parque desde cafeterías hasta heladerías. Cuando iba para sentarme en una mesa para así pedir un café Pablo se me escapó de las mano y se fue corriendo.

-¡¡¡PABLO!!!.-corrí con toda mis energías para así tratar de alcanzarlo. Esa bola de pelos es rápida a pesar de que tiene mucho pelo el condenado. Cuándo llegué a otra cafetería y el estaba allí, pero una mujer lo sobaba y acariciaba.

-Hola doc. James, ¿es su perro?, pero que hermoso y tan peludo. Es que me lo como a beso.- era ella, se veía tan diferente ni parecía doctora más bien una mujer sumamente diferente.

-Hola señorita Verónica, y sí esa bola de pelos es mi perro.- dije mientras tomaba su cadena.-Gracias por aguantarlo no sabría que hacer si se va de mi vida.-dije mientras me colocaba en cuclillas para besarlo.

-Es hermoso y tranquilo ya no se irá porque sé que lo encontrarás se te nota que lo ama, oye, pero ¿cuál es su nombre?.-su sonrisa es hermosa.

-Se llama Pablo.-le sonreí mientras ella seguía acariciandolo.

-Qué nombre tan bonito.-me mira y yo me sonrojo mi cara definitivamente está muy caliente.

-Pero que poco educado soy, ¿Quieres tomar un café?.- le pregunté mientras le señalaba una mesa y ella simplemente asiente con una sonrisa muy hermosa que iluminaba su rostro.

Pedimos unos cafés e incluso unos dulces. Hablábamos de cualquier trivialidad eso me gustaba de ella. En realidad puedo decirle que cada tema era entretenido y más con una persona tan inteligente y tan competitiva digo eso porque sabe de todo.

-¿Tienes familia señor James?.-no sé si soy yo o eso sonó pícaro y no sé como reaccionar.

-No, no tengo. Bueno sí solamente a mi tía, pero ella vive en Suecia.- estoy muy nervioso.

-Oh, pero eso está muy bien, pero, ¿y tus padres?.- pregunta prohibida a mi nunca me ha gustado hablar de ellos con otras personas debido a que me hace recordar todas las cosas que he vivido y que he tratado de dejar atrás solo como un recuerdo.

-Perdón señorita Verónica, pero me tengo que ir ya que mi tía debe estar llegando al aeropuerto y tengo que ir a buscarla, pero no podré ir con el. La veo en el trabajo cuidese.-como un total cobarde salí con Pablo hasta mi apartamento que estaba un poco cerca a la verdad, pero iba con la cabeza inundada de preguntas.

-Ufff no debí actuar así.-dije mientras llevaba a Pablo al pequeño patio que tenía. Le coloqué su agua y un poco de comida, al entrar sentí que mi teléfono sonó.

-Hello.-dije con una sonrisa debido a que ya sabía para que era esa llamada.

-HOLA MI AMORSOTE, acabo de llegar y quería saber si me vendrías a buscar.-esa sonrisa tan eufórica y contagiosa era lo que me hacía feliz no iba a estar solo en un momento de dificultad.

-Claro, ya voy para allá esperame ahí y no te muevas por favor. Sabes te buscaré y te llevaré a comer debido a que no he cenado por esperarte.-dije mientras tomaba las llaves y mi cartera.

-Me parece buena idea ya quiero verte y abrazarte. Te extrañé mucho.- corrí hasta mi Panamera un auto con espacio porque sé que traera muchas maletas ella es especial.

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Bueno mis queridos nómadas aquí les dejo el próximo capítulo y espero que les guste. Deja tu comentario o voto en realidad lo que desees.

-Se despide Nómada