Sentí los pechos de Olivia en mi espalda, me agaché para poder sujetar sus piernas. Cuando nos levantamos Millie ya no estaba.
Una fuerte carcajada suena a mi espalda, me escamé. – ¿Me cargas?
Le seguí el juego, mi amiga se comenzó a reír. – ¿Qué? Esa caricatura la ve mi hermanita.
–No pierdes el tiempo. –Me reí levemente, ella comenzó a tararear la canción de una serie que solía ver con mi hermana pequeña.
Sus pechos resaltaban considerablemente con la playera de deportes, borré esos pensamientos y seguimos platicando hasta que la clase terminó. Ella corrió con su amiga, Karina, Millie se acercó dándome un leve empujón.
–Aun así, sigues teniendo buena condición. –Soltó una risita, la volteé a ver.
– ¿Ya no? –Negué con la cabeza.
–Practicaba fútbol.
– ¿Haces ejercicio? –Tenía sus manos entrelazadas por el frente, se veía tan linda.
Las dejé y comencé a trotar, al poco tiempo Olivia se acercó caminando, dejé de trotar para acoplarme a su paso.
–Diez vueltas a la pista. –El silbato sonó y todos comenzaron a trotar.
–Otra vez. –Decía... Frida.
–A ver, a ver, a ver. –Hice fuerza.
Fue durante una clase de educación física que Olivia me habló durante más de veinte minutos. Los niños estaban presumiendo sus músculos, para seguirles el juego les mostré los míos. Unas niñas se acercaron.
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Te abro mi corazón
RomancePrimer amor, el más hermoso. Primer amor, el más doloroso. Primer amor, el que nunca olvidas. Primer amor, el que siempre extrañas. Hay dos formas de leer esta historia, Pov. Millie: empezando por eh... ¿el principio? Pov. Jean: empezando por atrá...