-Dani... Dani despierta-

Escucho a lo lejos que alguien me hablan, pero no logro descifrar de quien se trata.

-¿Dani me escuchas?-

Esta vez escucho la voz cerca de mí pero no veo a nadie, esta todo oscuro.

-Dani abre los ojos...-

Escucho otra vez esa-creo que la persona habla con un tono preocupado- En cuanto escucho eso me doy cuenta de que estoy con los ojos cerrados, los empiezo a abrir. Abro los ojos de a poco y veo a una persona mirándome pero todavía se ve algo borroso.

-Oh estas bien- dijo soltándome y levantándose, dejándome tirada en el piso.

Empiezo a tantear el piso donde estoy acostada, estoy en el pasto, pero... ¿Qué hago en el piso? y ¿Dónde estoy?

Mi vista se mejoró pero con solo escuchar esas 3 palabras y el tono distante y despreocupado -como si no le importara nada- ya se de quien se trata.

-¿Dónde estoy?- Pregunto sentándome con cuidado en el pasto y miro a mi alrededor.

- En la esquina de tu casa- Matt me respondió de forma seca.

-¿Qué me paso?- Sostengo mi cabeza, donde tengo un terrible dolor.

- Yo estaba en la puerta de tu casa, te vi doblar la esquina, luego te desmayaste y acá estamos-

Mi casa... ¡MI CASA!

Me levanto de golpe y camino hasta mi casa, la puerta está abierta. Entro y todo está ¿normal?... Los muebles acomodados y la tele no está rota. ¿Acaso Matt había ordenado todo? ¿Yo no estaba en el pasillo? ¿Cómo puede ser que Matt me encontró en la esquina? ¿Puede que me este mintiendo?

Escucho pasos detrás de mí y inmediatamente me pongo tensa. No puedo confiar en él, no puedo confiar en nadie como lo dijo el mensaje.

-¿Que te sucede?- Preguntó la voz de Matt detrás de mí. Lo ignoro y sigo caminando hacia el pasillo donde es lo último que recuerdo.

Está todo en orden sin polvo, sin cosas rotas, sin nada fuera de su lugar. El lugar esta hermoso en especial por la luz del sol que entra por la ventana.

Vuelvo mis pasos esquivando a Matt que me mira extrañado, cierro la puerta con llave y subo a mi habitación. Matt me sigue pero cierro la puerta antes de que entre detrás de mi.

Dejo mi mochila al lado del escritorio que está en la esquina al lado de la ventana.

Me acuesto en mi cama boca arriba y pongo mis manos en mis sienes, tengo un terrible dolor de cabeza supongo que después de todas las incógnitas que tengo es por eso.

¿Por qué no podía tener una vida normal? ¿Por qué? Ya bastante tengo con lo de mis padres biológicos y ahora esto.

Dos golpes en la puerta me distraen de mis quejas. No respondo, no quiero hablar con él ahora, en lo posible nunca más quiero hablar con él. Escucho la puerta abrirse, la ignoro y me hago la dormida.

-Ya sé que no estás dormida- Escucho como se acerca pero igual sigo con mi actuación- Vamos, abrí los ojos- Me ordena pero lo sigo ignorando.

Siento la yema de su dedo levantando mi parpado. Abro mis ojos.

-¿Qué quieres? ¿No te das cuenta que no tuve un buen día?- Me siento en mi cama algo molesta, el dolor de cabeza me está matando.

-Nada, solo quiero hacer lo que vine a hacer, para poder largarme después-

Y Vos... ¿Sos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora