Y Vos... ¿Sos?

8

Con el corazón saliendo por mi boca después de escuchar ese disparo camino de lado a lado por mi habitación, me acerco a la puerta para abrirla pero mi acción es interrumpida cuando la puerta se abre.

Mi habitación se empieza a llenar de gente con cámaras, junto con un hombre con bigote y ropa animada. El hombre animado -con una sonrisa más grande que la de un niño que recibe el regalo que quería para navidad- me acerca un micrófono a mis labios, con otro micrófono más pequeño que tiene enganchado por su oreja habla.

-¡Felicidades pequeña Dani! Estas siendo filmada para nuestro geniaaal show...- Mira a la cámara que antes me estaba apuntando a mí y grita- ¡BROMAS TV!-

Una persona al lado del conductor de programa aprieta un botón y se escucha como gente aplaude y grita de emoción.

La cámara vuelve a apuntarme y el conductor me pregunta de la forma más alegre del mundo- Cuéntanos ¿Qué se siente que todo lo que te ha pasado haya sido toda una maldita broma para la TV?-

Ojalá pasara eso.
Vuelvo a abrir los ojos.

Aunque mi imaginación es muy mala y sé que eso no va a pasar, una parte de mi quiere que eso pasé, digo ¿a quién que este en mi lugar no le gustaría que le digan que todo es una broma? Pero bueno... eso solo pasa en mi imaginación porque en ese momento entra Matt por mi habitación con una cortadura es su ceja y me hace caer en la cruda realidad.

-¿Qué te pasó?- Pregunto preocupada en cuanto veo que su herida sangra sin parar.

Ignora mi pregunta y se dirige a mi baño con sangre cayendo por el costado de su cara, pequeñas gotas caen en mi piso marrón claro.

Lo sigo por detrás y veo que empieza a abrir los cajones del pequeño mueble que es donde guardo algunas cremas y otras cosas.

-¿Tienes algodón?-

-Si-

Me adentro en el baño y busco en el cajón del medio hasta que lo encuentro y se lo doy.

-¿Estás bien?- Iba a volver a hacer otra pregunta pero me callo en cuando veo que me mira con cara de enojado.

-No estoy para preguntas estúpidas- Sale del baño y busca algo en mi escritorio al no encontrarlo me habla-¿Tienes cinta?-

Le respondo que si con la cabeza y voy en busca de mi mochila.

Dentro de mi mochila hay algunos papeles que no me dejan saber si la cinta está ahí adentro así que meto la mano buscando hasta que la encuentro y se la doy.

Vuelve a entrar en el baño, esta vez no lo sigo, prefiero sentarme en mi cama a esperar que me cuente que le paso por su propia cuenta.

Si hay algo que voy aprendiendo de él en este muy poco tiempo es que no te va a decir lo que quieras si él no quiere. O al menos por ahora es así.

Sale del baño. Era obvio lo que quería hacer con el algodón y la cinta. Pero igual lo digo, el algodón, que se ve que le puso algún desinfectante, lo tiene en su herida y la cinta esta sujetándolo.

-¿Y bien?- Pregunto alejándome un poco.

Sus ojos azules dieron con los míos.

-¿Es necesario que explique lo que pasó?-

-Escuche un disparo...-

-Pues bien, sabes reconocer los ruidos, te felicito- sus aplausos hicieron mucho ruido en el pleno silencio que estamos pasando. Dio un paso acercándose en donde yo me encuentro- Y vos... ¿no me tenias miedo?-