° diez °

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—¿que hizo qué mierda? —inquirió yoongi con su ceño fruncido—. lo voy a matar.

—hyung... no, no, no —hoseok intentó calmarle—. no puedes querer matarle por lo que hizo, es mi novio —el pelirubio le retó.

el pelinegro bufó mientras se recostaba aún más en la silla donde estaba sentado y se cruzaba de brazos contra su pecho.

—vamos yoongi, no te enojes —el menor rogó—. te estás comportando como un bebé.

—quiero que acabemos con toda esta mierda de una vez por todas, te lo suplico —el mayor aflojó un poco su tono de voz—. en serio necesito que paremos con esto.

—¿ya?

—sí, ya.

—ayer mismo seguramente le hice sentir mal cuando le dije que no estaba preparado para llegar a otras cosas —hizo comillas con sus dedos en las últimas palabras—. ¿y hoy quieres que lo deje? yoongi, eso será muy duro para él —hoseok enarcó una de sus cejas.

—pero tambien es muy duro para mí —el pelinegro murmuró con un tono triste.

hoseok quedó cabizbaja, y el silencio se hizo presente en la habitación.
el pelinegro miraba hacia el suelo mientras sus mejillas se inflaban casi sin notarlo.

—yo... está bien... —el pelirubio murmuró luego de unos segundos—. prometo que en unos minutos iré a hablar con él... —yoongi no dijo nada, sólo subió sus piernas al asiento para poder sentarse en canastita—. ¿yoongi? —el menor inquirió pero no recibió respuesta, sólo observo al mayor rascar su nuca mientras seguía cabizbajo, tal vez pensando.

hoseok suspiró, y pasó sus manos por el bolsillo del pantalón que estaba usando, buscando su teléfono. su intención era revisar la hora, así que eso mismo hizo. 

mentalmente organizó un pequeño plan de lo que haría por el resto del día, faltaban un par de horas para que la noche se acerque y quería hablar con jungkook lo más antes posible.

volvió a guardar el teléfono en su bolsillo, y se encaminó hacia el pelinegro, cuando estuvo frente a él se agachó buscando estar a su altura—. yoongi... —le volvió a llamar—. ¿por qué no me respondes?

una mano de hoseok le tomó por la barbilla, levantando su rostro para poder verle mejor. el pelinegro tenía su entrecejo levemente fruncido y en sus labios se formaba un pequeño mohín.

—tengo miedo, hobi —confesó casi al instante.

el menor no supo muy bien qué decir, así que sólo se limitó a regalarle una de sus mejores sonrisas y acariciar la rodilla del mayor intentando darle algo de comodidad.

—no tengas miedo, yonnie hyung, todo va a estar bien —le calmó—. ya mismo iré a hablar con jungkook y prometo que le contaré todo.

—¿en serio lo prometes, hoseok? —el mayor inquirió recibiendo una afirmación por parte del pelirubio—. por favor, cuéntaselo todo.

—no lo dudes —el menor sonrió antes de levantarse lo suficiente como para poder besar al pelinegro.

lo que ahora venía sería bastante difícil.

•°•°•

exactamente una hora después fue cuando hoseok llegó a la casa de jungkook, estaba seguro que su 'novio' se sorprendería con la visita, casi nunca estaban en la casa de jungkook ya que él aún vivía con sus padres.

la casa del menor era un tanto peculiar debido a que el exterior era casi cien por ciento de madera, sin embargo tenía bonitas decoraciones con flores afuera debido a que la señora jeon era muy amante de las flores y se encargaba de mantener su patio impecable.

hoseok tocó el timbre a penas llegó, mientras miraba las flores que estaban a su lado se hacía un discurso mentalmente de qué le diría a jungkook y cómo sería la forma en la que se referiría a él para intentar lastimarlo lo menos posible.

el menor abrió la puerta luego de unos cuantos segundos, y mostró cierta confusión cuando vio a el mayor ahí.

—hobi, ¿qué estás haciendo aquí?

—estaba de paso y quise venir a hablar contigo —el mayor sonrío.

—oh, claro —jungkook le dedicó un sonrisa—. ven, pasa.

el castaño se hizo a un lado para que hoseok pasara, un vez que se adentraron el menor se encargó se cerrar la puerta mientras el pelirubio le echaba una ojeada a la sala principal.
seguía igual de cálida con los mismos retratos y aquella alfombra tan artística en el centro.
jungkook y hoseok compartieron un pequeño beso en los labios en forma de saludo, para que luego el menor intente saciar su curiosidad debido a la visita tan inesperada.

—¿para qué vienes aquí? no pienses que quiero echarte, es sólo que no solíamos estar en mi casa —jungkook dijo mientras se sentaba en uno de los sillones que estaban ahí mismo.

—preferiría hablar de esto ahora.

—oh... ¿quieres agua? —el menor sonrío mientras miraba hacia la cocina.

—¡no, no! descuida —el pelirubio sonrió también y se acercó hasta el menor, sentándose a su lado—. mira, creo que este tema es algo delicado...

—¿delicado?

—bueno, sí, y mucho —tragó saliva por el nerviosismo repentino—. hay cosas que debemos solucionar desde su raíz.

jungkook frunció su ceño levemente por las palabras de hoseok, en realidad se encontraba confundido.

—ya...

—primero que nada, ¿están tus padres? —interrumpió.

—papá está durmiendo en su cuarto y mamá salió a comprar ciertas cosas hace unos minutos.

—mejor así...

—¿y bien? ¿qué quieres decirme?

jungkook sonrió nuevamente mientras se sentaba de una manera más cómoda.
sus ojos brillaban, y su sonrisa era impecable cuando miraba a hoseok como si fuera realmente su todo.

—dímelo ya, por favor —jungkook pidió—. tengo curiosidad, y necesito saber qué pasa —tomó una de las manos de hoseok para acariciarla.

entonces fue cuando todo se derrumbó y el pequeño discurso de hoseok se fue directamente a la mierda.
simplemente no podía, no quería dañar a jungkook.
hoseok lo quería, hoseok los quería a los dos.

falta poquísimo para que termine ay

UNFAITHFUL ━ YOONSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora