¿Odio O Amor?

Capitulo 28.

Tomamos nuestras llaves y subimos a mi auto, atrás nuestro venía otro donde estaban Matteo y Gaston.

—No se pongan tan dulces, recuerden que los estaremos viendo —dijo Gaston y yo rode los ojos.

—Como tu y Nina —contraataque.

Ellos habían estado saliendo últimamente.

—Solo recuerden que estaremos cerca —dijo Gaston.

Ambos asentimos y nos adentramos al cine, compramos las entradas y entramos.

(…)

—Hacen una hermosa pareja —dijo sarcásticamente, Nicolás​ Navarro mientras llegaba hacia nosotros.

Cuando salimos del cine decidimos ir a dar una vuelta y para mí mala suerte nos lo encontramos.

—La hacemos —afirme— ¿algun problema con eso? —pregunte.

—No durarán mucho, ustedes se odian.

—Correccion, nos amamos ese odio que decíamos tenernos nunca existió, y déjame decirte que terminar contigo fue la mejor decisión que pude haber tomado.

—No te das cuenta, que eres otra más, luego vendrás a mis brazos, llorando porque te rompió el corazón.

—Nunca haré eso.

—Eso dices ahora, pero no pasará mucho tiempo para que eso pase.

—En todo caso, no correría a ti.

—Eso no lo decías antes.

—Tu lo dijiste antes, no ahora.

—Como quieras, pero ambos sabemos que volverás corriendo a mis brazos, porque este —señalo a Simon— no supo valorarte.

—Ya quisieras —dije y jale a Simon de alli.

Matteo y Gaston se acercaron, preocupados.

—¿Todo bien? —pregunto Matteo y ambos asentimos.

—Solo era Nicolás Navarro, nada grave.

—¿El villano de su historia?

—Luna te lo dijo, ¿verdad? —el asintio.

(…)

Después de lo sucedido con Nicolás decidimos que ya era momento de regresar, yo estaba cansada y el tenía que hablar conmigo.

—¿Que tienes?

Desde que Nicolás habló conmigo estaba muy pensativo.

—Nada.

—Se que tienes algo, si no me quieres decir está bien, pero cuentas conmigo para lo que sea.

—¿Como estás segura que no eres otra mas? Digo ¿porque estás tan segura que no te fallaré?

—Porque confío en ti, comentaremos errores​, pero podremos solucionarlos, juntos, aparte no creo que quieras que regrese con el estúpido de Nicolás.

—No quiero eso —murmuro.

—Nunca lo haría, y lo sabes perfectamente. Empezamos odiandonos y mira ahora estamos aquí juntos.