¿Odio O Amor?

Capitulo 3.

—Eso quería oír —dijo y se paro para empezar a caminar hacia la puerta pero se detuvo—. Me pareció oírte decir que me llevarias —rodé los ojos, yo y mi bocota.

—Si —dije y tome mis llaves junto con mis cosas para seguirlo para luego ir hacia su casa.

Simon.
Ambar me llevó a mi casa y mis padres estaban afuera esperándome, yo solo voltie a verla.

—Es tu problema no el mío, ahora entra y areglate rápido, te estaré esperando que sino no llegas —dijo y salí esperando un buen regaño.

Me bajé de su auto y me encaminé a mi casa.

—Buenos días —dije saludándolos como que si nada.

—Sabemos que ya eres grande, pero mi casa mis reglas, no puedes andar faltando a dormir como si nada, tienes que ser mas responsable —dijo mi padre ignorando mi saludo.

—Ya ya, no lo volveré hacer —dije entrando seguido de ellos, Ambar Smith estaba viendo esta escena y no eso no me agradaba para nada.

—Al menos me ¿puedes decir donde pasaste la noche? —preguntó mi padre.

—En la casa de un amigo —menti.

—Entonces ¿porque venias en el auto de una chica? —preguntó, mierda.

—Venia con una chica —dijo mi madre emocionada—. ¿Donde esta la desafortunada? —la mire mal—. Ambos sabemos que no eres un ejemplo a seguir. Ahora dime ¿donde esta? —preguntó emocionada.

—Afuera esperándolo en un auto —dijo mi padre.

—Y no la has invitado a pasar, ¿que paso con tus modales? —preguntó y sin esperar respuesta salio en busca de ella, yo miré mal a mi padre.

—Si al menos vas hacer las cosas, tienes que pagar las consecuencias —dijo mi padre pero lo ignore y fui a mi habitación a alistarme Ambar Smith no sabe en que lo que se a metido.

Ambar.
Estaba tranquila mi auto cuando una señora toca la puerta, inmediatamente bajo la ventana del auto.

—¿Pasa algo? —pregunté confundida.

—¿Vienes acompañando a Simon? —preguntó.

—¿Hay algún problema con el? —pregunté.

—Ninguno querida, baja y hablamos mas tranquilas —dijo y yo subí la ventana del auto para acto seguido bajarme y tomar las llaves.

—¿Que pasa? —pregunté confundida mientras cerraba la puerta de mi auto.

Ella se presentó como la mama de Simon Alvarez y me invito a pasar.

—Y dime ¿cuanto tiempo llevan juntos? —preguntó refiriéndose a Simon y a mi.

—Nosotros no somos novios —aclaré.

—No tengas pena, no se los prohibire ni nada —volvió a insistir en que nosotros somos novios.