Exquisitos y peludos kiwis marrones acompañados con brillantes limones y dulces fresas forran el interior de bolsas de plástico que se agitan y tiemblan con el peso de cada paso. Un leve silbido florece en el aire cálido, teñido con la felicidad de la primavera y el beso del Sol vespertino en su suave cabello mientras camina por la calle con un saltito en sus pasos.
Hay un revuelo especial de personas en la zona comercial hoy debido al fin de semana, y las tiendas se ven vivas con vibrantes risas y energía. Los frentes de las tiendas están decorados con lo último en moda y cosméticos, con anuncios de rebajas lanzando números rojos y exclamaciones. Kyungsoo mira algunos de ellos mientras va caminando sin prisa, pero ninguno de ellos realmente atrapa su atención hasta que una tienda de colores pastel salta a su vista; la ventana adornada con lo que parecen ser tiernas cunas y convenientes carriolas.
Fue por mera necesidad impaciente lo que lo hizo pararse en la pintoresca tienda, sus ojos abriéndose grandes, para ver mejor todos los emocionantes juguetes y ropas diminutas exhibidas alrededor de la tienda. Su imaginación comienza a regar arcoiris y nubes cuando llega a tocar algunos de los objetos, un babero estampado aquí y una botella azul allá.
Y mientras está vagando en el fondo, hay un objeto solitario que llama su atención y una sonrisa se extiende por sus mejillas al mismo tiempo en que lo mira, tomándolo entre sus manos y apretándolo. Y cree que es perfecto. Hay algo en él que lo atrae y no puede detener la adrenalina que está corriendo por sus venas sólo por el pequeño peluche. Lo sostiene en su antebrazo y contra su pecho mientras continúa su camino a casa, consiguiendo miradas raras de los transeúntes, pero no le importa.
Porque los conejos de peluche personifican perfectamente su vacío.
***
Cartulina de color crema con un diseño estampado en relieve haciendo ornamentos en el papel sólo para ser interrumpido por un moño plateado deslizándose en ésta. Un complemento perfecto a la caligrafía igualmente plateada y un sobre que combina. Jongin le da vuelta a la invitación que está entre sus dedos y procede a poner el código de seguridad para entrar a su casa.
Aún contemplando la lujosa carta, nota un conejo de peluche sentado en el piso y se detiene de repente.¿Qué demonios? piensa mientras se quita la chaqueta y entra a su casa. Las suaves pisadas se acercan hacia él ahora al mismo tiempo en que levanta el peluche y lo inspecciona, apretando con las manos su estómago sorprendentemente rígido y moviéndole las orejas.
"Kyungsoo, ¿qué es esto?"
"Es un conejo, por supuesto. Me ayuda en la casa," responde el mayor, completamente serio y sonriendo como si fuer lo más normal del mundo que los adultos jueguen con animales de juguete.
Y tal vez lo sea pero Jongin rápidamente, como un libro hojénadose, recuerda lo que aprendió en la escuela sobre trastornos mentales mientras mira pasmado a su compañero, aún sosteniendo el peluche en sus manos. Kyungsoo parece ignorar su expresión descaradamente confundida de todos modos, quitándole el peluche a Jongin y dando saltitos hacia el pasillo.
Kyungsoo incluso le pone Jonginnie, para el colmo de Jongin, y procede a cargar el conejo con él a todos lados. Jongin lo nota. Nota su presencia cuando Kyungsoo está planchando el traje para él, cuando limpia la barra de la cocina, e incluso cuando se lo lleva al baño (porque qué demonios podrían estar haciendo en el baño, vamos). Y esto deja a Jongin sentándose cerca, mirando con un puchero cómo Kyungsoo ríe con la bola de pelusa, todo el tiempo abrazándolo contra su pecho.
Está mal sentirse de esta manera hacia algo que no tiene cerebro, pero Jongin le tiene envidia de todos modos.
Eventualmente está harto y cansado de este maldito conejo que se aparece por todos lados sin razón aparente (y lo reemplaza del lado de Kyungsoo, muchas gracias). Entonces después de una semana de tener que soportar las extrañas apariciones del peluche, decide buscar en internet las posibles razones por las que su esposo querría cargar un estúpido conejo con él.
Después de encontrarse con resultados extraños y respuestas variadas de la gente en internet, hojea con devoción los libros de psicología que están en sus estantes saturados, y encuentra dos palabras que lo tienen mordiéndose el labio inferior en una extraña clase de aflicción.
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Iris ; Kaisoo
FanfictionSólo toma treinta segundos para que Kyungsoo se enamore por primera vez.