Umbra

658 48 14
                                    

Suho detesta la primavera.

Primavera con sus corrientes de aire y ozono, su despertar del mundo; una gran cantidad de brotes verdes saliendo de la húmeda tierra, el regreso del trinar de los pájaros escondidos en los arbustos, pétalos blancos-rosas que caen elegantemente desde los árboles, bailando y arremolinándose en su complejo ritual antes de besar la superficie con suavidad aterciopelada.

Si, Suho odia eso.

Es en días como estos donde la atmósfera no es tan caliente y no exactamente frío que su insomnio comienza a apuñalarlo nuevamente con un cuchillo de carnicero a media noche, la dolorosa soledad es un recordatorio del trágico final que aún refleja en los espejos de su destrozada alma, saltando, aumentando —Cállate.

Es en días como este cuando contempla las fibras de la segunda almohada de su cama más de lo usual, su mano acaricia la tela en la que no ha dormido o remplazado en cuatro años; la cantidad de tiempo que parece haber pasado desde que sus ojos perdieron la habilidad de ver o comprender el color, todo se filtra en matices silenciosos y monocromáticos. 

Es en días como este cuando le toma un poco más estar listo en la mañana, un poco más para cepillar sus dientes y vestirse. Y luego el reloj. Tic Tac

Las yemas de sus dedos apenas se mecen sobre su brillante e intrincado rostro, un reloj demasiado ostentoso para ajustarse a su simple conducta y estilo de vida ya que prefiere los colores neutrales, líneas limpias y sin complicaciones.Es una sombría e inmemorial nostalgia, como verse así mismo en una agrietada polaroid—más bien a la persona que solía ser; como navegar a través de recuerdos que parece tener piel arrugada, canas y huesos que parecen estar al borde de la muerte. 

Porque es en días como este cuando más extraña a su primer amor. 

---------------

Siempre ha sido fácil para Suho leer a otros; detectar sus emociones, pequeños momentos y movimientos en sus mejillas, movimientos rígidos y suaves. No es como si los humanos son increíblemente difíciles de comprender ni nada. A su vez fue fácil para él llevarse bien con los otros. Todo lo que tenía que hacer era ser amable y neutral sobre todo, ocultar sus verdaderos sentimientos, y ser diplomático hasta el final. 

Esa es la clave de su éxito. Esa es la razón por la que fue elegido como presidente del cuerpo estudiantil cada año sin falta desde primaria, la razón por la que pudo obtener tanto respeto en la escuela y trabajo, la razón por la que siempre podía mantener sus relaciones distantes y sin complicaciones. 

Pero a cambio de un estilo de vida ideal, tuvo que haber un sacrificio hecho en algún lugar  y su sacrificio llegó en forma de altas expectativas. Las personas tenían muchas esperanzas puestas en él, y llegó a aceptarlo. 

Cuando IRIS le notificó que su cónyuge había sido determinado para él, lo acepto también. 

Pero la vida no está destinada a ser fácil.

“Eres un tipo aburrido, Suho.”

Suho se detiene sorbiendo su té verde, el líquido verde jade impregnado en la curva de sus labios alrededor de la taza. Su perfecta máscara de cerámica se retira por una fracción de segundo, una desesperada y caótica evaluación de los vasos sanguíneos y las células de la piel apenas perceptibles para el ojo humano, antes de una transformación aún más formidable. Es una tranquila y compuesta capa  embarrada en la cima de sus emociones que hierven a fuego lento ya que su taza de porcelana cae en su platillo con un suave tintineo. 

Un desconcertado suspiro está agrupando dentro de él rebotando con pensamientos de preocupación entre longitudes de onda de la lógica como tratando de averiguar lo que él podría haber hecho mal y como arreglar  la situación. Así que, retrocede un poco para controlar los daños. No es la gran cosa. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 06, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Iris ; Kaisoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora