08 de Abril del 2017
En los cuentos de hadas los personajes son fáciles de identificar, los malos siempre usan capas negras. Los príncipes son caballeros, guapos y tiernos. Las princesas cantan y bailan. Pero luego crecemos y nos damos cuenta que en la vida real, no todos los que parecen ser malos lo son, a veces es todo lo contrario. No todos los príncipes son tiernos, a veces el chico que parece frio, es más caballero, y ni todos los guapos son caballeros, algunos son pretenciosos e idiotas. No todas las princesas cantan y bailan, algunas simplemente van caminando con la mirada perdida. Los cuentos de hadas nos pintan la vida de una forma que solo existen en los ellos, no los pintan como si el amor fuera perfecto, la vida fuera fácil, pero no es así. La vida no es un cuento de hadas, es un libro sin fin, con miles de historias y misterios, pero no perfecto.
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