Mientras todos disfrutaban dentro del autobús y las luces nocturnas se encendían mientras que anochecía, el escenario cambiaba por el movimiento, trabajadores borrachos en los bares, disfrutando de la velada luego de una ardua jornada con un pesado jefe. Estudiantes de último año a las afueras de las casas del lugar, o en las esquinas charlando y fumando, como solían hacerlo, los maestros y padres les llamaban 'rebeldes', pero ellos no eran más que jóvenes viviendo su juventud. Unos cuantos perros callejeros se amontonaban en los basureros de los restaurantes buscando alimento, ya era rutinario, quién pasaba se enternecía al verlos, pero no hacían nada al respecto. Y el cielo nocturno alumbraba a los amantes en las bancas, romance presente en el aire, el cuál mecía las hojas de los árboles en un suave sonsonete placentero, que arrullaba a los transeúntes y personas del lugar, era especialmente templado el ambiente, considerando que era finales de Junio.
El vehículo estaba adornado de morados, azules y verdes oscuros, los cuales se mezclaban con el ambiente, y sumados a las calurosas luces naranjas del matsuri, daban un ambiente familiar, aunque estuviesen en un lugar lejano al de su escuela y sus alrededores, casi en medio de su nada, sumida en el miedo de que nadie les conoce y algo podría ocurrir.
Las risas, conversaciones y rezos inundaban el espacio, todos absortos en sus propias actividades, sin prestar atención a la familiar escena que se desenvolvía frente a sus ojos, la cual no podía ser admirada por nadie más que ellos, quienes disfrutaban del brillante futuro ante sus ojos, y la esperanza del mañana y su juventud. No eran más que estudiantes, y eso era lo único que les importaba, mejor disfrutar lo que se tiene antes de que se desvanezca, como la arena.
El reloj había marcado las 9:03pm en la delicada muñeca de Benjiro Kugimiya (Chico #10 del grado noveno A de la preparatoria Romano), mientras el joven disfrutaba la calidad de una buena conversación informal con su querido amigo Kazuo Amagiri (Chico #1), ambos sentados uno junto al otro, y sonriendo por sus puntuales comentarios de felicidad fugaz, dándoles así un recuerdo que perdurará mucho tiempo, o nadas disueltas en minutos, cambiando a algo nuevo, mejor, y avanzando más allá.
Ambos muchachos eran muy callados y tímidos, pero juntos iluminaban a los oyentes con sus atesoradas sonrisas, arte vivo, ácido pero de duradera memoria, anclada en sus presentes, disfrutable, como su verano.
Era una de las líneas del fondo, y detrás de aquella se sentaba una joven, silenciosa, en penumbra, solitaria por el gran número de asientos disponibles, y sin ganas de mucho. Su larga cabellera color miel mecía con ella en un ambiente sereno, sin preocupación, el pensamiento de estar en una playa al anochecer era el que le inundaba y el que manejaba su sentir, mientras que sus vívidos ojos azules inspeccionaban el lugar.
Sayuri Narumi (Chica #12) no sentía ganas por conversar en aquel momento, era la guardiana de todos, aire en silencio y postura en luto, como un muerto, ojeando a los vivos que visitaban su campo, en una muy fría noche, añorada desde marzo, con el paso de las estaciones, el cual perdió aquel mágico significado del que tanto le narraba él.
Hasta el frente del autobús el bullicio provenía, el grupo de compañeros alegre le daba confort en su insegura soledad, pero sin hacer más que ello, y avivar el fuego de su alma, por lo que vivía y eventualmente le haría morir, como todo.
La voz demandante de Kokone Hatsu (Chica #2), auto-proclamada líder de las féminas se mezclaba con el potente aullido de uno de los delincuentes irritados, Shin Izumi (Chico #7). Encontrados ambos en una pacífica pelea en juegos de manos, los cuales alegraban al gentío de compañeros que compartían sus día a día juntos, la disputa por la soberanía se alzó, dejando a un lado la gentileza del vivir común, y las humildades de sus inicios, por frivolidades válidas para su presente, calmadas y sencillas, como sus vidas.
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BATTLE ROYALE || [CERRADO]
FanfictionEn un mundo con la filosofía de la supervivencia al más fuerte, las ansias por libertad y revolución nacen de las cenizas de la violencia que deja atrás la juventud, masacres todos los días en televisión y una máscara sangrienta sobre las lágrimas d...