Mi Hada Rosa

Capítulo 5

-Doctores siento haberlos hecho venir hasta aquí para nada-se disculpó la jefa del servicio administrativo de la guardia nocturna.

-Maldición llegamos tarde-dijo el rubio apretando los puños.

-La paciente fue trasladada por civiles, testigos oculares del accidente. Los paramédicos revisaron la parte trasera del automóvil buscando su identificación, por sí la había perdido allí. Los enfermeros encontraron rastros de masa encefálica de la víctima, pero todavía tenía signos vitales, mientras la ingresaban entro en paro. Intentaron estabilizarla pero no lo consiguieron. Los llamamos porque los médicos de guardia están atendiendo otra emergencia, un choque múltiple, no estamos dando abasto-concluyó la mujer dándoles el parte médico por sí querían chequearlo.

Sasuke abrió los ojos de sorpresa, podía leer el nombre de la paciente que acababa de morir.

HARUNO SAKURA.

-No, no puede ser-susurró.

-¿Teme?-le llamó la atención el rubio, pero al ver que su amigo no reaccionaba miró el parte-No puede ser-dijo él también.

-Debe haber un error-el azabache levanto la vista-¿Han llamado a la familia?-le pregunto a la administradora.

-Sí, el padre de la joven viene en camino para identificar el cuerpo-le aseguró la mujer.

El moreno sin decir una palabra se dirigió a la morgue, necesitaba ver él mismo el cuerpo. Le costaba respirar, la imagen de los ojos de Sakura la primera vez que los vio y el sonido de su hermosa risa lo embargaban. Como médico liderar con la muerte era cuanta corriente, pero por alguna extraña razón deseaba que aquello no fuera más que una mera coincidencia o un desagradable error.

Naruto lo siguió en silencio, al entrar a la morgue se acercaron al único cuerpo cubierto que había en una de las mesas de observación, Sasuke lo descubrió.

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-Oh por favor que esto sea una jodida broma, un grandísimo malentendido. No Sakura, por favor-sollozo la rubia en la limusina.

-Calma mi pequeña-intentaba en vanó calmarla su padre.

-¡Esto es culpa tuya!-explotó de la nada la rubia-¡Por fusionar la constructora y no valorar a tú hija!-
Kizashi no le respondió sólo guardo silencio.

-Ino cálmate-le ordenó Inochin.

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Una joven estacionó su vehículo a dos cuadras de un puesto de comida rápida, ella se alimentaba gracias a la comida que vendían en los puestos en las calles, no tenía tiempo de cocinar. Llegaba agotada a su departamento, después de un arduo día de trabajo y cursar las ultimas materias de su carrera universitaria, su tiempo era demasiado limitado como para ponerse a cocinar.

Paso por la parte con césped de la plaza para acortar camino hacia el puesto de comida, cuando oyó un sollozo, que provenía de unos arbustos, se acercó para ver que sucedía.

Una chica en ropa interior estaba en el piso abrazada a sus rodillas.

-Ey-le dijo, pero la chica la ignoró.

Se acercó otro poco y todo su hombro, le desagrado ver el terror en su rostro.

-Hola, mi nombre es Mirai, no voy a hacerte daño cariño-

Sakura no llegó a leer bien sus labios por la oscuridad, pero supo por instinto, que podía confiar en esa mujer. No como la otra que la había tomado por sorpresa amenazándola con una navaja, para finalmente acabar robándole su ropa y cartera.

Mirai se quitó la campera que tenía atada a la cintura y se la entregó a Sakura, ella se la puso. Algo del frío se le fue, pero en el ambiente había un gran hedor.

Estando ya de pie cerca de uno de los faroles del parque la pelirosa le dio las gracias a aquella joven que apestaba, pero parecía inmune a su propio hedor. Mirai identificó enseguida el lenguaje de señas, sacó su teléfono del bolsillo.

<¿Eres sorda o muda?> le escribió dándole, el teléfono a la pelirosa.

<Las dos. Mi nombres Sakura Haruno, muchas gracias por ayudarme. Una loca me robo toda mi ropa y mi cartera> le respondió.

<Mi nombre es Mirai Sarutobi, sí quieres puedes llamar a un familiar. Puedo llevarte a la comisaría para que hagas la denuncia Sakura>

<No, muchas gracias Mirai, yo prefiero ir al hospital>

<¿Estas herida?>

<Nada serio>escribió en el teléfono Sakura bajando el cierre de la campera y mostrando su cuello.

POV MIRAI

Eso necesitará puntos

FIN POV MIRAI

<Bien vámonos. Vas a tener que perdonar el desorden en mi auto, soy estudiante de veterinaria y trabajo en el parque medio tiempo. Hoy no está entre los mejores días que he tenido>

La pelirosa sólo le sonrió.

Al subir al auto Sakura casi se desmaya. El hedor allí era vomitivo, con las ventanas cerradas probablemente llegaría inconsciente al hospital. Se las ingenio para pedirle permiso de ir con la ventanilla abierta.

-¿Claustrofobia?-pregunto Mirai y la pelirosa asintió con desesperación-Sí, no hay problema-espetó la joven.

Lo cierto es que ese en verdad había sido un día largo para Mirai, primero la yama Juliano le escupió (de nuevo) y eso era asqueroso. Podría asegurar que el animal se la tenía jurada. Después uno de los zorrillos, rescatados que próximamente serian puestos en libertad, le había orinado en el cabello. Estuvo más de dos horas tratando de quitarse el hedor del cabello y el suéter hasta que finalmente lo logro. Lástima que sus compañeros de turno se habían ido, sino les habría podido presumir su victoria.