(Sé que me demoré más de un año en actualizar, al menos con este fanfic....la cosa es que bueno, estoy acá hoy ¿no?...)
Sentía como alguien la sacudía con suavidad, sabía que debía despertar, pero sus párpados le pesaban. Con algo de fastidio comenzó a abrir sus ojos, reprimido un ligero bostezo, hizo el intento por estirarse. Estaba en un lugar bastante estrecho por lo que no consiguió acomodarse como hubiera querido, pero de todas formas logró salir de su letargo posando su mirada en Suigetsu, que la observaba con picardía.
-"Bella durmiente"-le dijo sonriendo.
Sakura le dio un empujón por aquel comentario y término de incorporarse en el asiento de copiloto del automóvil, miro hacia delante y vio la fachada de la estancia de la familia Hōzuki.
-"¿Qué?"-pregunto fingiendo desconocer el motivo del desconcierto de la pelirosa.
-Ah-suspiro-"Tú también me vas a tomar el pelo, genial"-espeto sin más, desabrochándose el cinturón de seguridad.
Haciéndose a un lado el peliceleste le dio lugar abriendo por completo la puerta y dejando su mano extendida para que ella saliera. Era un genuino gesto de todo un caballero en pleno acto de cortejo, la estirpe de la sangre de sus antepasados, hacía de sus movimientos gráciles una maravilla para el deleite de los ojos de cualquiera. Pero sabía de sobra que a los Hōzuki de la actualidad no les era grato rememorar las "hazañas" de sus antepasados, quienes por más de 1000 años se codearon con la realeza Británica, solo por mencionar una contemporánea.
-"Gracias"-le dijo al bajar.
-"Creí que después de tanto estrés, no te vendría nada mal un descanso. Envíe a traer tus cosas, antes del anochecer estará todo aquí"-informo el ojivioleta antes de cerrar la puerta del vehículo-"Olvide mencionar que Mangetsu está encantado por tu visita"-agrego sonriente.
Sakura continuaba perpleja. Un hábito que lo venía caracterizando desde que se hablaron por primera vez y se sonrío al recordarlo.
FLASH BACK
Estaba en el patio de juegos de su escuela primaria, en pleno recreo sentada en un banco bajo un frondoso nogal dibujando. A pocos centímetros de distancia se encontraba su "maestra de apoyo", que no la dejaba sola ni cuando iba al baño. Ese día Ino no había podido asistir a clases, porque había pescado una gripe, por lo que las cosas eran demasiado aburridas, sin ella muchas situaciones se le volvían realmente complicadas en el último tiempo. De la nada vio una hoja de papel posarse sobre su cuaderno de dibujos.
[Hola]
Extendió su visión hasta el borde del cuaderno, se topó con los zapatos, las medias y los pantalones que caracterizaban el uniforme de los varones en la escuela. Este detalle no era algo para sorprenderse, estaban en el predio de dicha Institución Educativa, pero desde aquel incidente, se ausento un tiempo de la escuela, le llevo prácticamente un año volver. Había sido preparada para tener clases en su casa, rendir los exámenes libres hasta ponerse al día y comenzar a cursar nuevamente. A pesar de haber quedado sorda su padre la envío al mismo colegio, que por temor a una inminente demanda por parte de la familia Haruno y a perder la reputación de ser un lugar seguro para los hijos de la personas de alta sociedad, había reforzado su seguridad. Se decía que era más segura que una cárcel. El punto es que la única de sus compañeros que compartía su tiempo con ella era con Ino (seguidas ambas por su maestra de apoyo), ninguno de los niños parecía querer integrarla, no por maldad, sino por mera ignorancia o falta de ingenio. Como bien le solía decir su padre.
Al ver la nota levanto la vista lentamente y se topó frente a frente con unos hermosos ojos color violeta, una sonrisa traviesa y unas mejillas sonrojadas. Ese cabello celeste, estaba segura que lo había visto antes.
El niño le sonreía, levantado su mano derecha la saludaba. Entonces por primera vez Sakura hizo algo que nunca antes había hecho (prestarle atención a su maestra de apoyo, fuera de clases, ya que usualmente la ignoraba), frunció un poco el entre cejo al posar su mirada en ella-"¿Quién es y qué quiere?"-le pregunto.
La mujer hizo su trabajo de intérprete preguntándole al niño quien era y que quería.
-Mi nombre es Suigetsu Hōzuki, vamos al mismo grado, pero estoy en otra división. Acabo de llegar, hace poco a la cuidad y es mi primer semana de clases aquí. Quiero ser su amigo, los niños comentaron que no puede oír, yo tengo un hermano mayor que tampoco oye según lo que me contó mi mamá. Pero no sé hablar en el lenguaje de señas ¿le molestaría jugar conmigo hasta que pueda aprenderlo?-
Su maestra le repitió a Sakura lo que el niño dijo tal cual, si bien la pelirosa podía leer los labios, cuando le hablaban muy de prisa en ocasiones solo lograba entender la mitad de lo que le decían. Le faltaba algo de práctica en ese aspecto y en muchos otros también, pero como su terapeuta le había dicho, un paso a la vez, nadie nace sabiendo, ella tenía tiempo de crecer y aprender a vivir con su condición actual.
Mientras Sakura meditaba mirando atentamente al niño que le sonreía con simpatía. En este último tiempo ella se había vuelto algo reacia a socializar, pero por una extraña razón el niño le caía bien y ella tampoco tenía muchas opciones en ausencia de Ino, por otro lado él era un recién llegado, probablemente estaría tan solo como ella.
[Como es que teniendo un hermano mayor sordo tú no sabes el lenguaje de señas] escribió en su cuaderno, entregándoselo al niño.
Al leerlo la sonrisa en el rostro del pequeño se desdibujó un poco, entonces escribió y le regreso el cuaderno a la pelirosa.
[Es que tenemos mismo padre y distinta madre, nunca vivimos juntos, pero según mi madrina dentro de poco tiempo vamos a vivir juntos]
Cuando termino de leer y vio dolor en los ojos del niño decidió cambiar de tema. Estaba algo sorprendida por su sinceridad, pero no le molestaba, de hecho eso hacía que quisiera pasar tiempo con él.
FIN FLASH BACK
Desde ese día en adelante Suigetsu era una caja de sorpresas, no solo por su franqueza y carisma, sino por sus ocurrencias, en el tiempo que paso desde aquel primer encuentro en el patio de la escuela, hasta el día de la fecha su esencia era la misma.
El hijo extramatrimonial, que pasó su niñez aislado, sin tener el mínimo contacto con la parte paterna de su familia, que perdió a su madre a la tierna edad de 10 años. A partir de lo cual comenzó a formar parte de la familia Hōzuki de manera oficial y que se esmeró para no ser una molestia o una carga. Siempre atento a las necesidades de su padre, madrastra y hermano mayor.
Los Hōzuki hicieron todo lo posible para que Suigetsu jamás se sintiera como un extraño, lo incluyeron de la mejor manera en la que les fue posible en la familia. Trataron de preservarlo, ocultándole el hecho de que su madre le negó la paternidad a su padre, este no supo hasta que ella murió que tenía un hijo con aquella mujer. La señora Hōzuki, no se molestó, dado que en el tiempo que Suigetsu fue gestado el matrimonio se había disuelto, por fortuna posteriormente ellos pudieron solucionar su situación. Y lo que más termino de encantar a la mujer no fue la pena por un joven huérfano de madre, sino el niño que defendía con fiereza a su hermano mayor, al cual le era devoto.
Suigetsu fue la salvación para los Hōzuki, aunque él lo viera a la inversa.
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Tras un pesado suspiro la rubia respondió- La madre de Sakura...ella perdió la vida en un accidente-les dijo en tono monótono.
-Un accidente, ¿he?-intervino Sasuke.
Ino sonrío, dado que al parecer el único que percibió algo más haya en lo que dijo fue el azabache menor.
-Mebuki no se "acostumbro" a la nueva vida junto a su hija en esa condición, comenzó a beber en exceso, era raro encontrarla sobria, no era la mejor imagen para Sakura, que recién estaba iniciando otra vez sus clases luego del atentado-la rubia guardo silencio de repente-Bueno, no es algo que me corresponda a mi divulgar, si quieren saber ya que son socios de negocios, pregúntenle a Kizashi. Creo que él es el más indicado para responder a ciertos interrogantes-
Ante la desconcertada mirada de los tres hombres Ino se dispuso a retirarse, lo único que le importaba era el bienestar de su amiga, Kizashi y Mebuki le tenían sin cuidado.
El incómodo silencio que se produjo dejo ver entre líneas un conflicto interno entre los Haruno.
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Mi Hada Rosa
FanfictionSakura Haruno es la heredera de una importante empresa constructora de Inglaterra, hija única de padres divorciados. Sumamente sobreprotegida y de igual forma subestimada por su padre, quien solo ve en ella a una joven muy inteligente, pero vulnerab...