Capítulo 18

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Al salir del ascensor Sakura titubeo por un momento, ya no se sentía tan cómoda con la idea de regresar allí dados los recientes acontecimientos. También estaba agotada, le dolía mucho la cabeza, pero por muy extraño que esto llegara a sonar no pensaba precisamente en su novio y la situación en la que lo encontró, lo cual al fin de cuenta terminó siendo el desencadenante de que ella estuviera ahora en ese lugar.

Naruto la observo y sintió salir a flote su instinto protector. Se acercó a ella, la tomo por el hombro izquierdo pegando su cuerpo al suyo. Cuando la pelirosa lo miro, le regalo una gran sonrisa. Su calidez reconfortó a la ojijade.

POV SAKURA

Él es como el sol

FIN POV SAKURA

Y así entraron al departamento.

-¿La loca se fue?-pregunto el rubio despreocupadamente.

-No la llames así-lo regaño Itachi, dirigiendo miradas censoras a su hermano.

Naruto se encogió de hombros-Teme no estás muy dolido, ¿verdad?-

Sasuke no respondió, ni siquiera lo había oído en primer lugar, aunque su aspecto fuera imperturbable en su interior se desataba una terrible tormenta. Él solo había visto a la señorita Haruno entrar abrazada a Naruto, lo miraba con admiración como si se encontrara junto a su máximo ídolo. Sus mejillas se encontraban teñidas de un leve rubor que resaltaba sus hermosos rasgos y sus ojos se veían radiantes, llenos de vida, ya no había ningún rastro de temor en ellos. Y como si eso fuera poco el Dobe acariciaba su hombro en un gesto muy íntimo, demasiado para su gusto ¿Qué tanto habría pasado entre ellos en apenas unos minutos para tener semejante confianza? Reconocía que el rubio lograba ganarse a las personas con mucha facilidad, hasta a aquellos de personalidad más reacia.

Pero nunca antes sintió tantos deseos de estampar su puño en el rostro de su amigo. Naruto se había comprometido, estaba a punto de casarse ¿Acaso era mucho pedir que tuviera las manos quietas? Y ella que continuaba mirándolo como si fuera una imagen inmaculada, hacía mucho peor la situación.

Lo que termino de regresarlo a la realidad, fue que se sorprendió a si mismo pensando de esa manera. Él no comprendía sus sentimientos, solo sabía que cuando esos dos aparecieron ante sus ojos con tanta complicidad entre si todo se volvió rojo. Entro en cólera, pero no supo disuadir un sentimiento que le era desconocido. Primero lo había sentido cuando la señorita Haruno se abrazó desesperadamente a su hermano y ahora lo sentía nuevamente.

-¡Sasuke!-su padre lo llamaba.

De forma prácticamente autómata el moreno dirigió su mirada hacia dónde provenía aquella voz que conocía tan bien y al mismo tiempo se dio cuenta que ya no se encontraba en la sala del departamento, ahora estaba en el despacho.

-Hijo, ¿Qué tienes?-su padre estaba preocupado y la expresión de incertidumbre en su hijo menor, no lo tranquilizo.

-No...yo...¿no estaba en la sala?-

-Allí es donde pensé que habían ido ¿discutiste con tu hermano?-

-No-

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La rubia subió apresurada al ascensor, una vez que le dijo al portero quien era y el hombre verifico que efectivamente estaba siendo esperada.

Trato de parecer lo más calma posible, pobre del muy infeliz de Uchiha Itachi si llegaba a estar mintiendo, aunque tenía cientos de preguntas en su cabeza rondándola. Las cuales iban desde ¿Cómo había obtenido su número?, ¿Qué hacia Sakura allí?, ¿Había sido Kizashi informado también del paradero de su hija?, ¿Sakura los habría ido a enfrentar?.

Esperaba que pronto alguna de sus preguntas tuviera respuestas, pero lo que más deseaba era ver a su amiga. Toco el timbre y trato de mantener su pulso firme, lo cual le dio mucho trabajo.

Ino lo sabía, en ese momento era un manojo de nervios ni ante la presentación de una nueva colección sentía tanta presión y nerviosismo.

La puesta se abrió. Un alto rubio de penetrantes ojos azules, algo despeinado pero imponente a pesar de su sencillez le abrió la puesta-Hola-saludo sonriente.

POV INO

O mí Dios. Me equivoque de departamento, pero que hermoso hombre. Es tan cálido.

FIN POV INO

-Hola-le repitió-¿Me haz terminado de escanear?-

La rubia era una mujer de acción, la timidez no se encontraba en sus rasgos. Pero sintió un sudor frío en la espalda y la boca se le seca.

-Naruto-

POV INO

Esa voz es de....

FIN POV INO

Un azabache algo ojeroso, dueño de la voz que claramente le había llamado la atención al rubio se acercó y al verla le sonrió.

-¿Qué rápido llegaste?-dijo más bien tenso que sorprendido-Por favor perdona a Naruto, en ocasiones es muy confiado-aseguro mirando de soslayo al rubio.

Ino asintió levemente, no hacía falta que se lo dijeran ella sabía que sus mejillas estaban teñidas de carmín. Su traicionero corazón latía como jamás lo había hecho hasta ese momento.

Sakura tomó su mochila, quería marcharse de allí cuanto antes. Salió del cuarto de huéspedes y se adentró a la sala, ante su campo de visión apareció un rostro que le parecía de antaño. Su ex mejor amiga, su hermana de la vida. La traidora. Una fracción de segundos después y ya pasada la sorpresa inicial el semblante de la pelirosa paso de tranquilo a turbulento, sus facciones tan delicadas y afeminadas, tomaron el aspecto de una mujer aguerrida. En sus ojos había furia y podría jurarse que si seguía mordiéndose el labio inferior de esa manera pronto se lastimaría.

-"Ahora lo veo con claridad tu palabra no vale una mierda"-

-"Sakura sé que estas molesta deja...."-empezó a decir Ino,

-"No estoy hablando contigo, así que no te metas en esto"-la interrumpió la ojijade.

-"Afuera esta mi padre con todo su séquito, ¿verdad?"-increpó una vez más al moreno.

Pero Itachi no confronto con ella en ningún momento. No entendía sus reacciones, no era la misma muchacha que había visto en la fiesta en la que anunciaron la fusión de la empresa, ni de la que había escuchado descripciones de su dulce, calmo y sensible carácter. Ni era la joven que hasta hacia minutos había estado presa del pánico en el vestíbulo del edificio.

POV ITACHI

Esta jovencita tiene carácter y saca las garras cuando es necesario. Me agrada.

FIN POV ITACHI

Aunque la sonrisa en su rostro pasó a ser solo un recuerdo cuando no pudo esquivar el pesado volumen de la novela ¨El Infierno de Gabriel¨ de Sylvain Reynard y el pie del lomo de aquel ejemplar quedo estampo en su cara.

Mi Hada RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora