El plan

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Mormont

Al escuchar su apellido, Jorah abrió los ojos con bastante dificultad intentando enfocar sus pensamientos mientras los estruendos se percibían con firmeza contra la puerta.

¡Mormont! — el grito de Tyrion Lannister hizo que el hombre saltara de la cama y sin preocuparse del atuendo que traía abrió la puerta sin dar rodeos.

¿Qué ocurre? — con la ceja levantada Jorah indago a la mano de la reina, con aquella seriedad y preocupación que lo caracterizaba.

Solo por precaución él mayor de los dos hombres junto la puerta para que nadie más pudiese escuchar. Aunque deteniéndose en el estado eufórico del menor de los Lannister aquello parecía algo más que imposible y por lo tanto era importante ¿Pero qué tan importante? De lo único que podía estar seguro Jorah, es que Daenerys estaba bien.

Hay una junta ahora — Tyrion sin preocuparse de la advertencia que le había hecho el oso la noche anterior, le dio un sorbo largo a la copa de vino — Hemos perdido Altojardín, mi hermano tomo posición de la casa Tyrell — dio un suspiro pesado y luego de haber ladeado la cabeza de lado a lado se volvió a servir más vino. — Un brindis por la reina de las espinas. — y levanto la copa para bebérsela en seco. 

Tyrion estaba dando tiempo para que procesara la información.

Entonces Jorah tensó levemente la mandíbula. Había escuchado muchas cosas sobre Olenna Redwyne. Sabía que era una mujer fuerte, valiente e inteligente. Entre sus pensamientos y con reconocimiento pensó que tal vez Olenna podría haber sido una mujer de Bear Island por su espíritu de lucha y alma guerrera. Sin duda una mujer que merecía ser admirada y elogiada.

Aquello no es todo — como si hubiese sido suficiente de vino, Tyrion dejo la copa sobre la mesa y luego fijo su vista sobre el pecho desnudo de su interlocutor.

Jorah como buen norteño resistía el frio de Rocadragón a tal punto que había decidido dormir sin su camisa.

Aquella pausa en el discurso de Tyrion debido al escrutinio minucioso sobre la carne enrojecida, hicieron que el mayor se sintiera incómodo y levantara una de sus cejas. Sin decir nada Tyrion entendió aquello y continúo luego de aclararse la garganta.

Estoy seguro que mi hermano volverá a Roca Casterly. — una pequeña pausa que sirvió para que Jorah caminara hasta donde estaba su ropa y comenzara a vestirse. — Habíamos enviado a los inmaculados, Gusano Gris los iba comandados pero. . . — un suspiro de exaltación — Caímos en una de las trampas de Cersei y ahora no sabemos el paradero de Gusano Gris.

Las noticias eran terribles. Jorah estaba seguro que Daenerys estaría preocupada por la suerte del inmaculado. Daenerys a diferencia de otros gobernantes siempre se preocupaba y si él estaba preocupado solo quería decir que, aunque otros no lo notaran debajo de todo aquel fuego que corría por sus venas tenía un corazón y que ese corazón tenia sentimientos. Aunque fuera una reina también era una mujer. Daenerys iba a declararle la guerra a Cersei pronto y su percepción no era errónea podía estar en ese mismo instante montada en Drogon.

Ve — le ordeno el norteño mientras se apresuraba con la vestimenta. — Detenla, conociéndola puede ser que haga algo imprudente. — Su voz denotaba la preocupación y el miedo de que ella ya no estuviese en la isla — Dos aliados en un día sería demasiado para que cargara sobre sus hombros — hizo una pausa mientras se terminaba de abrochaba el pantalón — Hay que vigilar a Varys, hay alguien aquí que está cantando todos nuestros movimientos.

Pero no creo que... — el Lannister no quería dudar de su amigo más antiguo pero el pasado hablaba por todos ellos.

Los animales son muy difíciles que se les corrija los hábitos.

The Bear SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora