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Acechándonos.

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Miraba fijamente el camino vacío de las calles por las cuales rondé días atrás, esta vez estaba siendo acompañado por algunos residentes de Alexandria quienes vigilaban el perímetro ante la presencia de los salvadores. Residentes de las dos comunidades aliadas a Alexandria estarían enfrentando a los salvadores en cualquier momento. Me encontraba con un walkie-talkie y una pequeña mochila mientras caminaba hacia la gasolinera. Iba con la intención de dejarle comida al hombre que había encontrado dias atrás, del cual no dejaba de pensar. Venia con el pensamiento de conocerlo y incluso de llevarlo conmigo a Alexandria. Suspire hondo, observando mis alrededores y mirando la gasolinera cada vez más cerca. Caminaba con lentitud, los golpes que había recibido en mi abdomen aún me dolían, al igual que mi boca la cual se había hinchado ya no mostraba signos de hinchazón ni dolor. Nathan y Jayden me habían golpeado fuertemente aquel día, me defendí como pude pero realmente me habían echo mierda con algunos golpes; lo mío eran las armas.

Dejé la mochila en el suelo en el momento en que llegue a la gasolinera la cual se veía vacía, observe el lugar, esperando poder a volver escuchar al hombre que había visto aquella vez pero tan solo escuché un silbido que me alarmo. Me giro con rapidez, buscando mi arma y apuntando pero tan solo note a lo lejos a Natasha Johnson con un arma caminando hacia mi. Suspire aliviado, llevaba días algo alerta y preocupado por nuestra seguridad. Ella estaba algo lejos, así que con la desesperanza de que el hombre no saldría me acerqué al auto donde había dejado escrita unas palabras, observando con detenimiento que estaba borrado el nombre de Aliana y incluso lo que había escrito. Baje la cabeza, recostándola en la ventana del auto con delicadeza, observando con la sombra unas palabras escritas que no había visto; "perdón". Leí eso una y otra vez, recordando así a Aliana Johnson, recordando su rostro golpeado y lo asustada que estaba aquel día, aún tenía la imagen en cómo su arma me apuntaba.

—Siempre quise saber cómo se iba llamar el bebé que ibas a traer en camino cuando te conocí... —susurré ante sentir la presencia de Natasha cerca de mi, pues sus pasos fueron audibles para mis oídos.

—Si sigues así de sensible voy a preocuparme.—escuche a Natasha cerca de mi, mientras que tan solo suspiraba la frustración que llevaba adentro.

—¿Y si está de parte de Negan?—pregunté en mi misma posición, tan solo miraba mis zapatos mientras mi cabeza estaba recostada en la ventana, tenía muchas dudas.—¿Qué tal si ya no es de nuestro bando?—volví a preguntar.

—Somos una familia, no un bando.—me corrigió esta, sentí su mano en mi espalda acariciándome.—Oye Carl, necesito que seas fuerte y te mantengas estable como siempre has sido, si estás así me voy a debilitar en serio me entristece verte así.—Natasha siempre había estado cercana a mi, nuestra amistad era muy transparente y ambos nos entendíamos.

—Si está con ellos, se va ir enredada en esta pelea y lo sabes Natasha.—le respondí, me despegue de la ventana, observando así a la hermana de Aliana mirarme fijamente.—No puedo dejar de pensar en ella, no puedo.—fui honesto sobre mis pensamientos, Natasha delante mío me miraba lamentada.

—Yo tampoco Carl, pienso en ella y en Nate, pienso en todo lo que Dwight me ha dicho pero si me debilito no voy a conseguir nada. Las cosas van a empeorar y hay que estar preparados, podemos morir hoy o mañana.—me decía ella con un hilo en su voz.—Si ella les dijo que confiarán en ella, hazlo, confía en ella Carl.—me pidió, mientras caminábamos ambos, alejándonos de la gasolinera.—Debemos volver, vamos.—me alentó ella a caminar a su lado.

—Siento que Dwight no se equivocaba respecto a Nathan.—Natasha me miró ante mis palabras, notando como ella bajo la cabeza y siguió caminando.—Natasha yo no creo que tu hermano quiera pelear a nuestro lado en contra de Negan, hay algo más, él no es de los buenos.—ella negó ante mis palabras y suspiro.

𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐂𝐈Ó𝐍  ─𝐂𝐀𝐑𝐋 𝐆𝐑𝐈𝐌𝐄𝐒❷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora