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Lo que siento por ti.

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Los días pasaban, me mantenía aislada de todos como solía hacerlo, no había salido desde aquel encuentro ante el ataque de Hilltop, no tenía ganas de nada. Me levante de mi cama, estire mi cuerpo, ya no me dolía como antes pero los moretones en mi rostro eran visible. Mi ropa tapaba los que mi cuerpo llevaba, ya dejaba de sentirme cansada, me sentía aliviada luego de unos días de descanso. Me acomode mi ropa, ajustando mis pantalones y amarrando mis zapatos. Peine mi cabello en una coleta nuevamente, ese sería mi peinado favorito. Suspire, agarrando mi arma y llevándola hasta mi estuche, al igual que mi navaja. Recogí mi cama por encima como de costumbre y caminé directo a la puerta, en el instante fui abrirla alguien le dio leves toques. Sorprendida ante esta sincronización abrí la puerta observando a mi viejo amigo, Eugene.

—¿Todo bien?—le pregunté a él, este me asintió, de su mano salió dos fresas que se veían estupendamente frescas. Sonreí.—Se que son tus favoritas porque Daryl en una salida las encontró y te las llevo, fue el día en que murió Denise, lo único lindo que tuvo ese día fue tu rostro de felicidad cuando te las dio.—recordé ese día mientras que recibí en mis manos lo que Eugene me había traído.

—Gracias, de verdad.—le agradecí, llevando una de las fresas a mi boca, sintiendo en mi paladar el jugoso sabor que estás brindaban. Cerré la puerta de mi habitación y me emprendí camino aún lado de Eugene.

—Dwight también me envío a buscarte.—dijo este a mi lado, mientras que le pase una de las dos fresas que me quedaban, él la aceptó con una sonrisa y la mordió.

—¿Para qué?—pregunté con la boca llena, mientras que caminamos de prisa por los pasillos del santuario, bajando las escaleras a la primera planta.

—No tengo idea, no escuche nada.—me respondió, asentí ante su respuesta saludando de cortesía algunos residentes que trabajaban temprano en el día.—¿Te encuentras mejor?—asentí ante su pregunta, abriendo la puerta para salir al patio principal del santuario, observando uno de los camiones estar encendidos y a Dwight con algunos hombres, incluyendo Jayden.

—Hola.—lo salude amablemente, Dwight me dio una sonrisa reconfortante ante mi cortesía.—¿Para que me buscabas?—pregunté curiosa, este se acercó a mi.

—Negan quiere que hagamos líneas de caminantes por las carreteras que conectan al santuario, es para ganar tiempo si nos van atacar. Nathan no irá, así que puedo llevarte y no habrán problemas.—dijo este, a lo que no tarde en sentirme cómoda ante eso.

—Eso me extraña.—dije ante saber que Nathan no estaría acompañándonos a esta salida pues siempre estaba dispuesto a salir con tal de ocasionar problemas.

—Negan le ordenó quedarse, dijo que no iría a más salidas en donde te pusiéramos a ti a trabajar o acompañarnos, se lo prohibió.—quedé algo sorprendido ante lo que Dwight me había dicho, demasiado.—¿Lista?—me pregunto, asentí con una sonrisa pues en esta salida sentiría paz.

—Si, eso creo.—le dije, siguiendo su paso para adentrarme en el camión, sentándome justo aún lado de Jayden.

Cerré la puerta del camión, quedándome en silencio y tan solo manteniéndome aún lado de la ventana, esperando que el camión se pusiera en marcha. Observe cómo abrieron los portones, Dwight iba adelante en el asiento conductor guiando, mientras que a su lado una de las mujeres con las que Arath solía trabajar, desconocía su nombre. Todos íbamos en silencio, un poco de música de un viejo disco que mantenía el camión. A mi lado iba una persona con quien había compartido hermosos recuerdos, mi primer beso y mi primera ilusión de amor, a mi lado iba Jayden Evans; quien ahora era como un desconocido para mi. Él no había cambiado nada, siempre había sido igual de callado y de distante, Jayden era muy apegado a sus hermanos, uno de ellos fue como tal el primer amor de Natasha, él más que la marcó y quien iba ser padre de su bebé el cual perdió. Sobreviví con Jayden mucho tiempo, ambos enamorados y valorando cada momento juntos pero eso un día acabo de la nada.

𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐂𝐈Ó𝐍  ─𝐂𝐀𝐑𝐋 𝐆𝐑𝐈𝐌𝐄𝐒❷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora