Hazte responsable y sé mi novia

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Capitulo 18:

Ji Yong caminó con decisión hacia una de las salas de ensayo arrastrando a Beatriz con él. No podía soportar mas la situación, quería solucionar las cosas con ella.

Beatriz no entendía que sucedía, cada vez entendía menos el comportamiento de Ji Yong, y eso le molestaba demasiado.

Una vez que entraron en una de las salas de ensayo desocupadas, Ji Yong los encerró a ambos allí.

—¡¿Te has vuelto loco?!

—¡Tu me vuelves loco! ¿Puedes por favor dejarme explicarte?

—No me interesa. Estoy cansada de ti y de tus tonterías. Puedes hacer lo que te venga en gana. No tienes porque explicarme nada, porque no somos nada.

—Salí con Jade para que me dejara en paz. Ella me dijo que si la besaba no volvería a molestarme... solo por eso lo hice.

Beatriz miró a Ji Yong, confundida y sin saber que decir.

—Sé que puede parecer difícil de creer, pero esta es la verdad.-se acerca a ella-. Dame una oportunidad. Sé que puedo demostrarte lo mucho que me gustas y lo mucho que te quiero.

—Yo...

Ji Yong vió en ese momento que había llegado su oportunidad de actuar. Colocó ambas manos sobre las mejillas de Beatriz y la acercó a su rostro, tocando sus labios con los suyos.

Beatriz se quedó inmóvil por unos segundos, pero luego no pudo resistirse y sus labios se movieron al mismo ritmo que los de Ji Yong.

Narra Beatriz

La confesión de Ji Yong me había sorprendido mucho. Sabía que eso sucedería. Justo en ese momento estaba lista para perdonarlo, y no me parecía correcto hacerlo, sobretodo porque muy probablemente la única que saldría lastimada sería yo. Pero en el momento en que sus labios se posaron sobre los míos, el mundo desapareció para mi. No recordaba que sus labios fuesen tan suaves y dulces. Sus movimientos eran lentos, sin ninguna prisa, Ji Yong quería disfrutar el momento casi tanto como yo. Cuando el aire comenzó a faltarnos, nuestros labios se alejaron, pero estaban lo suficientemente cerca como para sentir el cálido aliento de Ji Yong.

—Eso significa que me crees, ¿verdad?

Asentí, y él esbozó esa hermosa sonrisa que volvería loca a cualquier chica, y depositó un corto beso en mis labios.

—No te imaginas cuan aterrado estaba de que no me creyeses.

—Es tu culpa que desconfíe, maldito dragón escupe fuego mujeriego...

—¡Yah! ¿Porque me insultas tan horriblemente? Se supone que estoy perdonado.

—¿De que hablas? Dije que te creía, no que te perdonaba.

—¡¿Que?! ¿Y eso que demonios significa?

—Significa que serás castigado.-sonriendo-.

—Pero... no es mi culpa que las mujeres se aprovechen de mi nobleza...

—¿Que dices?.-ríe a carcajadas-. Bueno, de todas maneras aun no he pensado cual será tu castigo, así que estas a salvo por ahora.

De un momento a otro, Ji Yong se puso serio, y en cuestión de segundos ya lo tenía sobre mi, devorando mis labios. Esta vez, fue mucho mas intenso. Su lengua pedía con insistencia que la dejara pasar, y sin el consentimiento de mi cerebro, mi boca le abrió paso. Cuando sentí su lengua jugar con la mía, el cosquilleo en mi estómago aumentó considerablemente. Y entonces decidí dejarme llevar y rodeé su cuello con mis brazos, acercándolo mas a mi. Poco a poco el beso fue bajando de intensidad, hasta que nos separamos.

Bianca come il latte rossa come il sangueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora