#28: Impredecible.

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Narra ___:

Mi mente queda en blanco. Diría que sólo bromea, pero él nunca lo hace, no con un tema como éste. Su cálida sonrisa me confirma su honestidad.

El sentimiento que estoy viviendo es confuso. Una mezcla de alegría y preocupación.
Mi cuerpo no es muy... Apropiado para traer un nuevo ser humano. Y este mundo tampoco es apto para él.

Se acerca y pasa sus brazos tomándome con cariño. Su cabeza se posa en mi hombro y esconde su cabeza en mi cuello, como si de un niño pequeño se tratase. Puedo sentir su respiración, es muy tierno.

Nunca creí quedar embarazada, es decir, ni siquiera pensé que fuera posible. Soy defectuosa, retrasada, inmadura, temerosa, inestable.

La responsabilidad de traer un hijo al mundo, tener que cuidar de él, no es algo sencillo cuando parece que todo el mundo y naturaleza están en tu contra.

-Pero... ¿Cómo afirmas eso?- Comienzo a interrogar. Es decir, cómo diablos se enteró si ni siquiera yo lo sabía.

-Conseguimos un doctor y notó que estabas mal.- Reacciona rápidamente separándose un poco. -Cierto, debes alimentarte bien, tienes anemia y necesitas estar bien, para mi y para él.- Posa su mano sobre las sabanas acariciando la parte inferior a mi estómago.

-Se supone que las cosas no iban bien en María, ¿no?- Recuerdo la situación.

-Ahora mismo debes alimentarte, eso no importa.- Dice con una sonrisa un poco más seria. acaricia mi cabello con suavidad y se levanta de la cama para salir, sin permitirme dar respuesta.

La habitación se queda en completo silencio. 

El fresco viento entra por la ventana haciendo que las cortinas de tela fina, bailen a su relajante ritmo. Extrañaba el color de las sabanas, totalmente blancas, y la suavidad en ellas. Incluso se han tomado el tiempo de poner un ramo de flores de la temporada, con un bello color blanco, en el interior de un florero translucido. 

Cada pequeño detalle me causa ilusión. Extrañaba ver el mundo. Extrañaba este lugar, esta tranquilidad. Aquí comenzaron los mejores momentos de mi vida.

Un hijo, ¿eh?.. Hace unos días sólo me preocupaba por cómo estarían las cosas dentro de las murallas, y ahora debo aprender a cambiar pañales y hacer papillas.

Sin darme cuenta he comenzado a sonreír como estúpida. En mi interior crecía alguien que había sido formado por dos personas, por la persona que más amo.

Hay momentos en los que simplemente quieres mandar toda responsabilidad a la mierda y divertirte, ser feliz. Nunca había tenido ese sentimiento de una manera tan intensa como ahora.

Pero no todo es felicidad. Si así fuera, vivir sería sencillo. 

La vida puede acabar en cualquier momento y yo no quiero estar presente para ver perder a más personas. Si me voy antes que Levi o nuestro hijo, sería maravilloso, aunque un poco egoísta.

La puerta cruje y veo a Levi entrar con un enorme plato lleno de comida de todo tipo. La situación es bastante graciosa pues el recipiente era más grande que su cabeza y ni siquiera sé cómo pudo cargarlo entre sus manos, o subir las escaleras. Lo depositó sobre la cama y, entre risas, me obligó a comer. 

-Preocupaste a todos...- Interrumpió en medio de mi comida y sus palabras me hicieron voltear a mirarlo. -Incluso Armin ha venido a visitarte. -

Lo últimos días tuve algunos problemas con Armin. Todos sabemos que tiene un carácter bastante tranquilo, incluso temeroso. Claramente no estaba de acuerdo con la idea de que una "asesina" como Hanji saliera a ayudarnos, aun si era la única opción que quedaba.

-Muy en el fondo todo el mundo me ama, shhh. - Dije de broma dando una ultima mordida al  fruto rojo en mis manos. Un recuerdo inundó mi cabeza en un segundo, el reflejo de su rostro se vio reflejado en la brillante manzana. -¿Y... Hanji?

Levi dirige su vista instintivamente en mi dirección. 

-Eso no importa, ahora debes cuidarte y comer...- 

-Ya he terminado.- Interrumpo. -Ahora quiero saber donde está, ¿puedo verla? Necesito hablarle, tengo que contarle muchas cosas.- 

No hay respuesta por su parte y no deja de mirarme como si intentara explicar algo que no puede poner en palabras con facilidad.

-Levi, ¿dónde está Hanji?-

Un rayo de luz se escabulle entre las cortinas, pasando por toda la habitación y dando luz al fresco piso de madera. Este choca con sus ojos los cuales no parecen muy felices.

Algo no va bien. Lo sé, y odio este sentimiento. Es tan familiar a mi que ya ni siquiera me gusta exigir una respuesta. Sin embargo no puedo engañarme...

-Debes intentar tomarlo con calma, ¿de acuerdo? Tuvimos un accidente y... Ella no tuvo suerte.-




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:)

Tenía un Jimeno todo tierno para mostrarles pero estoy desde mi computadora :'v

Ahora me entero que nunca mandé a hacer la portada. Soy un fraude :c

Lamento toda la tardanza, como siempre...

Pero al menos puedo culpar a este maldito sistema retrograda, abusivo xd

Pinshi gobierno puto.~

Las amo, a las que siguen aquí ;-;

Adiosito :3.

«Te Ayudaré A Recordar» (Luchemos Por Esto [Segunda Temporada]) EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora