Nothing

Capítulo 2

Capítulo 2
Dolor

Desperté después de haber tenido una pesadilla, los científicos comenzaron a cortar como usualmente hacían pero esta vez sus caras se transformaron en las de mis padres y sentí dolor.
Pude sentir algo en un sueño ¿Pero por qué no podía en la realidad?
Eso realmente me frustraba mucho.

Quede pensando en aquel sueño; no entendía si el dolor lo había sentido por el corte o quizás fue porque eran mis padres los que me dañaban.
No le preste mucha importancia pues podría ser un efecto secundario de los alucinógenos que me habían inyectado unos días antes.

Los científicos volvieron a entrar nuevamente.

—Buenos días paciente 178, ¿Los alucinógenos han hecho algún efecto?— Negué rápidamente con mi cabeza.
—Usted sabe que todo esto es inútil, solo déjenme ir, no conseguirán nada porque son inservibles— espeté con rudeza frente al anciano.

—Primero que nada, mi querida Joseline, tú sabías que una vez que entraras aquí no podrías salir hasta que tuviéramos resultados positivos o de lo contrario, mueras. Y segundo, podré ser muy inservible, pero al menos yo tengo sensaciones y sentimientos señorita— dijo con enojo fijando sus ojos negros sobre mí.

—Por su mal comportamiento aumentaremos la dosis de alucinógenos y hoy no tendrá su comida, disfrute de su soledad Jos— Bufé cuando vi salir a los científicos del cuarto.
No es como si el suero fuera comida, realmente extrañaba el sabor de la comida verdadera, extrañaba ver el sol, el cielo o incluso la lluvia; desde este lugar me era imposible escuchar algo del exterior, me era imposible sentir el viento recorrer mi cabello.
Este lugar era horriblemente asqueroso y deseaba salir ya, no aguantaría mucho más tiempo.

Comencé a idear un plan, y sabía que había un alto porcentaje de que no resultara o de que me atraparan pero nada de eso me detendría.
Mi oportunidad de escapar era ahora o nunca.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de la puerta al abrirse.

—Con permiso— dijo la muchacha casi en un susurro, su voz era suave y gentil ¿Por qué trabajaría en algo tan sangriento?

—Vengo a darle los alucinógenos que el jefe me dijo, por favor voltee su brazo— dijo mientras me desataba, voltee mi brazo como ella indicó y esperé la inyección, aunque sabía que no sentiría nada.
Después de darme los alucinógenos mis ojos fueron cerrándose lentamente mientras veía como ella se marchaba y yo caía en una profunda pesadilla nuevamente.

Desperté por el fuerte sonido de un impacto, lo había escuchado venir desde el exterior, como si alguien estuviera golpeando fuertemente la pared.
Raramente estaba desatada y me podía mover con libertad, y luego noté que la puerta también se hallaba abierta.
Con mis pies descalzos tocando las frías baldosas caminé lentamente para ver aquel pulcro pasillo blanco manchado por todas partes con aquel líquido carmesí, caía de manera espesa y manchaba mis pies, las habitaciones también estaban cubiertas de aquel líquido pero no había nadie dentro de ellas.
Otro golpe aún más fuerte que el anterior se escuchó desde una habitación al final del pasillo.
No recordaba esa habitación cuando pasé por este lugar a mis diez años, aunque quizás podría haber sido instalado hace poco.
Sin más pensamientos me acerqué a aquella habitación la cual sobre ella tenía el numero 178, me detuve varios minutos observando el numero, sin embargo nada cambiaba.

Me adentré lentamente en la habitación y me pude ver atada en la camilla recibiendo los cortes en mi cuerpo, los mismos cortes de siempre.
Los científicos reían macabramente y se escuchaban mis gritos, lo cual era ilógico, yo era incapaz de percibir dolor.

En ese momento me di cuenta de que estaba teniendo un sueño, pero mis gritos se hacían cada vez más intensos a tal punto de que tuve que tapar mis oídos y yo también comencé a gritar.

Al parecer había entrado en un estado de pánico, no podía calmarme, gritaba sin cesar.
Los altavoces dieron una alerta.

La paciente 178 está teniendo un ataque de pánico, se solicita al personal responsable de esta paciente concurrir inmediatamente y se recomienda dejar de inyectarle alucinógenos.

Todos se hicieron presentes, esta era mi oportunidad.