Solo necesito de ti [PAUSADO]

Capítulo 7

Continuación cap. 6

*POV Brigette*

Para llegar al hospital , son 40 minutos en carro, puesto que está ubicado lejos de nuestra casa.

Pero no importa, siempre me repito, vale la pena para verla.

Ya habían pasado 30 minutos, estábamos pasando entre el pequeño pueblo antes de llegar al hospital.

Habían niños que iban con  dirección a la clínica.

Otros que simplemente se quedaban a medio camino, jugando en las calles.

Varías tienda de dulces, flores, joyas y peluches se podían divisar en aquel lugar, a mi hermana le hubiese gustado mucho ver aquello.

Pero lastimosamente, por ahora, no puede.

Asi pasó el rato hasta llegar a las afueras de dicho pueblo y estar a unos minutos del hospital.

Estaba muy ansiosa,  ya podía observar una pequeña parte de la clínica.

Ya en ella, el chófer se que estacionó e inmediatamente baje del coche.

- Brigette espera, se paciente -dijo mi padre un poco serio

- De acuerdo -contesté sin más

No podía ocultar las ganas que tenia de verla.

Mientras estábamos en la recepción, miraba desesperada mente a mi padre, puesto que estaba esperando a que le diesen permiso de entrar .

- Señores Dupaing-Cheng ya pueden pasar -dijo amablemente la enfermera- diríjanse a la recepcionista, ella les dirá el cuarto correspondiente -dicho eso se fue.

Impaciente, corrí hasta la recepcionista, la cual al verme me dedicó una amable sonrisa y extendiendo la mano, me entregó  un pequeño papel, en empresas cual, se encontraba el número de cuarto en donde se quedaba mi hermana

- 2134 por favor- dijo 

Sin más, me dirigí a buscar la dichosa habitación de mi hermana.

Al encontrar la sala, me puse de puntillas para mirar por la pequeña ventana, podía ver el cuarto, los estantes llenos de medicina, sobre todo, la ventana siempre abierta.

No pude más y me decidí a abrir la puerta, pude ver que mi padre estaba dispuesto a entrar después, pero no le hice demasiado caso. 

 - Brigette - exclamó ella.

Una melodiosa voz se escucho por toda la sala.

Aquella chica que estaba en esa camilla, en ese cuarto blanco, de cabellos azabaches, blanca como la nieve, con una mirada hermosa que reflejaba todo lo que podía sentir.
Esa mujer, esa señorita de blanca piel, era mi hermana.  

- ¡Marinette! - sije totalmente emocionada, tomé impulso y me balance sobre ella.

Nos miramos por unos instantes, sonriendo como nunca, pero el momento se vio interrumpido  cuando padre decidió irrumpir en la sala.   

- Marinette

- Padre

-¿Como has estado?

- Bien, no hay problema -dijo- más bien, ¿como han estado ustedes? -dijo mirando me- ¿te has portado bien Brigette?

- Si, no te preocupes mucho, ya no soy una niña -dije orgullosa

- Para mi sigues siendo la más pequeña -pronuncio ella con una sonrisa en la cara, mientras que pasaba su delicada mano por mi nuca