Capitulo: 4El crimen estaba en su corazón.
Una llamada desde el teléfono de Matias, provocó que él se inmovilizara al saber que era del doctor que atendía a Marily.
―Joven Matias Gonzalez, les queremos informar que Marily belo ya despertó del coma y dijo que tiene algo importante que decirte― Dijo el doctor.
No sabia si alegrarse o llorar, anheló que este momento llegase, no importa todo lo que paso hasta ahora, el seguía enamorado de Marily, a pesar de que Elen estaba ocupando su corazón, Matias la dejará con tal de estar otra vez con Marily, sentir sus suaves manos, su calides, mirada sincera y dulces labios.
―¡Ahora mismo iré!― Colgó, Matias dio la vuelta y se encontró con Elen cruzada de brazos con una mirada de profunda y fría.
―¿Despertó del coma?.. Que alegría, ¿no?...― Apretó los puños. ―¿Volverás con ella?― Preguntó con una voz llena de tristeza.
―Yo aún la amo, tu solo fuiste entretenimiento― Dijo mientras cruzaba la puerta.
Los ojos de Elen se llenaron de odio, con la rabia que le tenía a Marily, empezó a romper cada cosa que estaba a su alcance.
[...]De tanto llorar y gastar fuerzas al desquitarse con cualquier cosa, se durmió.
En ese sueño pudo ser protagonista de un recuerdo nítido, pero muy valioso.
―¡¡Elenita, Elenita!!― Gritaba un niño que corría hacia Elen; ella que estaba en una banca blanca, ubicada en un parque.
―¿Que sucede Mati?― Pregunto aquella niña sonriendo.
―¿Pensaste lo que te dije hoy?― Preguntó el niño retomando el aire para luego mirarla a los ojos.
―Si te soy sincera, no.― Dijo Elen, el niño agachó la vista y antes de marcharse unas manos pequeñas lo detuvieron.
―Pero si dejamos la sinceridad de un lado, para que no te lo tomes tan mal, hoy tendré una respuesta adecuada, ¿Esperaras?― Dijo la pequeña Elen, sonriendo.
―Tranquila, no es necesario...― Fue interrumpido por un abrazo de Elen.
―Solo dejame pensarlo mas, no quiero verte mal, así que para finalizar el día te daré la mejor respuesta― Dijo esa niña, poniendo sinceridad en sus palabras.
Ese sueño terminó cuando una última escena vino a su mente.
Hospitalizada por caer de las escaleras, su madre y padre sosteniendo su mano, sin recordar nada de lo sucedido y un chico que estaba mirándola fijamente. Se despertó.
[...]En el hospital Matias entro en la habitación donde se encontraba Marily, respirando suavemente y mirando al techo, y en unos minutos de percatarse de que Matias estaba en la habitación dirigió su mirada en él.
Matias se sentó en una silla que estaba al lado de su camilla, se miraron detenidamente.
―Perdon...― Dijo Marily.
―¿Por qué? Yo tendría que ser el que se disculpara.― Dijo Matias sosteniendo su mano cuidadosamente.
―Perdon, por que tenés que verme de esta manera, y por no estar con tigo, para estar a tu lado.― Se disculpó, sabiendo la traición que contempló aquél día. Aún lo quería, y no quería perderlo, así que decidió callar aquel suceso que la incomodaba rotundamente en el alma.
―No es necesario que te disculpes, yo tenía que estar a tu lado cuando ese accidente...― Fue interrumpido...
―¡No fue un accidente!― Exclamó con odio en cada palabra.
―¿Entonces?― Preguntó Matias.
―De esto es lo que quería decirte, yo vi quien me atropelló aquel día.― Dijo mirándolo.
―Dime!, ¿quien te hizo esto?― Preguntó con la intriga desbordándolo.
Pero una enfermera se acercó y le dijo que la hora de visita término.
Dejando la charla para la próxima.
[...]En la habitación de Elen, sentada en un extremo de su cama, recordando aquel sueño extraño.
―¿Eso fue un recuerdo? ¿Eso pasó antes de quedarme hospitalizada?― Se preguntaba a sí misma.
―Si fuese así, ¿Quién es aquél chico? ¿Es importante esforzarse a recordar?― Susurró antes de cambiar su expresión facial, agobiada por su pasado, una cara de melancolía era lo único que podía hacer mientras recordaba.
Lágrimas se unían en su pálido rostro.
―¿Por qué no puedo recordar?― se preguntó mientras secaba sus lágrimas.
[...]¿Ella lo tenía todo? Se podría decir que si, pero parte de ella sabía que no era hací, desde ese día se dio cuenta que le faltaba mucho. Muchos recuerdos, sueños, personas que tal vez conoció pero capaz jamás recordó.
Capaz aquél niño era su primer amor o una amistad que se terminó de seguro. Simplemente no lo sabía.
(...)La puerta de su habitación se abrió cuidadosamente. Era Matias.
―Necesitamos hablar― Dijo Matias...
Próximo Capítulo:
Yo quería amarte.

ESTÁS LEYENDO
No Es Delito
Teen FictionEl amor, es algo que a veces no se puede medir o controlar, pero lo peor es que a veces nuestras acciones lo hacen algo obsesivo, pero de algún modo sigue siendo amor. Elen Brohtwe, con 20 años y sin razonamiento maduro, creía que lo tenia todo, ell...