La luna esta celosa, pues la opacaste con tu hermosa luz. Espero en mi balcón a ver estrellas fugaces y a cada una le pido que te quedes aquí; espero y cumplan mis deseos, pues tienen envidia del brillo perfecto de tus ojos.
Le pregunté a mi guitarra con sus grandes curvas que pensaba sobre ti, con nostalgia sonaron sus cuerdas diciendo que no hay mejores curvas que las de tu sonrisa. De inmediato me di cuenta que ni el sonido que reflejaban sus cuerdas es comparado con el de tu melodiosa voz. El viento no calló, dijo que no hay mayor placer que rozar tu piel suavemente, luego encontré a la fresa llorando y me dijo que eran celos... Celos del rojo intenso de tus labios, me di cuenta que no tenía a una humana, tenía la mejor obra de arte.