Y ahora dime cariño, ¿acaso me extrañas? ¿Acaso aún me ves en tus sueños?
Si es así, entonces dímelo, prometo correr fuertemente hacía tu casa y pedirte perdón.
Dímelo ahora cariño, ¿Acaso podré besarte otra vez? ¿Acaso me perdonarás por dejarte ir?
Sabes bien que en mis brazos fuiste feliz; he rota varías promesas, pero la que hice de amarte por mucho tiempo sigue intacta.