Sombras que van y vienen, palabras en mi oído, rasguños en mi espalda y ruido en los pasillos. Esto es un infierno, pero nadie a mi me cree; el está aquí conmigo... Cerquita, en la pared. Me ha hecho una cena y esta noche lo iré a ver, ya que nadie quiere, yo misma lo asesinaré.
Dice que es buena persona, pero es adicto al maltrato, todas las noches viene a querer hacerme daño, sus manos parecen cálidas, pero es sólo una ilusión, pues son más frías que el hielo y más duras que un cañón. Dice que es el amo de todos mis demonios, que me llevará consigo y me hundirá en el lodo.