Sólo me acompañaban una caja de cigarros, un yesquero y esa pequeña luna que a lo lejos me veía y me hacía recordar cada noche en aquél parque mientras la contemplábamos. Noches en las que hacíamos de todo siendo ella nuestra cómplice, y noches en las que sencillamente no hacíamos nada, sólo tú y yo tomados de la mano durante horas hasta ver como salía la hermosa mañana.
-Encendí un cigarro y su olor trajo más recuerdos, y esta vez eran algo más raros... Estaban pasando. Podía ver tu rostro mientras me observabas en aquella cabaña hedionda al humo de nuestros cigarrillos, podía escuchar esa pequeña frase que decías cada vez al mirarme a los ojos; "Siempre juntos". Sólo era una frase! Sin embargo tristemente la creía, asentaba con la cabeza mientras iba directo a tu frente, te daba un beso para luego sentirte recostada en mi pecho y ver como te dormías lentamente viendo esta misma luna que hoy me llena de melancolía.