En mi mente nunca ha pasado la idea de cocinar desnudo, ¡desnudo!, pero ahora estoy aquí frente del sartén mirando como mi tortilla de verdura se cocina lentamente con temor a que el aceite salte y caiga en mi piel.
-¿Por qué vegetariano?.-su voz retumba mis pensamientos, la gruesa voz que tiene hace que mis sentidos se derritan. Pongo los ojos en blanco.
-Te lo voy a repetir por última vez.-mientras me volteo con una sonrisa de estúpido en el rostro, él escucha detenidamente mis palabras por sexta vez en toda la mañana.-Un animal tiene tantos sentimientos como tú los tienes por mi.-bromeo y la sonrisa que me devuelve me hace sonreír más.-Imagina que te criaran con amor.-hago comillas en las palabras amor.-Aveces ni siquiera amor, los maltratan.-siento un escalofrío, hablar de esto siempre me lo ha dado.-Para que luego te degollen y vendan tu carne en ricos paquetes para parrillas.-él hace una mueca de sorpresa al ver mis gestos.
Mi perro corre hacia mi. Tuve una gran discusión con Max cuando me entere que boto a mi mascota al patio por no dejar de ladrarnos ayer mientras tomábamos, al parecer yo no estaba con sentidos comunes como para negarlo.
Le tiro un pedazo de una tortilla ya echa y mi perro salta y se lo come.
-Me siento culpable por tu culpa.-exclama Max.- Ya no quiero comer más carne.-mira al techo como si implorara perdón.-No más carnes mientras Tyler me alimente.
Abro los ojos como plato y agradezco que no se me haya caído el huevo de la mano.
-¿Disculpa?.-hago una gran mueca exagerada, y Max se rie a carcajadas en la silla blanca de la cocina blanca.-Te estoy alimentando porque eres mi invitado.-la voz de mi madre resuena en mi mente.-Y como mi madre dice.-intento imitar la voz de mi madre.-Un invitado es como alguien de la familia que merece ser tratada como uno.
-Vendré más seguido.
Como acto de impulso, lanzo el huevo que atraviesa la gran cocina. Cae en el pecho. Bien hecho.
-¿Por qué?.-grita y maldice en voz alta.-¡Mierda!
Se levanta y todo su cuerpo desnudo se presencia en mi vista.
Camina lentamente hacia mi, me mira los ojos y luego a los labios. Abro ligeramente los míos mientras su rostro se acerca lentamente a los míos.
-¡¿Qué te pasa?!.-grito cuando restriega su cuerpo contra el mío.-¡Se quema la tortilla!.-grito cuando el hedor invade la cocina, rápidamente apago la cocina y la tortilla la pongo en el plato que tengo al lado.-Esta será para ti.-separo nuestros cuerpos con el plato que esta entre nosotros dos.
-Maldito.
Agarra el plato poniendo los ojos en blanco, cojo una servilleta y me limpio como puedo el pecho.
Agarro mi tortilla y me siento al lado del chico que me dedica los ojos verdes más bonitos que he podido presenciar en toda mi vida. Le sonrío mientras doy un mordisco, este chico me tiene loco.
-Esta buena.-comenta con la boca llena de tortilla y le golpeo el muslo con mi mano izquierda.-Me parece correcto que cocines a tu hombre.-la respiración se me va cuando menciona tu hombre.
-Yo...yo.-comienzo a tartamudear lleno de nervios.-No soy tu hombre.
Es verdad lo que le he dicho, lo he conocido ayer. Solo somos amigos, nada más, no tengo la confianza suficiente como para llamarlo mi hombre, tengo pequeños sentimientos floreciendo por él, pero aún no estoy listo, o tal vez sí.
Veo en su mirada un poco de decepción y vergüenza.
-Lo siento.-murmura.
-Pero si es lo que deseas...-comienza a decir, me arrepentiré de esto. Pero sé como se siente no ser correspondido, no quiero que él se sienta así.-Yo puedo...
-Tyler.-me detiene con el ceño fruncido.-No quiero que sientas lástima por mi.
-¡No tengo lástima!.-aparto mi tortilla, el hambre ha desaparecido.-Sí quiero ser tu hombre, me gustas, y creo que puedo seguir conociéndote y si así puedo hacerlo mejor, aceptaré.-intento repasar las palabras que se han escapado de mi boca.
Él me mira con un ligero brillo en los ojos y me dedica una amplia sonrisa.
-Vaya.-rompe con el silencio incómodo.-Ahora eres mío.-en sus ojos se forma una expresión divertida al decir eres mío.
-Solo tuyo.
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Be mine.
Teen Fiction¿Estás aquí por el chico lindo de mi portada? Yo también estaría aquí por eso. Tyler no es el típico chico de instituto, no es el chico normal, aveces se siente un alíen junto a sus compañeros, que por cierto se comportan como monos. A nuestro Tyle...