Ya es lunes y el dolor de mis piernas aún no se ha ido, mis padres no vuelven y el chico de los hermosos ojos verdes no quiere ir a clases, ¿Cómo aprenderé a quererlo si ni siquiera lo conozco?
-Tenemos que ir.-le vuelvo a decir por tercera vez para que me libere de sus brazos, sus brazos, sus fuertes brazos, no es que no quisiera estar en ellos.-Tengo escrito en clase de inglés.
-Yo tengo prueba de fútbol.-me sonríe sin dejar de mirarme directamente a mis ojos, haciendo que me sienta mas pequeño.-Estamos iguales, los dos perderemos algo.
-Por favor, cariño.- sé que llamarlo así me ayudará así que lo hago.
Ayer él no paraba de quejarse porque no le decía cosas bonitas, solo Max
-Deberías decirme cosas bonitas ahora que somos novios.- me dijo mientras nos duchábamos juntos, algo que no había hecho antes, bañarme con alguien.
-Me gusta tu nombre como es, Max.-le volví a repetir lo mismo desde que almorzamos.
-Pero cuando tú lo dices suena como si no quisieras decirlo.
-Si no quisiera decirlo crees que abriría la boca.-puso los ojos en blanco, este chico caprichoso estaba llegando a mi límite y no sabía porque aún le seguía el juego de novios.
El agua chocaba nuestros cuerpos mientras la espuma caía por nuestros lados.
-Prométeme que me dirás algo bonito antes de dormir.-me dijo
-Lo haré.-accedí sin volver a rechistar.
Una hora después cuando estábamos envueltos en mis sábanas y sus ojos están cerrándose lentamente mientras su respiración se volvía cada vez más lenta y relajada, le dije por primera vez: "Hasta mañana, cariño."
Su sonrisa aparece y sé que he ganado esta batalla.
-Vístete para que me acompañes a buscar ropa a mi casa.-por el tono de voz que usa se que no ha sido una sugerencia, ha sido una orden.
-Mientras no me ates en tu sótano puedo ir.
-Lo haría pero no tengo sótano.
Lanzó una risa porque no pensé que se lo tomaría en serio lo del sótano, pero con este chico hay que tener cuidado con las bromas.
Lo empujo para que salga de mi habitación y pueda vestirme sin que la tensión sexual entre nosotros llegue hasta un nivel que sea imposible para mi controlar como todas las veces de ayer o las del sábado.
Cojo lo primero que encuentro porque quiero llegar temprano para que los chicos de la tal Jess no me encuentren cerca.
Salgo y veo a Max echado en el sillón dormido, se ve tan lindo durmiendo, con los párpados ligeramente abiertos, abrazando un cojín, su pecho moviéndose a ritmo de su respiración, quisiera quedarme con él hoy, pero no estoy preparado para la avalancha de preguntas de Kat preguntando por mi paradero y por el motivo y posiblemente el quien.
Le muevo el brazo para despertarlo, pero me es una sorpresa que en realidad esta despierto, y me doy cuenta demasiado tarde porque ahora me tiene en sus brazos y sé que no me dejará libre esta vez sin que él no gane nada.
-Deberías saber que estoy en el club de teatro.-su sonrisa y el brillo de sus ojos. No puedo quedarme, me repito como mantra.-Iremos solo si me prometes algo.
-¿Qué quieres que prometa en contra de mi voluntad?.-se ríe.
-Estarás conmigo todo el tiempo.
-Será demasiado obvio.
-Ya lo sé.
-Pero nadie sabe que nosotros... bueno ya sabes.
-¿Y?, solo deben saber que ahora somos muy pero muy buenos amigos.
-Mientras no follemos en el instituto todo estará bien.-veo cómo se muerde el labio cuándo dejo de hablar, por suerte me libera de sus brazos para poder ir lo más rápido posible.
Algo en mi agradece que ahora esté con Max, él me puede proteger de todos los chicos que me molestan diarios. Pero tal vez no demuestre nuestra ¿relación? Max me tiene confundido con todo esto del mundo amoroso. Normalmente estoy solo y sigo solo, pero ahora él y sus ojos verdes han entrado a mi vida y no los puedo sacar aunque más lo desee.
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Be mine.
Teen Fiction¿Estás aquí por el chico lindo de mi portada? Yo también estaría aquí por eso. Tyler no es el típico chico de instituto, no es el chico normal, aveces se siente un alíen junto a sus compañeros, que por cierto se comportan como monos. A nuestro Tyle...