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Los chicos volvieron a casa tarde noche. Josh no se había alterado, claro, de no ser porque fumaba sin parar.

El celular del castaño sonó y cuando vio quien era no le apetecía nada descolgar la llamada, era su madre.

De seguro lo llamaba para insistir le en que dejara al tintado, más no lo haría.
No hizo caso alguno y apagó el aparato.

~

Tyler se negaba a hablar de Josh con sus familiares.
Todos sabían la situación del mayor y, trataban por todos los medios de convencer a Tyler de que lo dejara, que eso le afectaría tanto a él como a Josh, y que sería peor para ambos. Pero el castaño lo negaba, aún sabiendo que todos se habían dado cuenta, seguía negando les los problemas que tenían y las adicciones de éste.

No quería dejarlo, no podía.

—Hoy hemos estado bien - dice Tyler caminando a la mesa con dos tazas de té.

Le entrega una a Josh.

—Sí. De no ser por, y-ya sabes... fumar, no sé qué hubiera pasado ahí fuera - agacha la mirada dejándola fija en la taza.

—Lo sé, pero no pensemos en eso o ¿tienes esas sensaciones otra vez? - preguntó Tyler con cierto tono alarmado.

—No, no. Estoy muy bien. Creo que ya no necesitaré eso por hoy. Mejor vamos a dormir, no quiero mantenerme mucho rato más despierto - Josh se levantó de la mesa extendiendo la mano hasta el castaño.

—Primero termina te el té.

—Lo dejo en mi mesa de noche. Anda, vamos - rodeó la mesa hasta llegar donde estaba el chico.

Los dos caminaron entre risas por la casa asegurándose de haber cerrado bien la puerta y las ventanas.

💉

Josh se sentía fatal, ¿por qué? muy fácil; falta de narcóticos en su organismo. Tyler aún dormía profundamente por lo tanto, se levantó teniendo poco cuidado y salió de la habitación.

Le quedaba poca, pero la suficiente como para colocarse otra vez antes de volver donde el tal Jason.

Cinco rayas, aspiraba una y, otra y, otra vez. Se dejó caer en el sofá mirando el techo, extasiado y un cosquilleo le recorría las extremidades superiores, se sentía eufórico, intranquilo. Sonreía como tonto, se levantó de un salto del sofá y limpió todo lo que había manchado, hizo el desayuno, limpió las ventanas empañadas por la niebla de la mañana y las dejó abiertas.

Hizo abdominales y pesas en la otra habitación y después se dio una ducha rápida volviendo a la habitación en la que aún dormía Tyler. Se recostó otra vez a su lado abrazando lo por la espalda y dejando sonoros besos por toda su cara tratando de despertarlo.

Tyler casi le suelta una bofetada pero la luz del sol en su cara lo impedía. Cuando logró verlo con claridad, rodeó su cuello y aún extrañado por la actitud del tintado lo abrazó de vuelta.

.  .  .

Los efectos habían pasado, Josh estaba más calmado, pero no dejaba de pensar en cuánto tardaría en volver a alterarse.
Tyler estaba desayunando mientras sostenía su celular contra su oreja.

—Buenos días mamá - dijo el menor casi audible. - sí estoy bien - silencio - ya te dije que no mamá, no insistas - otro silencio - ¡dejadme en paz de una maldita vez, si vas a seguir con eso mejor ni me llames! - dijo y colgó la llamada.

—¿Qué te dijo? - gritó Josh desde el salón.

Tyler salía de la cocina - lo de siempre. Ya sabes, lo tuyo - tomó asiento a un lado del tintado aún mordisqueando la manzana en su mano.

Josh se quedó en silencio.

—Juguemos - propuso el castaño.

El de ojos claros se levantó del sofá y tomó los controles de la  consola, le lanzó uno a Tyler y encendió el pequeño aparato.

Varias partidas de Mario Kart a primeras horas de la mañana no les vendría mal.
Teniendo en cuenta las últimas semanas, parecía que ambos retomaban un poco de normalidad a su relación.

Y a Tyler le gustaba eso, extrañaba esas cosas, y después de días que se hicieron eternos para él, sentía que todo era igual que antes, aunque sólo durara horas.

Terminaron de jugar y ambos se quedaron recostados en el sofá.
Tyler en las piernas del mayor.

—Ahora vuelvo - dijo Tyler levantándose de golpe y perdiéndose en el pasillo.

Minutos después volvió con un pesado libro, Josh al verlo sonrió grande achicando sus ojos.

—No - rió divertido.

Tyler volvió a tomar asiento a su lado y abrió el gran libro. Era un álbum de fotos. La primera era una de ambos en un parque acuático de pequeños, ambos reían y comentaban la pequeña foto.

Seguían pasando páginas hasta que, el castaño soltó una carcajada al ver una foto familiar de Josh en el que estaba totalmente rapado. Su risa era bastante contagiosa y, a Josh le pareció lo más tierno. Tyler tenía lágrimas y tosió al terminar de reír.

***bien kk, ahqcy

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bien kk, ahqcy

tuve que stalkear a la querida Laura y me dolió porque ella era fan de Jebby, y habían muchas fotos de ellos 😂💔

Addicted to a cocaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora