Una oportunidad para el Amor♥.

Miedos.

Hola♥. Espero les este gustando. Ya saben, espero ideas, aportes y opiniones. Besos.

¡Me besó! Héctor me besó. Esos fueron los pensamientos de Cristina al instante que él unió sus labios a los de ella. No fue el simple beso de pico que él le dio al despedirse. Este beso era uno de esos desesperados, que te roban hasta un suspiro del alma, un beso cargado de necesidad, de tantos años sin verse y sorpresivamente ella estaba correspondiendo, su lengua invadiendo la suya, se sentía tan bien, Héctor saboreaba ese sin hueso como si fuera lo último que haría en la vida. Posó sus manos en esa cintura que amaba tanto y que nunca pensó acariciar sin ser solo su amigo.

Cristina se colgó de su cuello, ya que estaban sentados, no era la posición mas cómoda pero era la perfecta, la indicada. Ese beso aunque ella tratara de negarlo, era lo que necesitaba, desde el día que el se despidió en algunos momentos se hallaba pensando ¿Que hubiera pasado si ella hubiera profundizado ese beso? ¿Que se sentiría ser besada por él?

Y es que "Un mundo nace cuando dos seres se besan".

¡Y vaya que beso estaba presenciando ese living!

Cristina salio del estado de ensoñación y lo fue cortando con pequeños besos.

-Pequeña. Dijo Héctor pegando su frente a la de ella acariciando su labio inferior con su pulgar.
- Héctor, yo.. Cristina se separo rápidamente de el, se paro y se dio la vuelta, dándole la espalda.
- Tranquila pequeña ¿Qué pasa?
-No, yo no.. Héctor esto no debió.. Mejor me voy. Dijo Cristina tomando su maleta y su bolsa, saliendo del departamento prácticamente corriendo y dejándolo con la palabra en la boca.
-¡Cristina, Cristina!
No le quedaba mas que salir corriendo detrás de ella, Cristina ya había tomado el ascensor así que no tuvo mas opción que usar las escaleras para así poder alcanzarla.
- ¡Pequeña, detente por favor! Le alcanzo a gritar, pero ella ya con lágrimas en sus ojos por lo que acababa de hacer no quiso escucharlo, siguió su curso, logro parar un taxi y terminó subiéndose en  el.

Héctor no dudo ni un segundo y fue directamente a su auto, gracias a Dios llevaba su billetera y sus llaves en la bolsa de su pantalón, pensó. Lo encendió y fue detrás del taxi en el que ella se había subido.

Después de varios minutos en el centro de Florencia, vio que Cristina se bajaba del taxi en el "Hotel Ausiliatrice" el mas famoso de Florencia por cierto. Dudo si bajarse a intentar hablar con ella sabiendo que le esperaba una dura batalla o irse y dar tregua por el momento.
Finalmente como todo hombre enamorado decidió intentar hablar con ella, sabiendo que ya estaría instalada en alguna suite del gran hotel y que le esperaba una gran batalla que librar.

Alguien dijo por ahí "A veces el amor de tu vida llega después de haber cometido el error de tu vida." Pero Cristina estaba lejos de saberlo, tenía demasiado miedo y no era mujer que se metiera en medio de una relación, se arrepintió mil y una vez haber tomado la decisión de viajar hasta allí, pero fue mas su necesidad de verlo, de tenerlo cerca, siempre había sentido algo por él, pero luego llego Alonso, formo su vida y ya no supo mas de él. Héctor siempre formo un hermoso recuerdo en la mente de Cristina, muchas veces había pensado en él si, pero jamás se imaginaría que pasará todo lo que paso en los últimos años de su vida y que en serio aun con todo y su miedo querría que Héctor formara parte de su vida. Todavía no sabia desde que trinchera, pero lo quería cerca.
Decidió tomar una ducha y recostarse un rato, tenía mucho en que pensar, ese beso había sido demasiado para ella, sintió mucho pero no estaba preparada, mucho menos esperaba encontrarse con que él ya tenía una relación. Si, claro que la había desilusionado pero no era nadie para reclamarle nada, él tenía derecho a rehacer su vida, no se iba a quedar esperándola toda la vida, era lógico. Unos toques en la puerta la sacaron de sus pensamientos, pensó que era algún empleado del hotel porque ella había olvidado algo, no se percato mucho porque la prisa que tenía de entrar a su cuarto era evidente. Se levantó de la cama y fue hacia la puerta sin mirar por la perilla abrió la puerta y las palabras que estaba diciendo murieron en su boca.

-Digame que se le... ¡Héctor!
-Tenemos que hablar pequeña.

¿Qué se pasará ahora? ¿Querrá Cristina hablar con Héctor?

Es todo por hoy, nos vemos pronto chicas.