No es tu culpa.

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Hola amores​, buena lectura💓.

- Mi amor, por supuesto que no es tú culpa, fue culpa de ese desgraciado, no nos dimos cuenta de sus intenciones, tu eras alguien ingenua que se dejó llevar, nada mas. Yo te amo, él solo jugó con las dos.
- Pero yo le seguí el juego. Yo prometí cuidarte pero he sido de las personas que mas te han hecho sufrir -. Hipó.
- Tranquilízate mi amor, ya pasó.
- Gracias por estar aquí Héctor y devolverle a mi mamá un poco de la felicidad que le arrebaté.- Dijo poniendo su mirada en él.
Cristina acaricio su cabeza, ella y Héctor la consolaron hasta que se quedo dormida. Uno a cada lado de su cama, era una escena digna de admirar.

Ya era de madrugada cuando salieron del cuarto de Acacia.

- ¿Tienes hambre? -. Le dijo ella llegando a la cocina y frotándose la nuca.
- No, tranquila. - Se puso detrás ella y empezó a masajearle los hombros. Cris dejó escapar un pequeño gemido, ese corto masaje si que la estaba relajando.- Estas muy tensa y cansada pequeña, disimulas muy bien.
- ¿Disimulo bien que? - Pregunto confundida dándole todavía la espalda.
- Te conozco, siempre haces lo mismo. Ese maquillaje no logra tapar del todo esas ojeras que traes, sé que no has dormido bien ¿Por qué? -. Paso las manos por su cintura, la atrajo hacia él y le dio un beso en la sien. Ella instintivamente descanso lu cabeza en su hombro.
- Bueno.. - Suspiró. - Han sido tantas cosas, la mudanza, cuando no encontraba lugar para la galería, la remodelación de esta, selección de las fotografías. - Dijo cerrando sus ojos y poniendo sus manos sobre las de él.
Él frunció el ceño, sabia que parte de sus insomnios habían sido su culpa pero sabia que no le diría nada para no hacerlo sentir mas mal todavía pero el insistió - ¿Segura que solo eso?
Ella abrió los ojos y ladeó su cabeza - Si segura ¿Por qué? .
- Sé que parte de esa falta de sueño ha sido culpa mía, no me lo niegues.
- Héctor, no hablemos de eso...
- Pero yo sé de una manera para que duermas hasta tarde. - La interrumpió y empezó a besar el lóbulo de su oreja.
- ¿Ah si? - Le dijo de manera divertida. -¿Qué manera? - Dijo volteándose y rodeándole el cuello con sus brazos.
- Mejor te la enseño.- Dijo antes de timar sus labios en un beso lleno de pasión.

Se moría por hacerla suya, hace tanto que no la tenía así, ahora estaba segura de que jamás iba a dejarla ir, era su vida, ella y su hija, porque si, Acacia también se había ganado su corazón. Estaba dispuesto a todos por ellas, no quería que a ninguna de las dos volvieran a hacerles tanto daño y él ya no sería mas una de las causas para Cristina. La misión que se planteó en la Universidad, la volvía a retomar ahora. Hacerla muy feliz.

La tomó de la cintura, la levantó y la sentó en el mesón de la cocina, sus manos instintivamente se colaron por debajo de su blusa, tocando su piel desnuda, quemándola, incitándola. Sus besos pasaron a su cuello y Cris echó su cabeza hacia atrás para darle total acceso.

Cristina empezó a quitarle su saco y a desabotonar su camisa. Él por otro lado ya se había desecho del chaleco y la blusa de ella. - Ni te imaginas lo mucho.. Lo mucho que te extrañé -. Le dijo él con la voz entrecortada. Ella no podía hablar, en respuesta empezó a mover sus caderas creando una fricción tormentosa pero deliciosa. - Me estas matando pequeña.- Bajó las copas de su sostén para poder darse un banquete con sus pechos.
- Aahh.. Héctor.. Vamos, vamos a la habitación. - Dijo con la poca cordura que le quedaba, esa fricción la estaba matando.
- No creo que aguante mi amor, por favor.
- Pero aquí no podemos y te... Te necesito. - Dijo con los ojos cerrados.
- Tengo una idea será diferente pero te gustará. - Ella frunció el ceño, no sabia a lo que se refería hasta que él también empezó a mover sus caderas contra las de ella. Entendió y las empezó a mover mas rápido, necesitaba eso, no importaba de la manera que fuera pero necesitaba sentirlo de alguna manera.
- Dios.. Que bien se siente. - Héctor tenia aprisionado un pezón en su boca mientras seguía moviendo sus caderas, los dos estaban a muy poco de tocar el cielo.

Cristina lo tomo del rostro y busco su boca. Necesitaba saber que era real y que era suyo. Se besaron hasta que necesitaron aire, sus frentes seguían unidas, el contoneo de caderas cada vez era mas intenso. Él tenía sus manos en las caderas de Cristina indicándole el ritmo y ella tenía una mano apoyada en el mesón de mármol de la cocina y la otra rodeando el cuello de Héctor.
- Ahh, Héctor... Ya casi..  - Dijo ella sintiendo tan cerca el orgasmo.
- Lo sé mi amor, ven conmigo, hagámoslo juntos. Y así los dos alcanzaron un orgasmo delicioso pero diferente.

- ¿Te gustó? -. Dijo Héctor tratando de recuperar la respiración.
- Fue diferente pero wow, eso fue alucinante. Pero te necesito, sin nada entre nosotros. Dijo rodeándole el cuello con sus brazos.
Eso incitó demasiado a Héctor que la tomó de la cintura para que rodeara su cintura con las piernas, ella le indico cual era su habitación el la condujo hasta allí, la colocó delicadamente en su cama, empezó a besarla pero a lo lejos se oía el sonido de un celular.
- Contesta.. Pue.. Puede ser importante. - Dijo Cris entre besos.
- Deja que suene.- Le dijo el atacando su cuello.
- Para que llamen a esta hora debe ser importante, contesta mí amor.- Acariciando su mejilla.
- Esta bien, ya vuelvo. - Le dio un beso de pico y se incorporo para tomar su celular.
Cris hizo lo mismo, el contestó la llamada.

- Buena notte.. Si él habla.. ¿Cómo?... ¿Está seguro de lo que me esta diciendo? ... De inmediato salgo para allá, chao, mil grazie.

- ¿Que pasa mi amor? - Dijo con tono preocupado.
- Alessandra...

Hasta aquí el capitulo de hoy ¿Que le habrá pasado a la güera?
Gracias por leer❤

Una oportunidad para el Amor♥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora