Una oportunidad para el Amor♥.

Felicidad.

Disculpen la tardanza pero aquí me tienen con el último capítulo, Feliz año😍.

Cristina corrió hacia los brazos de Héctor, él disparo rozó su brazo.
- ¡Hector, mi amor! - Cris lo abrazo con todas sus fuerzas, no le importaba dar la vida con tal de salvar a Héctor. Así de grande era su amor.
- ¡Maldita sea! - Gritó Alessandra. - Hasta para morir tienen suerte. - Todo había sucedido muy rápido. Él policía herido había alertado a las autoridades y ellas llegaron a emboscarla, arrestándola cuando se preparaba para disparar de nuevo. - Tú eres mio Héctor, solo mío y te juro que me las van a pagar ¡Se los juro! - Alcanzó a decir mientras la subían a la patrulla.

Rato después llegó una ambulancia para atender al oficial herido y a Héctor aunque su herida fuera leve.
- ¡Papá! ¡Mamá! -  Acacia corrió a abrazarlos tan fuerte que pensó que se le iría la vida en ello, tenia miedo que algo pudiera ocurrirles, perderlos seria lo peor del mundo. - Temí que algo les sucediera.
- Tranquila hija, estamos bien. - Respondió soltando un suspiro.
- Pero Héctor..
- Estoy bien mis amores, solo fue un rozón.

No pudo hacer mas que abrazarlas a las dos para tratar de tranquilizarlas, él estaba sumamente preocupado, había visto tan pálida y demacrada los últimos días, casi no comía ni dormía y esa duda de no saber lo que le pasaba lo estaba matando.

- Amor ¿Por qué no vamos al hospital para que te revisen a ti? Estas pálida. - Soltó Héctor con preocupación.
- Si ma, no vaya a ser que estes enferma y capaz te nos desmayes de un momento a otro. - La miró.
- No se preocupen, yo estoy bien, mejor vamos a casa, este día ha sido de muchas emociones, estoy cansada.
- Cristina..
- Por favor. - Le suplicó.
- Bueno, esta bien pero si veo el mas remoto indicio de malestar nos vamos al hospital inmediatamente ¿De acuerdo?
- Prometelo mamá. - Dijo seria Acacia.
- Esta bien, esta bien. Lo prometo. - Levantó su mano derecha. - Ya, vámonos.

Llegaron a casa y como anteriormente había dicho Cris, si que estaba cansada, Acacia y Héctor lo notaron, ya que tras darse una ducha y ponerse la pijama, puso la cabeza en la almohada y se quedó dormida hasta el día siguiente.

Los rayos del sol caían en el rostro de Cristina, haciéndola abrir los ojos y terminándola de despertar. Héctor dormía a su lado e imaginada que Acacia estaba en su habitación, así que se dispuso a preparar el desayuno.

Héctor se despertó sobresaltado al oír como algo se quebraba en la cocina, fue corriendo y lo primero que vio fue a Cristina tirada, inconsciente en el suelo. La tomo en brazos.

- ¡ACACIA! ¡ACACIA! - Gritaba desesperado.
- ¿Que pasa? - Preguntó somnolienta. - ¡MAMÁ! ¡¿QUE LE PASÓ?! - Todo rastro de sueño se fue y abrió los ojos de par en par.
- Vamos al hospital, en el camino te cuento, busca las llaves del coche y vámonos.

Todo paso muy rápido, Acacia tuvo que llamar a Ulises y a sus abuelos para contarles que Cris estaba en el hospital y pesar de las negativas de ella, sus abuelos y hasta Ulises, Luisa, Germán y Alejandra decidieron tomar un vuelo lo antes posible para poder estar ahí u no dejar viajar solos a los padres de Cris.

Cristina despertó con un fuerte dolor de cabeza, lo último que recordaba es que puso el sartén en la estufa y sintió un fuerte mareo.

- Ah.. - Se quejó.
- Pequeña. - Héctor se apresuró a la camilla y tomo su mano.
- ¿Como te sientes?
- Un poco mareada. Pero mejor. ¿Q.. que paso?
- Te encontré desmayada en la cocina, no dude en traerte. Te golpeaste la frente. ¿Cris por qué no me lo dijiste? - Dijo preocupado.
- ¿Que? - Preguntó desconcertada pero al recordar, sintió como un balde de agua fría que le caía encima y empezó a tocar su vientre y las lágrimas comenzaron a caer. Héctor puso sus manos encima de las suyas.

- Ellos están bien Cris.
- ¿Ellos? - Casi grito.
- Te hicieron un ultrasonido, si, ellos.
- Ya lo sabes.. - Susurró.
- Si, ¿Por qué no me lo dijiste? Hubiera tomado las precauciones necesarias, te hubiera cuidado mas, pequeña. Me siste el susto de mi vida. Por favor no vuelbas a ocultarme algo así. - Acarició su rostro.
- Es que hasta ayer me entere, venia de traer los resultados de sangre cuando Alessandra me encontró, y.. Y después todo paso muy rápido y no pude contarte. - Sollozó.
- Shh.. Shh.. Tranquila, tranquila. Te creo, pequeña.
- Perdoname, se me pasó por alto.
- Si lo sé, tranquila. Ahora nos toca cuidar de esos bebitos y de ti, lo mas que podamos.
- Te amo.
- Y yo a ti.

A la mañana siguiente, Cristina fue dada de alta, se dirigieron directo a su apartamento, todo estaba oscuro.
- ¡Sorpresa! - Gritaron al unísono y las luces se encendieron.
- ¿Pero que? - Volteo a ver a Héctor con lágrimas en los ojos. - Gracias. - Lo abrazo y le dio un beso.
- No me des las gracias a mi, daselas a Acacia, ella se encargo de llamarlos. - La estrechó en sus brazos y le sonrió.

Cristina saludo a sus padres, a los amigos de Acacia a quienes quería como si fueran también sus hijos, les dieron la noticia que al ser un embarazo doble, las felicitaciones también lo fueron. Se acomodaron algunos en su departamento y otros en el que era de Héctor.

Cristina se acaba de acostar cuando sintió unos brazos rodearla y posarse en su vientre. Solo atinó a sonreir, se pegó mas a él, recostó su cabeza en uno de sus brazos y puso sus manos encima de las de él que estaban en su vientre.
- Gracias. - Dijo volteándose un poco para poder verlo a los ojos.
- ¿Por que? - Preguntó sonriendo y besando su frente.
- Por hacerme tan feliz, no me hace falta nada.
- Las gracias te las debería de dar a ti y a Dios. - Ella frunció el ceño. - A ti por corresponderme y a Dios por darnos otra oportunidad para amar. - Y con un beso de esos que te hacen suspirar el alma, se dejaron caer en brazos de morfeo.

Fin💞.

Se los debía, gracias por recorrer este camino conmigo y acompañarme en la primera historia que me anime a escribir, las amo, nos vemos en otra historia, infinitas gracias😍.