Capitulo 4: Resignación

17 2 0
                                    

DOS MESES DESPUES:

-¡Entra de una vez animal!

Ya cansado, dejé de resistirme y entré a mi selda.
Comencé a vestirme mientras maldecia en voz baja intentando reprimir mi enojo.
Escuché una ligera risa burlona desde la celda de al lado.

-Otra vez te tocó el baño con manguera? Deberías empezar a portarte bien eh? Así te ahorrarias acabar cada noche como perro mojado haha..-Exclamo burlandoce de mi estado.

-El problema no es el castigo Frank. El problema son esos tipos... ¡¡No los soporto!!- Exclamé dabdo un fuerte golpe a los barrotes.

-Hey...yo llevo cinco años aguantandolos...de seguro tu podrás hacerlo por un par de meses.

-Para ti es fácil decirlo...igual jamas saldras de aqui.

-¡Auch! ¡Tus verdades duelen amigo!-Soltó para luego empezar a reir.

-Se me hizo inevitable reír junto a el por unos segundos, pero me detuve al oír una llanto proveniente de afuera.

-¡Shh! ¿Oyes eso?-Lo callé intentando que también lo oiga.

-¿Que cosa?-Preguntó sin entender aparentemente.

-¡Ese llanto!

-Em...te recuerdo que no todos tenemos super oidos biónicos.

-¡Silencio! ¡Ahí vienen!

Derrepente la puerta principal se abrió dejándonos ver a un muchacho totalmente asustado e intentando resistirse mientras era opresado por unos guardias para asi obligarlo a entrar a su celda.

-Vaya...un nuevo recluso eh?-Menciono mi acompañante observando al joven sometido.

-Es solo un muchacho Frank...-Dije sintiendo lastima, con un gran dolor en el pecho al ver a una persona tan joven, que todavia tenía una vida por delante, ingresar a este lugar lleno de miseria.

-¿Pero que podemos hacer Jaco? Estas personas nos hicieron fenómenos, ahora esto es lo que nos toca.-Combinó para finalmente acostarse sobre su incomoda cama.

-

-

-

-

El claro sonido de la compuerta de mi celda abriendoce, fue lo que me desperto. Me sente y me puse alerta al instante. Sin embargo, mi guardia bajó rapidamente al ver de quien se trataba.

-Hola..- Solte casi en un susurro, sin quitarle los ojos de encima a aquella mujer.

-Hola Jaco. Solo vengo a sacarte unas muestras de sangre para uno de los ultimos procedimientos que recibirás, asi que por favor no te vayas a alterar como la ultina vez. No quiero tener que llamar a los guardias de nuevo.- Combinó con su delicada y tranquila voz, para luego sentarse en mi cama mientras sacaba su equipo.

-De..De acuerdo Liz...no hay problema.-

No pude evitar tensarme al tenerla tan cerca. Y casi podria jurar que solto una ligera risita burlona por mi acritud.

Ya hacia un par de meses que ella entraba constantemente para hacerme analizis y sacarme muestras de ADN, entre otras cosas. Y si, fue dificil hacer que Liz dejara de tenerme miedo, pero luego de un tiempo, logre que se diera cuenta de que no pensaba lastimarla. Incluso soliamos tener largas conversaciones cada vez que entraba a mi celda.

Ambos eramos conscientes de lo que sentiamos uno por el otro, sin embargo, ninguno de los dos era capaz de admitirlo.
Y a pesar de que yo estaba profundamente cautivado por cada pequeño aspecto de aquella mujer, sabia que no podia, ni debia llegar a tener algo especial con ella. Pues la vida se habia encargado de enseñarme a base de golpes, que yo solo le causaba dolor y muerte a aquellos que amaba, y de ninguna manera queria causarle daño a alguien mas, no a ella.

-Jaco..-

Salgo de mis pensamientos rapidamente para prestarle atencion.

-¿Que ocurre?- Pregunto con la vista fijada en aquella aguja que Liz acababa de insertar en mi brazo.

-Quiero hablarte de algo complicado.-

Si de por si antes ya estaba tenso, en ese momento, me tense aun mas, pues nunca habia sido bueno con lo complicado.

Al ver que yo me habia quedado en silencio con una expresion de seriedad en mi rostro, ella decidio proseguir.

-Te ayudare a escapar.-
-¿Q-Que?-
-Lo que oiste, no quiero que te sigan haciendo daño, no lo soporto mas. Solo quiero verte feliz Jaco.- Confeso luego de retirar la jeringa, para luego guardarla.

-¿Verme feliz? Creeme Liz, eso ya no es posible.- Contesté con una expresion melancolica, muestra de mi sufrimiento interno.

-Yo puedo hacerte feliz...- Se sinceró bajando la mirada.

-¿Q-Que dijiste?-
-[suspira] Quiero que seamos felices juntos Jaco..- Admitió viendo fijamente a mis ojos, mientras su mano se posaba sobre la mia.-

-¿Que dices?- Se acerco lentamente, conectando aun mas nuestras miradas.

-No puedo hacerlo, lo siento..-

-¿Que? Pero pense que tu..-

-Yo tambien siento algo por ti Liz. No soportaria que a ti te pase lo mismo que a la ultima persona a la que ame.-

-¿Que fue lo que paso?...¿Que es lo que te ha llevado a sentirte asi?-

-Es una larga historia..-

-Pues te escucho.- Dijo para finalmente guardar sus cosas, y prestarme atencion dispuesta a saber todo.-

-[suspira] Esta bien...esta es mi historia..-

CONTINUARA...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 16, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LOBO | el hombre que se convirtió en bestia |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora