15 | Pasillos

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QUINCE.


MADYSON GREY

Observé desde la terraza que daba al salón principal del palacio, como mujeres y hombres iban de un lado a otro en el palacio, colocando mesas, equipando el salón, cambiando las cortinas y haciendo brillar cada rincón; y todo con una única finalidad: El Baile de Medianoche.

El Baile de Medianoche, según Travis, era una celebración que se creó hace muchos años en la que todo el mundo se vestía de gala y se ponía máscaras para intentar encontrar pareja. En cambio, según Emily, era una manera machista de que los hombres encontrarán una mujer con la que acostarse. Claro que esto era voluntario.

Actualmente solo era un baile que se hacía por costumbre. Según todos.

—¿Y cómo siguen las cosas entre el Alpha y tú? —cuestionó Travis mientras se tomaba su café.

—Tensas —contesté siguiendo mirando hacia el salón.

—¿No habéis hablado desde la discusión? —preguntó curioso.

—Sí, ha pedido disculpas pero eso ya lo había hecho —suspiré.

—¿No crees que sea verdad?

—Sí, le creo. Colton no me quiso hacer daño y no quiso explotar así —respondí— Colton no es malo.

—¿Segura? —levanté una ceja— No digo lo contrario, no me mal entiendas pero quiero que te des cuenta que no todos controlamos a nuestra bestia por igual, y cómo sabrás, el Alpha Colton...

—Lo sé —asentí con la cabeza— Solo necesita estabilidad para controlar a su bestia. No es malo —negué con la cabeza— Aunque debo aceptar que igual no es lo mismo de antes.

—Obviamente —ladeó la cabeza— Deberías de intentar hablar con él.

—¿Crees que no lo he hecho? —cuestioné frunciendo el ceño— Pero está esquivo, como si se avergonzara.

—Normal —bufó.

—Lo invitaré al Baile de Medianoche —confirmé.

Travis hizo una mueca.

—El caso es que no hay parejas en el Baile de Medianoche —miró hacia el salón— Cómo se hizo con la finalidad de seducir y conquistar, uno no iba con pareja.

—¿Y supuestamente ya no había dejado de ser para eso? —ladeé la cabeza.

—Sí, pero las tradiciones siguen en pie —se encogió de hombros.

—¿Y cómo hablo con él? —me mordí el labio.

—En el Baile, sácalo a bailar y seducelo —respondió.

—Bueno... —asentí.

—Pues, amiga, hay que conseguirte un buen vestido —alcé una ceja— Tienes que estar divina, regia y hermosa delante de todos.

—¿Y a qué esperamos?

Una sonrisa apareció en el rostro de Travis y no tardamos mucho más en terminar, o más bien engullir, todo el desayuno e irnos con la mejor sastre de la manada.

Estuvimos ahí varias horas debido a que las ideas y consejos de Emily no coincidían con las de la sastre, sumándole, a la cara de culo que llevaba Travis porque no aceptaba que Emily fuera al baile, ya que eran pareja y no sé qué más. No entendí mucho.

La verdad era que Emily me recordaba un poco a Hallie en versión más infantil. Las dos eran muy inteligentes, extravagantes, simpáticas y feministas. Oh, sí ¡Cuántas discusiones había yo escuchado entre Alec y Hallie sobre la igualdad!

SOLO ELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora