Otro día de escuela, no podía decir aburrido pues hoy vería a mi profesor favorito. Hoy me tocaba historia así que me arreglé más de lo normal, lo sé solo tengo trece años pero igual ¿acaso uno no puede enamorarse?
Tomé mi toalla y me metí a bañar.
Salí rápidamente y me vestí. Me puse una falda negra, un polo suelto blanco y unas converse del mismo color que la falda. Me sequé el cabello y me peiné, no me gustaba hacerme nada en el cabello así que lo dejé así y tampoco me maquillaba pues no me gustaba.
Salí prácticamente volando de mi habitación y me dirigí a la cocina.
- ¡Ya me voy mamá! - grité al no encontrarla por ningún lugar.
- ¡Hija agarra un sándwich del microondas y dinero que deje en la mesa! - gritó desde el baño.
- ¡Está bien, te quiero mami! - me despedí, pero no recibí respuesta.
Típico de mi mamá.
Me dirigí a la puerta y el autobús justamente ya había llegado por mí.
Subí y busqué con la mirada a mi mejor amiga Rose, la vi y me acerqué para sentarme junto a ella.
- ¡Hoy toca historia! - chilló emocionada.
- Lo sé - solté una risa por su actitud.
- Hoy veré a mi profesor favorito - sus ojos brillaron.
- Si pero es mio - reímos.
- Eso me queda claro amiga. Deberías hablar con él ya que pronto cumplirás 14 años, mejor dicho en una semana y digamos que no es tan mayor que tú - fruncí el ceño.
- ¿Hablas enserio? - solté una carcajada - ¿planeas que me involucre en algo con el profesor?, no podría hablar con él de otro tema que no sean los estudios, eso es imposible.
- Bueno yo solo digo - volteó los ojos.
Sin darnos cuenta ya habiamos llegado a la escuela. Bajamos del autobús y por ir conversando con Rose no me di cuenta por donde iba y choqué con alguien.
- ¡Auch! - me quejé levantándome del suelo.
- Lo siento - me extiendió su mano.
- No te preocupes - alcé mi mirada tomándole la mano - ¿Profesor? - una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo al sentir su tacto.
- ¡Lily! - abrió sus ojos - lo siento alumna por...emm...derribarla al piso - me miró apenado.
- No hay problema profesor, justo iba yendo para su clase - sonreí y busqué a Rose con la mirada. Estaba en un rincón mirándome más emocionada que nunca.
- Vamos te acompaño. Linda blusa - sonrió.
- Gracias profesor - bajé mi cabeza con mis mejillas más rojas que nunca.
- Me haces sentir viejo llamándome así - soltó una risa.
- Lo siento pero se me haría irrespetuoso llamarlo por su nombre - hice una mueca.
- Lo sé Lily no te preocupes - rió nuevamente, ¡Oh por Dios! amaba esa sonrisa.
Entramos al salón de clases y me senté junto a Rose como siempre, sabía lo que se me venía encima, es decir, un interrogatorio por haber chocado con el hermoso profesor Justin.
- Lily - susurró.
- Te cuento todo en el receso - susurré sabiendo a lo que se refería.
- Está bien - rió bajito.
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Mi Profesor
FanfictionPor tu culpa me hice daño, pero tu mismo fuiste el que curó mis heridas.