Justin
Soy un completo idiota, por mis estupidos celos deje a mi pequeña sola, ¿Por qué siempre hago todo mal?
Ahora lo único que quiero es volver el tiempo atras y no haberme ido de su casa.
Camine hacia mi cocina para poder comer algo, saqué una pizza congelada y la calente para luego comermela, no puedo dejar de pensar en ella y en lo patán que me comporte, sin duda mañana le pediré disculpas.
Me fije la hora en el reloj y ya eran las 9:00 de la noche, ya tengo sueño así que decidí subir a dormir, no sin antes llamarla y saber como esta además de pedirle una disculpa.
El teléfono sonó por unos segundos y al tercer tono contesto.
- ¿Hola? - habló con voz adormilada, creo que la desperté.
- Hola Lily.
- ¿Qué quieres Justin? - habló friamente.
- Quiero pedirte disculpas por haberme ido, estaba muy celoso de no haber sido yo el primer hombre que te besara - confesé.
- En verdad si lo eres.
- No entiendo.
- Tu eres el primer hombre -recalcó la última palabra - no fue importante.
- ¿Osea no significo nada para ti?.
- A mi no me gusta Dave, a mi me gustas tu Justin, entiendeló de una vez -soltó una pequeña risa.
- ¿Eso quiere decir que me disculpas?.
- Eso quiere decir que aunque fuiste un completo patán idiota, no me podría enojar contigo por idiotecez - suspiré aliviado.
- Gracias pequeña, descansa y sueña lindo - sonreí aunque no me viera.
- Igual tu Biebs.
- ¿Biebs? - dije confundido.
- Es tu apodo, de tu apellido Bieber.
- Oh claro preciosa, me encanta.
- Nos vemos mañana Biebs.
- Hasta mañana.
Después de eso colgó la llamada y dejé mi celular en mi mesa de noche, me sumergí en mis cómodas sábanas y me quede profundamente dormido.
(...)
Me desperté por el irritante sonido de la alarma, me levanté de la cama y me metí a bañar, me coloqué mi uniforme de trabajo y baje hacia la cocina para desayunar algo rápido, después de desayunar me lavé los dientes y salí con dirección a la escuela.
Mientras conducía en mi auto pude ver a Lily caminando tranquilamente, tan linda como siempre y con esa sonrisa tan característica de ella. Decidí acercarme y al parar el auto al lado de ella se sobresalto pero luego al verme se calmó.
- ¿Quieres que te lleve? -sonreí.
- Si no es mucha molestía - bromeo.
- Tu nunca serás molestia - se ruborizo haciendo que se viera demasiado tierna y las ganas de besarla no me faltaran.
Le abrí la puerta del auto desde adentro, subió y se puso el cinturon, el camino fue muy cómodo, hablamos de diversos temas y pude robarle un pequeño beso en los labios cuando estuvimos en un semáforo.
- Llegamos - hablé.
- Oh si, bajare yo primero para que nadie se de cuenta - sonrió.
- Está bien.
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Mi Profesor
FanfictionPor tu culpa me hice daño, pero tu mismo fuiste el que curó mis heridas.