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Lo ultimo que Yui vio antes de desmayarse.

Fue a Kotaru callendo al suelo.

Y a Ayato acercarse a ella.

Narrador

-¿¡Kotaru!?-

La rubia abrio los ojos de golpe y se levantó de un salto, saliendo de la cama en la que se encontraba, al instante sintio un fuerte dolor en su cabeza.
Con un quejido levanto la vista y recorrio la habitación con la mirada. Estaba en una habitacion completamente desconocida y definitivamente no era le mansión Sakamaki.

La habitación era relativamente mediana, sin llegar a ser grande ni pequeña, el color de las paredes era blanco con algunas tonalidades azules, tenia un pequeño ventanal que daba a un balcon.

Cuando Yui salio un frio viento le puso la piel de gallina, se dio cuenta de que estaba vestida solamente con un camison blanco que le llegaba hasta la rodilla.
Miro hacia afuera, en el patio había una pequeña laguna con árboles alrededor. En cuanto la casa/mansion/lugar en la que se encontraba era bastante más pequeño que la mansión Sakamaki.

La oji-rosa apretó los puños, se dio la vuelta y salio trotando de aquella habitación, camino hasta llegar a una escalera y la bajo de dos en dos.

Llego a una sala y se paro en el umbral de la puerta, de repente toda esa "valentia" que sentia hace unos momentos se esfumo, al ver a el pelirrojo parado en medio de la sala. Mirandola fijamente.

Ayato empezó a caminar lentamente hacía ella, Yui se quedo quieta en el lugar, sin dejar de mirarlo. Cuando Ayato estuvo frente a ella la tomó de la muñeca y la atrajo hacía el.
Yui cerró los ojos, esperando la dolorosa mordida en su cuello, pero esta nunca llego.

Los brazos de Ayato estaban rodeando su cintura, tenia la nariz en el espacio que se formaba entre en cuello y el hombro. La estaba abrazando. Los brazos de la rubia se encontraban en el pecho de Ayato y sus ojos estaban abiertos como platos.

-Finalmente... vuelves a ser mia- Ayato cada vez apretaba más a Yui contra su cuerpo. Esta por su parte empezó a empujarlo suavemente, y el, al darse cuenta puso su rostro frente al de ella y con sus dedos la obligó a levantar la mirada y verlo a los ojos.

-Ayato-ku- Yui no logro terminar la frase, el pelirrojo había pegado sus labios bruscamente a los de ella.

Yui intentó retroceder, pero termino siendo empujada por Ayato, quedando entre la pared y el oji-verde, este por su parte empezó a intensificar el beso, cuándo su lengua entro en la boca de la chica, ella solto un leve gemido.
Unos momentos después Ayato se separo de ella, un delgado hilo de saliva unía sus bocas, el pelirrojo miro el rostro de Yui; lenia la respiración agitada, la boca levemente abierta, un fuerte sonrojo en las mejillas y los ojos entre abiertos.

Ayato fruncio seño, "a saber cuantas veces le mostro esa cara a ese maldito bastardo".

-¿Que… fue eso?- Yui empezaba a normalizar su respiración, aún atónita ante el inesperado beso, la chica levantó su mirada para mirarlo fijamente-¿Que fue eso, Ayato-kun?- el nombrado dirigió su mirada a el cuello de la rubia y esta al notarlo se retorcio intentando soltar sus muñecas del agarre que ejercía Ayato sobre ellas.

-Tsk, solo… quedate quieta- dijo el chico, acercando sus colmillos a la clavícula de la pobre rubia.

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Yui desperto en la misma cama, solo que ahora era de noche, intento recordar como había llegado a la cama, en su mente apareció Ayato, mientras succionaba su sangre, hasta el punto de causarle un desmayo.
La oji-rosa toco su cuello y clavícula con los dedos, encontrándose con algunas mordidas de colmillos bastante recientes. Al instante recordó el apasionado beso que tuvo con Ayato, y no pudo evitar sonrojarse, ese era el tercer beso que compartia con el pelirrojo.

La chica intento moverse y levantarse, sin embargo, había algo que se lo impedía; al voltear la cabeza se encontro con el salvaje cabello de el oji-verde y con sus brazos cubriendo su espalda y su cintura. Se quedo de piedra cuanto este hablo en su oido.

-Tu… no me volveras a dejar, ¿Verdad?- su voz se oía algo melancólica, al momento atrajo a Yui contra su pecho, logrando que esta sintiera su respiración en la nuca, provocándole un escalofrío.

-Me da igual lo que respondas, igualmente…nunca te dejare ir… tu eres mia-

Notas de la autora:

Hola! Antes de todo quiero agradecer a tod@s ustedes por leer esta historia (^.^)
Perdon por la demora, espero que este capítulo les guste.


«Sólo eres mía» ·Diabolik Lovers· (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora