«Sólo eres mía» ·Diabolik Lovers· (Pausada)

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-Tu... no me volveras a dejar, ¿Verdad?- su voz se oía algo melancólica, al momento atrajo a Yui contra su pecho, logrando que esta sintiera su respiración en la nuca, provocándole un escalofrío.

-Me da igual lo que respondas, igualmente...nunca te dejare ir... tu eres mia-

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P.O.V Normal

Cuando Yui volvió a despertar ya era de día y Ayato no estaba a su lado.

Se levantó y camino hacía la ventana, mientras tocaba las marcas de mordida que Ayato había dejado en su clavícula y cuello.

Abrió las cortinas y la luz del sol iluminó su cuerpo y la mayoría de la habitación.

-Maldita sea... no recordaba que doliera tanto...

Con mucha más calma que el día anterior se dedicó a examinar la habitación.
Encontro el baño y el closet, este ultimo tenia casi toda la ropa que antes tenia en su casa... con Kotaru. La rubia no pudo evitar ponerse triste al pensar en su novio, "supongo que ahora es mi ex-novio...con todo lo que paso", por su mente pasaban todos los recuerdos buenos que habían pasado juntos, desde su primer encuentro hasta que empezaron a vivir juntos.

Una sola lágrima salio de sus ojos, probablemente nunca podria verlo otra vez, todo por el hecho de que Ayato fue por ella hace ya unas noches.

-Ayato...¿Por que tuviste que ir por mi?- Yui apretó los puños se dio la vuelta mientras gritaba. -¡¡Vamos, respondeme!! Tsk, ¡¡Se que estas ahí!!- Al no recibir respuesta la oji-rosa empezó a zollosar mientras abrazada su propio cuerpo, repentinamente recordó las recientes mordidas en su cuello, se levanto y camino ( aun con algunas lágrimas en el rostro) hacía el baño.

Luego de limpiar sus heridas y cara salio del baño, se vistió y salio a recorrer el pasillo de la desconocida mansión (multimedia).

Media hora despues, en la que no se topó con nadie, un fuerte ruido se escucho en el primer piso, cerca de la entrada y de sala.

-¡¡OE, CHICHINASHI!!¡¡DONDEQUIERA QUE ESTÉS, NO SE TE OCURRA BAJAR!!- Al escuchar el grito de Ayato, Yui, desobedeciendo bajó la escalera, encontrándose con Ayato, quien se esforzaba por mantener la puerta de entrada cerrada a toda costa. -Tsk... creí haberte dicho que te quedaras arrib- el pelirrojo no pudo terminar la oración, un fuerte golpe en la puerta lo había empujado hacía adelante, enseguida, Ayato volvió a empujar la puerta para que no se abriera.
-¿Piensas quedarte mirando y dejarle a ore-sama todo el trabajo?- Yui, con un sobresalto empezó a empujar la puerta junto a Ayato.

La oji-rosa estaba cada vez más confundida, "me secuestra, me besa,me muede, dice aue no me dejará ir y ahora parece que hay alguien tratando de entrar y... espera...hay alguien...tratando de... entar en la mansión... ¡HAY ALGUIEN TRATANDO DE ENTRAR A LA MANSI-" los pensamientos de la chica fueron interrumpidos por un golpe, mucho más fuerte que los demás, contra la puerta. Los dos fueron empujados unos metros lejos de la puerta y esta se abrió de par en par dejando ver cinco siluetas de chicos.

-Tch, mierda... ¡crei haberles dicho que no son bienvenidos en esta casa!-

-Nfu~ no seas tan rudo con nosotros Ayato, ¿acaso tus queridos hermanos no pueden venir a visitar tu nueva casa?- Yui no se lo creía, un chico castaño con sombrero estaba entrando por la puerta, seguido de un chico de baja estatura y pelo morado.

-¿Hu?¿Bitch-chan?- Yui palidecio al reconocer a Raito.

-Así que esta era la razón por la que nos prohibías la entrada- La rubia se volteó y pudo ver como un chico peli-negro de lentes hablaba con Ayato.
-Tsk... ¿y eso que importa?¡Fuera de mi ca- ¡ESPERA!¡SUBARU NI SE TE OCURRA ROMPER UNA PARED!- Ayato estaba indignado... el arreglo de paredes era caro...

-Callense... son muy ruidosos- Ayato estaba a punto de volver a gritar, cuando, de repente un grito de la chica resonó en la mansión.

-¡Kyaaa!¡Sueltame, pervertido!- Aprovechando el alboroto, Raito intentó pasarse de la raya con la oji-rosa y esta en un acto de reflejo, hizo lo impensable, tan pronto como sintió las manos del chico en su cuerpo, ella levanto la rodilla con todas sus fuerzas, causando el golpe de gracia total en el pobre chico.

Raito cayó al suelo, sujetadose la entrepierna y Ayato usó el "bug" y confusión de sus hermanos para tomarlos de las camisas y tirarlos para afuera, mientras, con voz firmé vociferaba un "¡Y NO VUELVAN!" a sus hermanos, cerró la puerta y le puso el seguro.

Volteó a verla, mirándola de arriba a abajo, tenía puesto un vestido blanco con flores rosas que le llegaba hasta la rodilla.
La chica se sintió incómoda ante la mirada del pelirrojo y no pudo evitar sonrojarse salvajemente cuando Ayato la agarró de la cintura y la arrojó a un sillón de cuerpo completo, quedando el sobre ella.

-¿Dónde te tocó?

-¿Que?

-¿Donde mierda te tocó el imbécil de mi hermano?- la mirada del chico era sombría y su voz delataba un creciente enojo.
Al no recibir respuesta el oji-verde levantó bruscamente las muñecas de la rubia por sobre su cabeza y puso la rodilla entre las piernas de ella para que se abrieran.

-Responde

-E-el tocó mi... muslo- inmediatamente el pelirrojo tomó el muslo de Yui y lo levantó mientras acercaba su boca a dicha zona.

El sonrojo de Yui era salvaje, el estar con un vestido relativamente corto y esa posición comprometedora...

No pudo retener el gemido que salio de su boca cuando los labios de Ayato tocaron su pierna, para luego empezar a besarla lentamente y clavar sus colmillos en su suave piel. Los gemidos de la rubia se convirtieron en muecas de dolor mientras el chico chupaba su sangre.

Luego de unos minutos que se le hicieron eternos a la oji-rosa, Ayato alejó su cabeza de la pierna de Yui, un delgado hilo de sangre salia de su boca hasta su barbilla.

-Dime una cosa chichinashi...¿Cuantas veces te tocó el?...ese...¿Como era que se llamaba?¿Kotaru?- la rubia sintió un escalofrío cuando Ayato pasó su lengua por su cuello.

-No respondas...no me interesa, pues el grandioso ore-sama se asegurará de borrar todo rastro de ese hombre que quede en tu ser-

Yui se retorcio bajo el cuerpo de Ayato, a la vez que este acariciaba su pierna con la mano.

-Asi que... prepárate-
Dijo mientas abría la boca.

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Notas de la autora:

Antes de todo, ¡perdón por la tardanza! Y también ¡Muchas gracias por las 500 lecturas!
Espero que este capítulo les gustara.

Recuerden que los votos y comentarios se agradecen mucho *3*
Los AMO y hasta la próxima.