(KhR) Tiempo espacio, un jodido asco

Chapter 8

"De verdad, no saben cuánto las quiero" Lloró Chrome observando el orden del lugar, tan eficientes como siempre, las chicas habían restaurado todo el comedor en cuestión de minutos, ya no habían señales de una lucha ni mucho menos explosiones. Dios las bendiga ¡Incluso podía ver su reflejo en el suelo! 

"Y nosotras a ti, Chrome-chan" Rió Kyoko. 

"Por cierto..." La versión mayor de Haru levanto la voz, sus ojos fijos en los chicos discutiendo a solo unos metros de distancia "¿No es un poco peligroso para nuestro tiempo que ellos estén aquí?" Su ceño se arrugo en preocupación "Porqué, he visto un montón de películas de ciencia ficción como para decir que deberíamos estar preocupadas"

Chrome parpadeó compartiendo una mirada con la castaña de cabello largo "A decir verdad, no había pensado en nada de eso..."

"De seguro no ocurre nada" Kyoko desestimo con calma "Es decir, aún estamos aquí, ¿No?"

Chrome asintió con una sonrisa, de alguna forma ella siempre lograba calmar sus preocupaciones, seguramente por su llama de la lluvia. Estaba a punto de dar su punto de vista cuando Haru salto delante de ellas con una expresión completamente de pánico "¡Pero existen muchas posibilidades!" Lanzó sus brazos extendidos de arriba abajo y viceversa "Quizás le borramos la memoria al volver o el efecto en la bazooka causo algún daño colateral en sus cerebros" De repente se quedó sin aliento, asustando un poco a la peli morado, su rostro se puso pálido, sus ojos se ensancharon a mas no poder y sus brazos cayeron a su costado sin fuerzas "O tal vez estoy en coma y cuando despierte ustedes ni siquiera existan... ¡NO!" Se abrazó a Chrome asfixiándola "¡Las quiero mucho! ¡No me dejen!"

"Haru... No respiro..."

"Juntarse tanto con Hayato-kun le ha lastimado la mente..." Comentó Kyoko con una extraña mezcla de preocupación y diversión en su voz, intentando sacar a la otra chica de encima.

Intentando recuperar la función en sus pulmones, Chrome le miro con horror "Al menos no se le pego su obsesión por los UMAS"

Kyoko le tapo rápidamente la boca "No, por favor. No llames a la desgracia. Ya tengo demasiado con escuchar sus teorías de conspiración paranormal"

"Jamás debimos arreglar esa cita a ciegas..." La casa asintió en silencio, en su pequeña lamentación silenciosa ignoraron por completo a la chica en el suelo murmurando sobre la tela espacio tiempo y el posible colapso del mundo.

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Tsuna fulminó con la mirada al pequeño reloj al lado de su cama, la alarma había sonado hace unos momentos despertándolo de su necesario descanso, al igual que el día anterior y seguía sin recibir su golpe matutino tradicional. No es que le moleste salir de la nada ileso, pero... no sentía ganas de salir de la cama hoy.

No quería asistir a la escuela sintiendo su Híper Intuición como una gran jaqueca, ni estar con sus amigos. No cuando eran la causa de su molestia.

Podría llamarlo un día de enfermedad y ya. Pero sabía que cuando Reborn se enterará –Porqué lo hará- le castigaría de la peor forma imaginable.

Y claro, preocuparía a su madre por nada.

Sin buenas opciones que garantizaran al 100% su salud tanto física como mental, se quitó las suaves y calentitas sabanas de su cama, y con un gruñido se dirigió al baño.

El camino a la escuela fue tranquilo, lo que claramente no estaba para nada bien. Ninguno de sus amigos se presentó, al igual que en las mañanas anteriores, lo cual agradecía y al mismo tiempo molestaba al castaño. Su ausencia luego de admitir sus inquietudes solo confirmaba sus sospechas.