No estás solo.

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Dos días habían pasado desde la última vez que Tony vio a Loki; evitó dormir y comer más que la plaga o el papeleo, a menos que el café y bebidas alcohólicas contaran como alimentos. Pepper intentó convencerlo un par de veces de dejar el taller, no tuvo mucho éxito. Él estaba bien, a la perfección o al menos eso repetía cuando le preguntaban.

-Señor, Steve Rogers solicita autorización para entrar al taller.

-Dile que no gracias, será mejor si lleva su discurso de patriotismo a otro lado. Pon la música,  AC/DC.

-Como usted diga,  señor-Respondió Jarvis, Back in Black resonaba en el taller a máximo volumen.-Es mi responsabilidad informarle que alguien está. ..

Tanto J como la música se callaron al instante  y las puertas se abrieron, revelando a Rogers con su ropa pasada de moda, junto con Natasha y Clint, ambos con uniformes de Shield.

-No recuerdo haberlos invitados, Capi-paleta, Katniss y Witzy-Witzy Araña.

-Stark no hay necesidad de ser hostil, sólo nos aseguramos de que estés bien.-Dijo Rogers-No deberías enterrar tus problemas en alcohol y trabajo, somos tus amigos, no importa que haya sucedido, estamos aquí para ti.

-Sabes, debo estar perdiendo la memoria porque no recuerdo que alguno de ustedes haya...

-Cállate Stark-Advirtió Natasha.-Podemos hacer esto por las buenas o por las malas.

Tony recargó su frente contra la fría superficie de la mesa. ¿Porque no podían dejarlo solo en su ruta de autodestrucción y miseria? El miedo y preocupación carcomían su mente. Sabía que si dormía las pesadillas regresarían y esta vez incluirían a Loki, golpeado y de rodillas, sin Tony ahí para ayudarlo... Dormir estaba sobrevalorado.

Sintió una mano en su hombro, Rogers. Con esa asquerosa expresión de compasión. No necesitaba su compasión. 

-Vuelve al congelador,  Rogers. De preferencia no regreses...

-Stark...

No se molestó en responder o en levantar la mirada. Si, estaba siendo infantil, pero no necesitaba que Capitán Perfecto llegará a decirle como vivir su vida.

-Stark, si nos dices que pasó tal vez podamos ayudarte. 

-Si accedes a comer algo decente y dormir por lo menos seis horas nos iremos-Ofreció Clint ¿A qué horas se había movido de la puerta? Malditos espías silenciosos como gatos.

-Por si no se han dado cuenta, soy un hombre adulto, no necesito niñera.-Reclamó, sólo necesitaba saber que Loki estaba bien aunque eso nunca lo diria en voz alta.

-Entonces actúa como tal-Natasha dijo, su usualmente tranquila y monótona voz comenzaba  a sonar enojada. Mala idea.

Se levantó admitiendo su derrota. No iba a dormir pero la idea de una pizza y un baño sonaba bastante tentadora como para seguir resistiendo. Aunque eso resolvía su pregunta ¿Cuántos Vengadores se necesitan para sacar a Tony Stark de su taller? Tres parecía ser su número de la suerte.

Odiaba sentirse así,  odiaba extrañar a Loki y odiaba al mismo Loki por hacerlo sentirse así.  Bueno, no lo odiaba, eso parecía bastante imposible si se tomaba en consideración la forma en que su corazón parecía saltarse un latido cada vez que veía al dios.

Los tres Vengadores lo acompañaron hasta la puerta del baño. Qué incomodo.

-Voy a darme una ducha, a menos que quieran unirse. Podríamos hacer una pequeña fiesta...

-No, gracias-Interrumpió Natasha.

-Bien, entonces ¿Por qué no piden una pizza y me esperan en la sala?

Los tres asintieron y el entró al baño cerrando la puerta, aunque un cerrojo no detendría a dos agentes de Shield. Tony miró su rostro en el espejo, unas ojeras dignas de un mapache rodeaban sus ojos y su barba lucía desarreglada. 

-Oye Gelatinas, éste seria un buen momento para ayudar-Dijo, recordando la visita de aquella misteriosa mujer- No sé... Loki...

Nada sucedió,  por un momento se sintió traicionado,  antes de reírse de su propia idea. 

-Ni siquiera sé si sigue vivo-Concluyó.

-Vuelve a llamarme "Gelatinas", mortal y me aseguraré de que sufras una muerte lenta y dolorosa.-Replicó una voz femenina, mientras atrás de él aparecía la mujer de ojos verdes.-Loki sigue con vida, ignoro lo que haya sucedido, pero mis espías me informaron que su estado es malo. Necesitará tu ayuda cuando regrese.

-Espera, creí que TU ibas a ayudar.

-Cuando él sea regresado a Midgard vuelve a llamarme. Mi tiempo es demasiado valioso como para sentarme a esperar con un mortal.

Dicho eso desapareció.

Bien, obedecería.  Loki lo necesitaba. Rápidamente se deshizo de su sucia ropa y entró a la regadera, con el único propósito de estar listo para cualquier cosa cuando el dios de las mentiras regresara. Lo cual incluía que  los héroes responsables de su captura no estuvieran presentes.

-¿Tony?-Preguntó Natasha, de seguro estaba preocupada de que intentara escapar por los conductos de ventilación. 

-Tranquila Mini-Espía, no he escapado todavia.

Se apresuró a vestirse, el olor a pizza atacó su nariz el instante en que salió del baño. En la sala estaban los tres Vengadores rodeando dos pizzas de tamaño familiar. Era tan extrañamente normal el tenerlos ahi. Comiendo y platicando como si hicieran eso todos los días y Tony se permitió relajarse y sentirse bien.Aunque claro, tenía que terminar.

-Tony, debemos regresar a nuestra misión -Dijo Natasha un par de horas despues- ¿Vas a estar bien?

-Si, ya sabes como soy. 

Todos se fueron, todos siempre se iban. No tuvo tiempo de pensarlo más,  un dios pálido de cabello negro y ropas verdes llenas de sangre apareció encima de él, mientras avanzaba hacia el bar. ¡Qué demonios! Logró levantarse, manteniendo a su invitado pegado a su pecho, no podía ver su rostro.

Ayudó a Loki a sentarse, necesitaba verlo, necesitaba saber si estaba bien o porque estaba tan callado. No era normal en el travieso dios. 

-Déjame verte, Loki.

El dios levantó manos ensangrentadas para cubrir su rostro, mirando el suelo. Tony se arrodillo enfrente de él, sujetando las delgadas muñecas. Había sangre, mucha sangre. 

-Quiero ayudar...

Los ojos verdes que lo miraron estaban llenos de dolor y vergüenza,  las delgadas manos cayeron a sus lados revelando el sangriento horror en que se había convertido su boca. Sus labios estaban cosidos con hilo negro. Por segunda vez en los últimos días deseó matar a los aesir.

-Todo estará bien-Murmuró mientras apartaba los mechones de cabello negro de su rostro.Ni siquiera estaba seguro de qué hacer y eso era nuevo en Tony Stark, por el momento abrazó a Loki como si la vida de ambos dependiera de ello...

Luz de Sol y LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora