Parte sin título 16

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Manuel

El primer mes tuvimos que ir acoplando a Dan a su nueva vida y a su nombre verdadero que era Efraím, aun le costaba contestar con ese nombre pero en las clases le llamaban por el, todos le aceptaron muy bien, él se quedó en nuestra recamara por ese tiempo pero el segundo mes se empezó a quedar en los cuartos de los chicos de su edad.

Estaba dando clases a los de ultimo grado cuando llego uno de los alumnos.

TOCK, TOCK, TOCK

Manuel: que es esa forma de tocar e interrumpir las clases ¿que haces aquí porque no estas en tu clase?

Claudio: aa perdón, me mandaron a decirle que Efraím se lastimo su mano que puede que este fracturada o rota no se... esta en el patio de enfrente.

Manuel: Gracias ya voy para haya, anda ve a tu clase. Chicos, una disculpa, por favor terminen los ejercicios y el tema que se vería  en el segundo bloque lo veremos después.

CHICOS: si profesor.

Tome mi maletín y me salí a buscar al niño que lloraba inconsolable.

Diana: Manuel perdón que te moleste en tus clases.

Manuel: ¿que ha pasado?

Diana: trato brincar el arbusto como otro de sus compañeros pero se ha caído... los otros dos niños estas castigado por que ya les había dicho que no hicieran eso. Pero se han ido nuevamente y el niño se ha caído.

Manuel: no es tu culpa Diana, ha sido de este desobediente, hijo no tienes que desobedecer.

Pero no le seguí  regañando ya que ni prestaba atención, lo abrace y me lo lleve al carro, Marisol ya había empezado a ver su mano pero era mejor llevarlo al hospital a que le hicieran una radiografía.

Salimos del hospital con una manita enyesada por una fractura, Efraím ya estaba más tranquilo ya no lloraba pero estaba adormilado, era tarde, habían perdido mis últimas dos clases pero el deber de padre y hermano mayor era primero. Efraím era inquieto pero era normal para su edad, tenido que lidiar con más niños que eran aún más inquietos que él, solo no quería que estas cosas se volvieran a repetir la idea de pensar en uno de los chicos heridos por que no se saben quedar quiero y obedecer era ya de por si malo ya que los chicos están a nuestro cuidado, en especial este niño que se me había desaparecido por tantos años y hoy lo tenia, era mi responsabilizada era el hermano mayor si algo le pasaba que cuentas les rendiría a mis padre cuando fuera el momento, pero hoy no solo era su hermano mayor era su padre estaba a mi cuidado tendría que ver la forma en ir enseñando al niño. Pero por esta noche solo le dejaría dormir ya estaba muy cansado asi que cuando llegamos lo dejamos  dormir con nosotros.

En la mañana muy temprano nos levantamos teníamos día normal de clases.

Manuel: ee a despertar.

Efraím: mmggg.

Manuel: anda

Efraím: mmgg –dijo mientras se acomodaba de lado poniendo su manita en la almohada como tratando de recargarla-

Manuel: ya

PASS, PASS –aaiii, auuu shfff-

Marisol: a despertar Corazón.

Efraím: shiiff

Manuel: anda no llores que dos palmaditas no han sido nada considerado que aun esta pendiente un asusto por no hacer caso a su profesora y verse fracturado una manita.

Efraím: buaaaaa.

Marisol: no tienes que seguir amenazando... no llores pequeño, ya, ya.

Marisol se puso abrazar al niño tranquilizándole diciendo que ella lo iba a defender, pero también le iba explicando que tenía que hacer caso a sus maestros para evitar un accidente como el que ocurrió ayer.

Efraím: mi hermano me va a pegar.

Manuel: ahora soy hermano!!

Desde que me dijera que si me podía llamar papá el solo había usado esa palabra para referirse a mí, así que algo si dolió.

Efraím: mis papás no me pegaban.

Manuel: te voy a castigar no a golpear... unas nalgadas en ese traserito no te van hacer ningún daño,  al contrario son para que entiendas y aprendas una lesión.

Efraím: shiff pero a mi nunca me pegaban mis papá buaaa.

Fue mi turno para consolarle un rato, lo cargue y lo deje sentado en mis piernas mientras Marisol le acariciaba la manita.

Manuel: yo no llores que aun no te castigo,  puede que tus papás,  las personas que te cuidaron estos últimos años no te castigaran con una palmada, pero nuestros papás si que nos castigaban... bueno a ti no por que eras chiquito pero a Jair y a mí sí que nos dieron muchas palizas por desobedientes.

Marisol: ¿a ti nunca te castigaron corazón?

Efraím: mm si pero solo me quitaban mis juguetes, o no me dejaban salir a jugar o me dejaban en un rincón.

Manuel: nunca te dieron una nalgada?

Efraím: mmg –dijo levantando los hombros como si no lo supiera-

Manuel: ¿de verdad?

Efraím: mmm papá.. una vez, por calentar leche en la estufa para tomar un chocolate, me dijo que no tocara la estufa que me podía quemar me dio una palmada en el trasero.

Manuel: a... ya ves que si.

Efraím:: tu me has dado dos nalgadas y dices que aun me vas a castigar –dijo con un puchero en la cara-

Que hacer con este niño, en todo el tiempo que llevaba no había hecho nada para que le castigara, pero hoy le había sorprendido con dos palmadas y una amenaza de un castigo.

Marisol: mi niñito, no te van hacer daño pobre de él si lo hace, le doy un paliza yo.

Pero el niño no estaba muy convencido y se nos empezaba hacer tarde para ir a desayudar e  irme a bañar, Marisol alisto sus cosas para darse una ducha y me dijo que si le iba a castigar que lo hiciera de una vez,  que no le dejara esperar todo el día.

Manuel: bien... Efraím te voy a castigar por no obedeces, tienes que ser obediente para que los accidentes no pasen

El niño solo puso una carita triste, me senté en la cama y lo acomode con cuidado en mis piernas dejando su manita acomodad para que no se lastimara.

Efraím: ya no te voy a querer –me anuncio-

Manuel: pues yo si te voy a querer todo la vida.

Le baje el pantalón de dormir dejando el calzoncillo y empecé a dejar caer mi mano.

PASSS, PASSS, PASS, auuu, buaa PASSS, PASS buaaa aiii PASS, PASS eres malo buaa PASS, PASS, PASSS

Manuel: No soy malo, tienes que obedeces a tus maestros cuando te estén hablando, las cosas te las dicen por una razón y la mayoría solo van hacer para protegerte.

PASS, PASS, auuuu aiii, bua ya PASSS, PASS, – ya voy a obedecer buaa- PASS, PASS, PASS, buaaa auuu ya PASS, PASS, PASSS.

Detuve mi mano y empecé a sobarle la espalda y a pasar mi mano por sus cabellos enredados, ya tenía el pelo largo así que tendría que llevarlo a que le cortaran el cabello.

Manuel: ya se terminó el castigo enano, ya todo termino.

Efraím: me dolió.

Manuel: ya, ya... anda que se nos hace tarde y tenemos que bajar a desayunar.

Me fui a dar un baño rápido y después le ayude a Efraím a ducharse y a cambiarse para salir a desayunar.

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