8. Esa chica.

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Todo ya era como antes, estaba tan feliz, tenía dinero de nuevo, a Ian y amigas verdaderas, pero desperté y me di cuenta que todo seguía mal.

Todo estaba horrible, mamá seguía yendo al banco a conseguir préstamos que jamás pagaría, papá trataba de luchar por su empresa, y Michael seguía siendo Michael, y bueno yo estaba completamente acabada.

Me puse unos jeans y una blusa algo básica. Bajé a desayunar con la cara de haber tenido un sueño hermoso, pero con una mezcla de decepción porque el sueño no era real.

- Sara, ¿que te pasa? - Dijo mamá en manera de consuelo.

- No, nada, tranquila, solo estoy algo estresada por los últimos exámenes, es todo.

- Bueno Sara, ya sabes, cualquier problema que tengas; drogas, alcohol, sexualidad o cosas así puedes contarme.

Solo reí, porque a pesar de que mi madre trataba de ser comprensiva, en realidad era gracioso.

- Si mamá, por cierto ¿A donde vas?

- Iré a buscar empleo.

- Tu, ¿buscar empleo? Pero si tú nunca has trabajado.

- Pero comenzaré, ya sabes que el dinero no alcanza y tu padre necesita ayuda.

- Si, está bien - Dije con una sonrisa falsa.

- Lo se Sara, sé cómo te sientes, pero lamentablemente las cosas ahora son así, y no quiero que te frustres por esto.

- Si, la verdad si estoy bien, solo algo cansada, lo normal.

- Bueno, volveré hasta tarde, Michael está en su habitación por si necesita algo - Dijo cerrando la puerta.

La verdad era que todavía no superaba la situación, no me sentía tan mal como antes, pero era complicado, además quería que llegara una persona importante a mi vida, un novio de verdad, que no solo sea de una noche si no de toda la vida, a este paso ya estaba empezando a odiar a los hombres, pero las mujeres no eran para nada de mi gusto, la verdad nunca me había puesto a pensar en salir con una mujer, eso jamás pasará.

Alguien tocó la puerta, sacándome de mis pensamientos, supuse que era mamá, tal vez había olvidado sus llaves.

- ¿Qué olvi...? -antes de terminar la oración me di cuenta que no era mamá, era algo mucho peor.
- Ay no, ¿eres la estúpida que casi me atropella? -dije molesta.

- No sé porque he escuchado eso antes (sarcasmo)

- ¿ash que quieres cieguita? - dije enfadada y con el tono más fresa del mundo.

- ¿Esta es la casa de los Jones?

- No, es la casa de bob esponja, se mudó a la superficie porque la piña se echó a perder en el agua, pues obvio que si es de los Jones -dije rodando los ojos.

- No vine aquí a discutir con princesas como tú, ¿Se encuentra Michael?

- Si, ¿Para que lo quieres?

- Vine aquí a discutir algunos temas de los entrenamientos de futbol, el entrenador planea darle una beca para que regrese a la selección.

- Espera... ¿Tu estás con mi hermano en fútbol?

Nada Es Para Siempre (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora