Capítulo 2

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"¿Frank? ¿Puedes entenderme?" Gerard preguntó lentamente, mirando a su creación a los ojos.

Frank asintió lentamente.

"¿Puedes hablarme?" Gerard sonrió amablemente, se dio cuenta a mitad de su pequeño proyecto que tendría que intentar hacer que Frank hablara desde cero, pero en lugar de eso decidió también robar el cerebro de alguien más y esperar que al menos pudiera articular.

"Sí. P-Puedo." Frank susurró quedo, con timidez.

"Estoy tan orgulloso de ti." Gerard sonrió radiante y se levantó, estiró la mano para Frank, quien lo miró.

"Toma mi mano. Está bien. Voy a ayudarte."

Frank se estiró lentamente y tomó su mano. Gerard lo jaló lentamente, poniéndolo de pie.

Frank se quedó ahí parado por un minuto, sus rodillas temblaban, mientras Gerard sostenía su mano y lo empujaba hacia adelante.

"Vamos. Puedes hacerlo. Es fácil." Gerard habló suavemente.

Frank miró el suelo y dio unos cuantos pasos antes de alzar la mirada con una sonrisa de orgullo.

"Bien hecho, cariño. Ahora vamos a limpiarte." Gerard sonrió y lo sostuvo del brazo, ayudándolo a batallar con las escaleras del sótano. Frank parecía completamente petrificado a medida que subían, incluso intentó cerrar los ojos, lo que lo hizo tropezar.

Gerard logró llevarlo al baño ileso. Encendió la ducha y lo ayudó a entrar. Frank se quedó parado solemnemente bajo el agua mientras ésta limpiaba los fluidos en los que estaba cubierto.

Se maravilló por el trabajo que había hecho. Aquí, frente a él, estaba una persona, algo así, y él la había creado.

Frank jadeó de pronto y echó la cabeza hacia atrás, haciéndolo brincar.

Frank estornudó de pronto y su ojo voló por el baño y rodó hasta una esquina. Gerard vio, sorprendido, cómo Frank corría por su ojo y lo colocaba de vuelta en su lugar, parpadeando varias veces.

"¿Estás bien?" Gerard preguntó en voz alta por sobre el agua.

Frank apenas asintió mientras se ajustaba su ojo una vez más.

"Arreglaremos eso, no te preocupes..." Gerard sonrió, apagando la ducha y pasándole una toalla.

Frank apenas la miró y se la llevó al rostro, frotando su mejilla sobre esta con una sonrisa de placer.

Gerard alzó una ceja. "¿Frank?"

Frank se detuvo, miró la toalla y frunció el ceño, la sangre corrió hasta sus mejillas.

"¿Sabes qué hacer con eso?" Gerard señaló la toalla.

Frank asintió lentamente.

"Muéstrame, cariño." Le sonrió.

Frank lo miró y luego a la toalla y empezó a frotar su mejilla contra ésta de nuevo.

Gerard soltó un suspiró, apretándose el puente de la nariz y estirando una mano.

Frank se detuvo, la sonrisa se desvaneció de su rostro mientras le pasaba la toalla.

"Sal, déjame enseñarte." Gerard dijo suavemente.

"Bien." Frank susurró y con cuidado salió de la ducha. Gerard lo colocó en medio del baño y le levantó los brazos, secando cada uno antes de secar su pecho y su espalda, tomándose su tiempo para enseñarle cómo hacerlo.

Se agachó lentamente y le secó cada una de sus piernas antes de secar su trasero y su polla. Frank soltó un quedo gemido cuando la suave toalla se deslizó por su polla y miró con ojos amplios a Gerard, sus mejillas tornándose de rosa.

"Es natural. Está bien." Gerard sonrió, sintiendo el sonrojo subir hacia sus propias mejillas mientras se levantaba.

Frank frunció el ceño y lo miró, quitándole la toalla lentamente. Gerard lo miró con curiosidad.

Frank sintió el material de nuevo, acariciándolo lentamente con las yemas de los dedos, sus ojos encendidos con curiosidad.

Deslizó la toalla por el frente de Gerard con el mismo movimiento que Gerard había hecho, a pesar del hecho de que éste no estaba mojado o desnudo, y de pronto deslizó la toalla hacia su entrepierna.

Gerard brincó con un gritito, dándole a Frank un susto, y aventó la toalla por el baño.

Gerard miró a Frank, quien lo miraba de vuelta con ojos amplios.

"Es natural. ¿Sí?" Frank preguntó quedamente, mordiéndose el labio.

Gerard lo miró, asintiendo rápidamente. "Sí- Sí lo es."

"Entonces. ¿Entonces por qué brincaste?" Frank preguntó suavemente.

"No esperaba que lo hicieras." Gerard suspiró.

"Lo siento." Frank miró sus pies y se balanceó, incómodo.

"Está bien, cariño." Gerard sonrió y tomó su mano, encaminándose lentamente hacia el sótano.

Le pasó un par de pantalones negros y una simple playera negra, y se sentó.

"Inténtalo." Le sonrió animadamente.

Frank puso la playera sobre la cama y despacio alzó una pierna, deslizándola torpemente a través la mezclilla. Intentó hacerlo con la otra pierna pero estaba demasiado alto, se tropezó y cayó.

Gerard ahogó una risita y lo ayudó a sentarse en la cama, alzándole un poco la pierna y deslizándola por los pantalones.

Frank se quedó quieto mientras el rosa florecía en sus mejillas. Tomó la playera y la miró antes de ponérsela con éxito en su primer intento.

"Siéntate." Gerard palmeó un poco la cama y Frank se sentó, cruzando las piernas.

Tomó la pequeña toalla del suelo y le secó el cabello, esponjándolo a lo loco.

Frank rio, mareado, y sonrió, levantándose y yendo hacia el espejo. Soltó un alarido con risa por su propio reflejo, y terminó con un violento ataque de tos.

"¡Gee! ¡Estoy en casa, cariño!" Una voz llegó desde arriba.

Mamá.

Mierda.

Frank lo miró, se veía completamente aterrado.

Bueno, es hora de ver si esto funciona.

"¡Mamá! ¡Mi amigo Frank puede quedarse a cenar!" Gerard gritó hacia las escaleras.

Ahora o nunca, pensó para sí. 


N/T: Nuevo capítulo, por si están teniendo un sábado aburrido. Es algo corto, lo sé, pero espero les entretenga un rato.
¡Nos leemos luego! :)

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