Gemelos // Sólo uno tiene maldad por dentro.

CAPÍTULO 13: Una visita inesperada.

Después se escucharon las sirenas de los autos de los oficiales de los policías, Marcos abrió los ojos como plato no lo podía creer, los pelos se le pararon y podía notar que estaba muy asustado.

-----

Un día Después...

Estaba en la Mansión, Gracias a Dios sano y salvo, un poco asustado de tan sólo saber que si no fuese por warren, en estos momentos no estaría con vida, La mansión se sentía tan vacía, sin Gabriela, sin Alicia, sin Marcos, sin papá y sin mamá. De pronto alguien toca la puerta y fui a abrir.

-Hola Warren-dije

-Hola Daniel ¿Cómo estás?-preguntó

-Como puedes ver algo asustado-dije mientras caminaba a la sala para sentarme y poder hablar mejor con Warren y Warren estaba tras de mi.

-Si, y claro es comprensible si no fuese por el GPS estuvieras muerto-dijo seguro

-Y Gracias por eso Warren, muchas gracias por negociar con Marcos mi libertad por encerrarlo a usted-dije seguro y luego le dí un apretón de manos a warren.

-No fue nada Daniel, además es mi trabajo-dijo

-Warren, ¿Le puedo hacer una pregunta?-Pregunté

-Claro Daniel

-¿Cuál fue la razón de que Usted y Alicia se separaron?-Pregunté sintiéndome algo incómodo porque era algo privado de la vida de Warren.

-Pss no se, si es algo que debo hablar contigo Daniel-dijo

-Warren-dije con una medio sonrisa-¡Somos amigos tenemos confianza!, y además eso te puede ayudar a desahogarte.

-Ya han pasado seis años-dijo mientras lágrimas comenzaron a correr por su rostro-¡Todo se acabó por una maldita tentación!-gritó, estaba muy alterado, trate de calmarlo.

-Warren, tranquilo, calmate por favor ¿Usted le fue infiel?

-Si-dijo con la cabeza abajo, estaba muy avergonzado.

Mis ojos se abrieron como plato, no lo podía creer.

-----

MARCOS CANO

-Otra vez estaba en una celda, estaba demasiado enojado, sentado sobre la pinche colchoneta de ese lugar, tenía mucha furia contra mi hermano pero sobre todo con ese policía de cuarta, ese Warren me las va a pagar.

-¡Cano tienes Visita!-gritó el guardia, y de inmediato fui para la sala de visitas acompañado del guardia. Me sorprendido ver a la persona que me estaba visitando.

-¡¿Qué haces aquí?!-dije muy alterado.

-Te quería ver hermano-dijo Daniel-Sé que soy la persona que menos quieres ver pero quiero que sepas que siempre voy a estar para ti, ¡Eres mi hermano, no mi enemigo!

-¡¿Porque no te callas imbécil?!-dije enojado

-¿Porqué me odias tanto?-Preguntó

-Todavía lo preguntas, ¡Mamá y papá siempre te quisieron a ti Daniel!, además eres una vieja chismosa, ¡Tú me traicionaste cuando arroje a la abuela en silla de ruedas al lago!

Años Antes...
Estaba afuera de la mansión paseando a la Abuela por todo el jardín, aunque no me gustaba ni pasearla ya que siempre me vivía regañando y diciendo que me consiguiera un Muy trabajo o una novia.

-¿Marcos ya tienes novia ?-Preguntó

-Abuela-Hice una pausa, tenía ganas de gritarle pero me aguante, sólo tome aire y lo voté-Abuela, todavía no.

-¿Encerio Marcos?, ¿¡Tienes 19 años y no tienes una novia?!-Dijo furiosa-Yo a tu edad ya tenía hasta hijos muchacho.

-¡Abuela porque tu a esa edad eras una cualquiera!-dije poniéndome enfrente de ella a agachandome para que estuviésemos la misma altura, de pronto me da una cachetada.

-Abuela yo no quería hacerlo pero usted me obligó-dije mientras llevaba a mi Abuela en silla de ruedas al algo que estaba en el jardín de la mansión.

-Marcos, ¡Marcos hijo que estas haciendo!-estaba gritando mientras la llevaba-¡Marcos!-gritó con todas sus fuerzas. Al llegar dije:

-Lo siento Abuela, hasta nunca-dije, y después la arroje al Lago.

DANIEL CANO

-Estaba buscando por toda la mansión a Marcos y a la Abuela, busque por en todas las habitaciones de la mansión, en la sala, en la cocina, al no encontrarlos en la mansión, decidí buscarlos en el jardín, salí y ví desde muy lejos a Marcos con la Abuela cerca del Lago que quedaba en el jardín, Por un momento sonreí ya que pensé que Marcos le estaba enseñando los peces o cualquier otra otra, Pero de pronto ví a Marcos arrojando a la Abuela al Lago, ¡No lo podía creer!...