Capítulo 03

1.9K 39 0
                                    

Desperté lentamente por los rayos de luz que se asomaban por mi ventana, estiré cada extremidad de mi cuerpo adolorido y recordé...

Ayer en la noche, sexo con mi tío.

Quiero parar esto y lo voy a hacer o espero poder hacerlo.

Enjaboné mi cuerpo con delicadeza y luego de 15 minutos duchandome, me sequé y me vestí con ún sencillo mono y su suéter en conjunto. Me hicé una cebollita en el cabello y nisiquiera me maquillé, hoy no pienso salir.

Bajé las escaleras silenciosamente y me asomé por una de las rendijas que daba vista al comedor para ver si mi tío estaba desayunando.

-¿Qué haces Ana?
Escucho la voz de mi tío detrás de mí.

Mierda.

-Ehm.. Estaba buscando ún anillo que se me cayó hace unos días...
Dije sin mirarlo y haciendo cómo si buscara.

-Vale.
Dijo sin más y bajó al comedor.

De reojo lo ví pasar y vestía un suéter rojo adidas, un mono adidas negro y zapatos adidas... Veo que le encanta esa marca.

-Búscalo después, mientras ven a comer.
Lo escuché decir.

¿Cómo voy a hacer para mirarlo a la cara? Después de lo que hicimos, o más bien, me hizo...
Caminé insegura hasta la mesa y me senté dos puestos lejos de él, podía sentir la tensión en la mesa.
Mientras yo temblaba y pensaba en respuestas a cualquier cosa que me dijera, el leía el periódico mañanero.

Su cabello estaba despeinado pero aún así se veía bien y su expresión era la de mi papá cuándo estaba serio.

-¿Tan lindo soy?
Preguntó enarcando una ceja.

-De hecho miraba el periódico que es más interesante.
Respondí segura.

Él emitió una risa y dejó el periódico a ún lado, sus pasos siguieron a donde estaba yo y ahora si que estaba más nerviosa, ¿Porqué se me está acercando?

No quería voltear, mi mirada estaba puesta en un cuadro a mi derecha y él se me acercaba por mi izquierda. Su mano se apoyó en mi silla y la otra en la mesa, quedando medio atrapada entre él, su respiración la podía sentir en mi oreja..

-Esas palabras te pueden llevar a un castigo, Anni..
Susurró en mi oido.

No lo estaba viendo pero podía asegurar que en su cara se enmarcaba una sonrisa perversa.
Se me erizaron los pelos al escuchar tal frase, ¿Sería capaz de hacerme daño? ¿Más que el de ayer?

Gracias a Dios, una chica del servicio se acercó con el desayuno y él se alejó disimuladamente a su puesto de nuevo, la chica me sonrió amablemente y a mi tío también. Si supiera lo que me hizo, no le sonreiría tan amable.

-¿Mis padres no han llamado?
Pregunté, quería hablar con ellos, los extrañaba tanto y eso que han pasado ni dos días desde su partida.

-Sí llamaron, hoy a las 7 am.
Respondió seco.

-¿Preguntaron por mí?

-Sí, les dije que estabas dormida y que todo estaba bien.

Que cínico. ¿Todo bien? ¿Es enserio?

La sangre se me subió a la cabeza y la ira abarcaba cada extremidad de mi cuerpo.

¿¡No me pudo despertar para que hablara con ellos!?

-¿No les dijisté que me desvirgasté y que todo estaba bien, de casualidad?
Dije irónicamente.

Sus ojos se posaron en mí y no me estaba mirando bonito que digamos... Una vena en la frente de él se asomó y sus manos las hizo puños. Creo que me metí en problemas..

-Vete a tu cuarto y sales cuándo yo te diga, Anastasia.
Dijo severo.

¿Qué? ¿Es enserio? ¿¡Me dice eso cómo si fuera una niña chiquita!?

Azoté la silla y me fuí a paso rápido a mi habitación, tenía ganas de llorar, muchas, en estos momentos prefiero a una Nanny que a mi tío, es un imbecil. Jamás en mi vida había azotado una silla y mucho menos había usado palabras como "imbecil", la ironía tampoco era lo mío, pero en estos momentos me salen natural.

Cerré mi puerta con seguro, porsupuesto que si se le ocurre venir hasta acá pues no va a pasar. Cogí mi teléfono y llamé a mi novio, Kai. Estoy con él desde hace 2 años, nos enamoramos en el Instituto y desde ese momento somos inseparables.

Unos golpes se escucharon en la puerta.

-Anastasia abre la puerta.

¿Ahora que hago? Tengo miedo de abrir la puerta y que me haga algo, además tengo a mi novio esperando...

-¿Anas que pasa? ¿Que son esos golpes?
-Mi amor, te llamo después y te cuento, lo siento me tengo que ir, te amo.
Corté la llamada rápidamente.

Odio tener que dejarlo así, seguramente ahora está confuso y preocupado. Lo más seguro es que vaya a venir a la casa y no quiero que se arme un problema con él y mi tío.

-¡Anastasia!
Mierda, se me olvidó que mi tío estaba tocando.
-¿Que quieres?
Me acerqué con cautela a la puerta.
Estuvo unos segundos callado y luego volvió a hablar.
-Quiero conversar contigo.

No le creo. Tardó en contestar y eso no es bueno.

-Si no abres la puerta, igualito hay unas copias de las llaves de tu cuarto y las tengo yo.
Amenazó.

Dios, tendré que abrirle. Quité el seguro y en fracciones de segundos estaba del lado de mi armario, como a unos 4 metros de él.

Idiota.

No dije más y escuché cada una de las nuevas reglas que nombró, una era más ridícula que la otra pero estaba asustada, muy asustada porque eran violentas si las desobedecías.

1. Me complacerás en todo lo que yo diga.

2. No saldrás sin mi permiso.

3. Se acabó el telefono, laptop y cualquier cosa que tenga internet.

4. A las 22.00 PM ya tienes que estar en tu cuarto.

*tragué en seco*

----------------------------------------

Hola criaturasss,

¿Creen que Anastasia sea capaz de seguir las nuevas reglas?

¡Averigüemos lo en el próximo capítulo!

¡Regalenme un like si les gustó el capítulo! ❤

VioladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora