Ron Weasley había ido a Hogwarts con el único propósito de cambiar a su hija de casa. A sus ojos, Slytherin no era más que una casa de magos tenebrosos, y pensar que su hija se pudiese convertir en eso le daba náuseas. Lo que no esperaba era que Rosebud se negara a aceptar el cambio. Por más que trató de convencerla no lo logró.
-No puedo creer que quieras quedarte en esa casa.
-Mi mamá sabe que estás aquí?
-No , pero....
-Papá, yo soy de las que piensan que el ser humano se hace malo, no porque lo obligan, sino porque está predispuesto a serlo. Yo voy a demostrar lo que soy, sea en Slytherin o en cualquier otra casa. Mi mamá estaría muy molesta si descubre que has venido sólo para insultar mi casa y para querer cambiarme.
-Así que de un día para otro ya eres una serpiente?
-Sólo soy Rose, una orgullosa Slytherin, sonrió la niña.
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Albus y Scorpius esperaban, expectantes. Querían saber si la pelirroja luciría los colores de su casa o si su padre había hecho el cambio. Se alegraron mucho al ver que Rose portaba los colores verde y plata, señal de que había aceptado definitivamente ser parte de Slytherin.
-Tu papá realmente iba a cambiarte de casa?
-Si Scorpius, ayer me envió una lechuza donde me decía que iba a venir al colegio para arreglar el "asunto". Aunque no es lo único que vino a hacer.
De pronto, la sonrisa de Scorpius desapareció, dando paso a una expresión sombría.
-Supongo que Albus ya te contó, no es cierto querido primo?
-Scor no dejaba de preguntarme, así que no es culpa mía.
Rose miró a Albus y a Scorpius de manera alternada, y dirigiéndose a este último le dijo:
-Podemos hablar en privado?
-Claro.
Juntos salieron del comedor, dirigiéndose a las mazmorras. Scorpius iba pensando en el modo de decirle a la pelirroja que no dejara de ser su amiga. Pero antes de que él le dijera alguna cosa, ella le dijo:
-A mi papá no le gusta que sea amiga de un Malfoy.... Y me exigió que terminara nuestra amistad.
-Rose yo...
-No digas nada, yo no voy a dejar de ser tu amiga sólo por tu apellido. Además somos de la misma casa.
-En serio no le harás caso a tu papá?
-No, así que, quieras o no, voy a ser tu amiga por siempre.
Ambos sonrieron, Scorpius se sentía muy feliz al saber que la pelirroja no iba a dejar de ser amiga.
-Cómo quedaron ustedes?, preguntó un agitado Albus. Había tenido que correr para alcanzar a su prima y a su nuevo mejor amigo.
-Las cosas no podrían estar mejor Albus, dijo Scorpius.
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El primer mes había sido una locura para aquellos niños de 11 años, las tareas, las clases y el castillo les parecían las cosas más fascinantes que habían presenciado en su vida. Pronto, el Trío de Slytherin se hizo conocido por ser los mejores estudiantes, la relación con los otros parientes Potter y Weasley habría mejorado si no fuera por la amistad que Rose y Albus se negaban a cortar con el primogénito Malfoy.
A pesar de todo, los tres chicos parecían contentos en su nueva casa, Ron tuvo que resignarse a la idea de que su hija fuera una Slytherin y fuera amiga de un Sangre Pura, Harry no tenía problema alguno en que su hijo se relacionara con el hijo de Draco, y Draco.... Draco Malfoy se había resignado al carácter tan dócil de su hijo, y en el fondo se alegraba de que Scorpius tuviera dos amigos que no lo rechazaran por su apellido, aunque esos dos amigos fueran hijos de las personas a las cuales trató de hacer la vida imposible durante sus años en Hogwarts.
