Capítulo 9: El hundimiento

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Narrador Satine: 

Cinco minutos después, tuvimos que explicarles la situación, pero antes de que salieran los demás vi que el señor Andrews, se veía muy nervioso pero justo en eso, los guardias y recamaristas, nos ordenaron salir de inmediato, al igual que nos dieron un chaleco salvavidas....bueno al menos, con respecto a Jobal, después de todo lo que pasó, no puedo evitar sentirme enojada, pero a la vez apenada por mi madre; todo lo que hizo para salvar nuestra fortuna, se hecho para abajo, todo su esfuerzo se vino para abajo, a pesar de creer que con ellos hubiéramos recuperado todo lo que teníamos....pero por su ambición, pudo habernos provocado una vida de verdadero martirio y de no ser porque hubiéramos entrado a este barco, ella hubiera terminado muerta. 

Fernanda: - Tenemos que salir, no hay muchos botes salvavidas aquí - dijo agitada, pero después vio a Dalia y le entregó un estuche, con el cuaderno de sus dibujos. 

Dalia: - ¿Qué es esto, querida? - dijo con cara de confundida. 

Fernanda: - Es mi violín y mi cuaderno de dibujos, quiero que te los lleves en un bote - dijo acariciando por última vez, a sus tesoros más valiosos - sino sobrevivo, llévaselos a mi hermano y a mis tíos, diles que los amo y que los estaré esperando siempre....tal vez mi destino, no era llegar a Nueva York - se limpió las lágrimas y ella fue a su habitación, Anakin y Obi-Wan iban a seguirla, pero nos detuvieron unos guardias y nos llevaron a todos hacia la cubierta. 

Padmé: - Satine, ¿qué vamos a hacer? Estamos a la mitad del océano, no sé si alcancemos algo - me preguntó nerviosa y aunque intentaba hacerme la fuerte, sabía que la realidad estaba totalmente en su límite y se me acababan las ideas.  

Satine: - No lo sé, hermana, yo....tampoco sé qué hacer, sólo podemos esperar a que podamos subir a un bote salvavidas - dije temblando, pero en eso, sentí una mano fuerte que agarraba la mía y de inmediato, capté de quién se trataba. 

Obi-Wan: - Descuida, nada va a pasarnos mientras estemos juntos - dijo con una ligera sonrisa, a la cual yo respondí con afecto; pero de alguna manera, también percibí, que tenía miedo en sus ojos. 

Anakin: - ¿Han visto a Fernanda?, ella no ha regresado después de lo que pasó abajo - preguntó nervioso, ahora después de todo lo que sucedió, podía entender la forma en que ellos la querían; no era un afecto amoroso, sino una relación de hermandad y compasión, hacia una persona humilde y sincera, que sufrió mucho en su vida - Obi-Wan, ¿y si se quedó atrapada en el barco? Recuerda que tenía una habitación en tercera clase.... - dijo nervioso, casi histérico - si algo le pasa, jamás me lo voy a perdonar - por la forma en que se expresa, sentí que le contagió el nerviosismo a Obi-Wan.

Obi-Wan: - Lo sé, Anakin - dijo tenso, volteando a ver a todos lados. 

(Mientras con Fernanda) 

Stefano: - Amore mio, ¿dove stai andando? - preguntó angustiado y muy nervioso, jamás pensó que su viaje y relación, pudieran acabar en menos de unas cuantas horas - ¿Per quale fretta? Ci sono le barche - dijo alcanzándola. 

Fernanda: - Ho bisogno di trovare il signor Andrews, Stefano - le confirmó apresurada - ho bisogno di parlare con lui, da quando è successo all'iceberg, è stato molto nervoso e depresso - le dijo sin dejar de caminar y justo al pasar por las escaleras de la recepción, encontraron al señor Andrews, que estaba tratando de mantener la postura - ¿Señor Andrews? - le llamó la atención. 

Señor Andrews: - ¿Señorita Fernanda, qué hace aquí? Debería estar en los botes salvavidas con él también - dijo triste, pero firme. 

Fernanda: - Y usted también, señor....un capitán, debe dirigir a su barco hasta el final - dijo segura, sabiendo que eso, se lo había enseñado su tío cuando estuvo deprimida.

Amor en el TitanicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora