Parte IV

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—Luces preciosa—susurró Justin besándole el cuello y esta se volteó a verlo con las mejillas sonrojadas. —¿Te gustó el vestido?—preguntó y esta asintió viéndolo. Él había enviado un grupo de modistas a su casa para mostrarle diferentes vestidos de gala hecho a la medida para ella. Eso la había cogido por sorpresa, pero él le había dicho que cogiera cualquiera. Así que se decidió por uno rojo que resaltaba sus curvas. Sin duda lucia toda una tentación andante en especial para él. El rojo le quedaba fantástico.

—Todo es precioso, pero no me siento yo—respondió ella con una sonrisa tímida

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—Todo es precioso, pero no me siento yo—respondió ella con una sonrisa tímida. Lucia hermosa, ella misma lo admitía, pero no se sentía ella. Las joyas, el vestido, simplemente no era ella. –No estoy acostumbrada a esto—dijo enseñándole el collar y los anillos.

—Mi deber es hacerte sentir una reina—susurró él en el oído haciéndola reír. –Quiero que te sientas cómoda, que encajas en mi vida—dijo y esta asintió con una sonrisa. –SI te sientes incomoda, solo dímelo y nos vamos ¿Vale?—esta asintió. –Me da igual lo que digan los demás, solo me importas tu—sonrió y está besó sus labios.

—Lo siento—rio al ver que tenía los labios rojos por su labial. Justin negó volviéndola a besar sin importarle que tenía labial rojo. Más bien le parecía bien que Holly lo marcara para que así todas en la fiesta supieran que él ya estaba cogido.

—No me molesta—susurró él y está sonrió. –Vamos—dijo bajándose del auto y le ofreció la mano a su chica ayudándola a bajar. Rápido sintió varios flashes de las cámaras sobre ellos. Sabía que habían muchos periodistas locos por saber quién era su acompañante. Él siempre era el anfitrión en esas fiestas de beneficencia y los periodistas siempre querían tener la primicia de la amante del momento. Pero esta vez no era así, iba a presentar a todos a su novia porque es eso lo que era Holly. Ambos caminaron a la entrada y agarró de la cintura a Holly posando para las cámaras. –Sonríe nena—susurró Justin en su oído haciéndola sonreír. Miró a la cámara con las mejillas rojas antes de mirar a Justin que sonreía mirando la cámara. Era todo un Dios griego. Este sintió su mirada y la miró. —¿Estas bien?—esta asintió con una sonrisa.

—Lamento haberte manchado con mi labial—susurró ella y Justin negó con una sonrisa. Los flashes seguían sobre ellos, pero ninguno lo había notado. Ninguno podía apartar la mirada del otro.

—Ya te dije que no me molesta, me encanta que me hayas marcado como tuyo—le susurró en el oído. –Aunque no sé cómo podre marcarte como mía—susurró y está sonrió.

—Veremos—sonrió Holly antes de besarlo haciendo que más flashes cayeran sobre ellos. Se separaron y esta rio limpiándole los labios antes de entrar al salón de actos. Se tensó al sentir varias miradas sobre ellos y apretó la mano de Justin.

—No te preocupes, solo están curiosos por saber quién eres—le explico Justin y esta asintió nerviosa siguiéndolo. –Buenas noches—saludó Justin a sus amigos y algunos de sus colegas de contratos. –Les presento a mi novia Holly, nena ellos son mis compañeros de trabajo—sonrió Justin presentándola y esta se sonrojo viendo a las personas.

Hands Of Love {Justin Bieber Short Story}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora